sábado, 20 de marzo de 2010

Cartel de la OSPAAAL muestra al verdadero Barack Obama

Ojalá llegue el mensaje de este cartel, al estigmatizado presidente Obama, en el que más que una dramatización sarcástica de su farsante actuación, posee una sobria expresión que convoca a un cambio de su conducta, frente a las realidades del mundo actual.
Reinaldo Morales Campos * / Especial para Con Nuestra América
cartelcubano@yahoo.es
(Ilustración de Rafael Enriquez Vega, OSPAAAL, 2010)
Eva Dumenico, coordinadora de la Revista Tricontinental, me mostró, acabado de salir de imprenta, el cartel titulado: PREMIO NOBEL DE LA PAZ. Es un vigoroso aporte de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), que posee una fervorosa codificación visual, donde se desentraña la pretendida imagen pública bondadosa del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que aunque practica contra Cuba y las fuerzas progresistas del mundo la misma política agresiva que su predecesor, inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush; ha obtenido ese alto galardón.
La penetrante obra comunicativa es una creación de Rafael Enríquez Vega, Director Artístico de la referida publicación. Autor de trascendentales creaciones de la Organización de Solidaridad Tricontinental, como los emblemáticos carteles: “Capitalismo Negación de los Derechos Humanos” (1977); Premio de la Primera Bienal de Diseño Grafico de La Habana (1981) y del conocido "Che de la Sonrisa" (1982); realizado en conmemoración al XV aniversario de la muerte del Guerrillero Heroico; versión ampliamente reproducida e insertada en diversos medios de comunicación.
En la genial configuración gráfica del cartel: PREMIO NOBEL DE LA PAZ; en perspicaz metamorfosis, su autor, para mostrar las auténticas intenciones de Obama, recurrió al tradicional empleo del Águila Imperial. En sus alas aparecen rotuladas la insignia de identidad de la poderosa y agresiva fuerza área de Estados Unidos; orgullo del Pentágono y del poder militar. También asoman sus desafiantes garras, que con su desgarrador poderío destructivo; posan sobre países como: Afganistán, Pakistán, Iraq, Yemen y otros del Medio Oriente, donde bajo el pretexto de la infundada lucha contra el terrorismo, los militares norteamericanos causan indiscriminadas víctimas entre la indefensa población de esos territorios.
Sucesivamente se alude al respaldo brindado, por la administración de Obama, a la cúpula militar que gestó el golpe de estados perpetrados Honduras; que alteró el orden institucional, de ese país, y que en flagrante violación de los más elementales principios de los derechos humanos desencadenó una feroz opresión contra la resistencia brindada por el pueblo. También se denuncia el establecimiento de bases militares en Colombia, que bajo el pretexto de combatir al narcotráfico, es evidente que apuntan hacia Venezuela y contra los cambios sociales que se están gestando en países de América Latina. Por último, se revelan los fracasados intentos de, mediante la prolongación del Bloqueo Económico, aniquilar a la Revolución Cubana.
En la emblemática creación artística-comunicativa, se distingue una imagen que rompe con la pretendida intención de presentar a un Barack Obama sensible por las desigualdades e injusticias que padecen los pueblos del mundo. Además, en la misma, apelándose a la insinuación simbólica, se ilustra su rostro frente a micrófonos de un estrado, donde con arrogancia imperial hace gala de un retórico discurso y en su mano derecha alzada le ha sido colocado, entre los dedos, una moneda en la que claramente se observa el signo monetario del dólar.
Ojalá llegue el mensaje de este cartel al estigmatizado presidente Obama, en el que más que una dramatización sarcástica de su farsante actuación, posee una sobria expresión que convoca a un cambio de su conducta, frente a las realidades del mundo actual.
Mientras tanto, su colocación en muros y paredes se sumará a otros medios que en Estados Unidos y diversas parte del mundo, realizan agrupaciones, instituciones y personas de buena fe, que revelan las verdaderas intenciones de su administración y confirman la oportuna intimación, citada en carta abierta del cineasta norteamericano Michael Moore, que realizó al conocer que el presidente Barack Obama había ganado el Premio Nobel de la Paz, donde señaló: “Obama, felicidades por el Premio Nobel de la Paz, ahora gáneselo!"
* Investigador de la Historia del Cartel Cubano

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