sábado, 8 de noviembre de 2008

Si “Dios es brasileño”, ¿Sudamérica qué será?

El país tropical se desarrolló con la convicción de llegar a ser una potencia y líder regional. El siglo XX, el del “milagro brasileño”, consolidó la supremacía del Gigante. Perspectivas para la región.
Sebastián Pellegrino / APM
"Dios cuida a todos los países, pero parece que decidió vivir en Brasil”. Tal fue la expresión del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, en relación al hallazgo de los megacampos petroleros frente a las costas de San Pablo y Río de Janeiro, en un discurso realizado a fines de agosto.
Se sabe que la metáfora es un dicho popular del país en cuestión, utilizado en múltiples contextos, incluso en la historia política brasileña para hacer referencia a las bondades del territorio, para ilustrar proezas y personajes deportivos o para calificar procesos económicos. En fin, puro optimismo cultural, aunque muchos contemporáneos duden (no sin motivos) de la supuesta estancia de Dios en el pulmón de Sudamérica.
Sin embargo, la mención del Presidente permite (quitando la carga de superstición y orgullo), crear una imagen del escenario sudamericano, en el que uno de sus países atraviesa un formidable período de consolidación y expansión económica (Brasil es la novena economía del mundo según el Banco Mundial, y el crecimiento del primer trimestre de 2008 llegó a 5, 8 por ciento respecto al mismo período del año anterior). Además, se constituye paulatinamente en el centro geopolítico de la toma de decisiones en la región. Leer más...

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