sábado, 3 de abril de 2010

Brasil: El PT treinta años después

El Partido de los Trabajadores (PT) no fue un partido centrado apenas en perspectivas electorales, sino que realizó una contribución política muy importante a la clase trabajadora brasileña y de América Latina.
Editorial de Brasil de Fato (Edición 365, 24 de febrero de 2010)
Traducción Susana Merino
(Fotografía: Acto de fundación del PT en Sao Paulo, 10 de febrero de 1980. Tomada de: http://www.pt.org.br/)

El Partido de los Trabajadores, acaba de cumplir 30 años de vida. De hecho buena parte de los brasileños han votado ya en alguna elección, a algún candidato del PT o han participado en alguna movilización política encabezada por él.
Es cierto que en un primer momento fueron los militantes los que ayudaron en la década de 1980, a construir el partido, militantes llegados de experiencias anteriores, de organizaciones políticas de formación marxista, comunistas y socialistas de diversos matices; cristianos progresistas y de izquierda de diferentes confesiones; militantes de los movimientos populares; e intelectuales que habían participado en las luchas contra la dictadura militar y por la democratización del país.
Pero también es cierto que en los últimos años hemos visto llegar al PT a los neo petistas , que estuvieron siempre cerca por haber percibido el potencial del partido y que “adhirieron” en masa sobre todo luego de la llegada de Luiz Inacio (Lula) Da Silva a la presidencia de la República. Es decir, elementos oriundos de sectores más conservadores y que anhelaban ventajas electorales acostumbrados a los hábitos del traspaso, una tradición política de nuestro país.
Desde las grandes jornadas populares que antecedieron al golpe de 1964, solo a partir de la primera mitad de los años 1970 y en la década del 80 – por lo tanto apenas durante un corto período – nuestro país conoció una reactivación de las luchas populares. Fue en ese período de efervescencia social y política que surgieron varios partidos, organizaciones y movimientos de los trabajadores y del pueblo, de orientación izquierdista tales como el PT, la CUT(1), el MST(2) y las pastorales sociales. Esa organizaciones enfrentaron grandes desafíos políticos, como la reorganización de la izquierda brasileña (destruida en parte por la dictadura) la reorganización de sus instrumentos políticos y la elaboración de un nuevo proyecto para el Brasil.
En ese período de reactivación de la lucha política, el PT, junto con las demás organizaciones del movimiento sindical y social construyó una estrategia política y una importante elaboración teórica, sistematizada en el Programa Democrático Popular, cuyo horizonte era el socialismo. Para concretar esa estrategia atacó una combinación de varios frentes de acción.
El primer frente era la lucha institucional, elegir prefectos, concejales, diputados, gobernadores y hasta presidente de la República, en el intento de ir acumulando fuerzas y avanzar en la democratización del Estado a través de la consolidación de importantes reformas tales como la de la educación, la reforma agraria, la reforma urbana y que llevaban como eslogan El Modo Petista de Gobernar.
El segundo gran frente de dicha estrategia era el fortalecimiento de las luchas populares a través de la organización de varios movimientos sociales, de la apuesta a una nueva concepción sindical y a la incentivación de las luchas políticas en una perspectiva de enfrentamiento al Estado y de la conquista de varias demandas sociales del conjunto de la clase trabajadora.
Importantes intelectuales y cuadro políticos ayudaron a esa elaboración política y esa estrategia democrática y popular consiguió en diez años, construir uno de los mayores partidos de izquierda del mundo y proyectar uno de los liderazgos más importantes de la izquierda el hoy presidente Luiz Inácio (Lula ) Da Silva.
Mientras tanto, en esa etapa de avances de luchas y de organización de la clase trabajadora dentro de la perspectiva de construcción del socialismo sufrió una importante derrota política en su frente institucional de lucha que fue la victoria del candidato Fernando Collor de Melo en la elecciones de 1989 lo que se transformó en una gran derrota de la estrategia elegida por el partido. Paralelamente fue en ese mismo período que se produjo la derrota del socialismo en el Este europeo, con la caída del muro de Berlín y con el avance del establecimiento del neoliberalismo en toda América Latina y en el Brasil. Y con el neoliberalismo tuvimos la reorganización de todo el mundo del trabajo, debilitando los movimientos de los trabajadores asalariados y especialmente de los obreros, y de las bases políticas y organizativas de la estrategia coordinada por el PT.
En esos treinta años el PT no fue un partido con solo perspectivas electorales, sino que proporcionó una contribución política muy importante a la clase trabajadora de América Latina. El Partido de los Trabajadores es una gran experiencia política-partidaria de los últimos años por combinar un partido de cuadros, dirigentes, intelectuales y ser al mismo tiempo un partido de masas con gran participación popular y gran aquiescencia nacional.
Resulta claro y fácil percibir que el PT que cumple treinta años es muy diferente al PT de la década del 80. Por un lado porque la coyuntura política es diferente, los desafíos de la clase trabajadora son de otra naturaleza y los enemigos del pueblo también se han transformado. Por lo tanto es natural que las organizaciones de clase ajusten también sus estrategias. Mientras tanto el principal cambio en el PT se produjo en la definición de sus objetivos políticos: abrió su proyecto de poder y hoy se contenta con un proyecto de gobernabilidad del Estado y en ganar espacio en el campo institucional consolidando una hegemonía política con sectores de centro izquierda. En este escenario la estrategia de acumulación de fuerzas a través de la lucha de masas ya no es más una prioridad.
Hoy podemos esperar del PT una contribución a la lucha electoral y que en la actual coyuntura de reducción de las luchas sociales y de disputa institucional cumpla un papel político importante. No debemos dejar de tener en cuenta, al mismo tiempo, que continua siendo un importante aliado de la clase trabajadora y de los movimientos sociales. Como tampoco debemos olvidar que las elecciones también constituyen siempre una de las expresiones de la lucha de clases.
Este es tal vez el momento en el que a partir de una mirada sobre la experiencia histórica del PT hagamos una buena evaluación de la estrategia política de la izquierda brasileña y en especial de las limitaciones de los avances políticos de estos últimos treinta años. Hay que aprovechar la circunstancia para entablar un amplio debate con la toda militancia sobre la naturaleza y el papel de un partido en la actual coyuntura y como conciliar la lucha institucional, con la lucha social y sindical en el próximo período, siendo que el PT podrá desempeñar todavía un papel de alta referencia para una nueva estrategia política
Notas
(1)
CUT : Central Unica de Trabajadores
(2) MST: Movimiento de los Sin Tierra

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