sábado, 9 de marzo de 2013

¡Gracias, Chávez! (Texto + video)

Solo queda agradecerle al hombre que le ayudó a todo un continente a reencontrar la esperanza y que, en 1999, cuando muchos jóvenes recién despuntábamos los veinte años,  nos mostró un camino de consecuencia y compromiso que parecía sepultado en la historia y proscrito por el entreguismo de la clase política latinoamericana.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

Me quedo con la imagen estremecedora de esa fotografía inolvidable: la del presidente Hugo Chávez bajo la lluvia de Caracas, en el cierre de la campaña electoral en octubre del 2012, acompañado por cientos de miles de venezolanos y venezolanas, su pueblo, por el que no dudó en empeñar hasta el último aliento. Es un Chávez sufriente, sin duda, que se sabe en vísperas de enfrentar una batalla decisiva: la de su vida frente a la muerte; pero también es un Chávez que mira hacia el horizonte, quizás urgando respuestas en lo infinito y seguro de que agotar su existencia entregándose al sueño de la transformación de su país, al sueño bolivariano de la unidad continental y  la construcción del mundo multipolar, no será en vano. Es un hombre que enfrenta su destino sostenido por el amor de los pobres de la tierra –al decir de Martí-, de los oprimidos, de los nadie, los mismos que hoy, tras la noticia de su muerte, se desbordan y rinden tributo a quien encarnó como pocos dirigentes la lucha por la liberación y la dignidad de los pueblos.

¿Quién podría dudar de ese amor al observar a las multitudes que tomaron las calles de Venezuela para despedirlo,  en expresión inédita de agradecimiento, pero también de esa extraña mezcla de dolor y rabia ante la partida? ¿Quién podrá ocultar las muestras de solidaridad que llegan desde todos los rincones del planeta, y que definen la dimensión que alcanzó el liderazgo del presidente y la hondura de su mensaje?

Solo queda agradecerle al hombre que le ayudó a todo un continente a reencontrar la esperanza y que, en 1999, cuando muchos jóvenes recién despuntábamos los veinte años,  nos mostró un camino de consecuencia y compromiso que parecía sepultado en la historia y proscrito por el entreguismo de la clase política latinoamericana; un camino de prueba y error para seguir avanzando, en este siglo XXI, hacia la utopía de nuestra América y del otro mundo posible.

¡Gracias Chávez, por todo! ¡Hasta siempre!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Andrés, hay hombres que nacieron para cambiar la historia y mostrarnos que aún dentro de este sistema bestial que es el neoliberalismo se puede hacer justicia social con los desposeídos de la tierra. Chávez era nuestro, no solo de Venezuela; él representó como Fidel la dignidad de América Latina frente al imperialismo que nos ha mancillado por décadas, que es el responsable junto con los ejércitos de nuestros países de seguirnos produciendo dolor a miles en este continente, que esas heridas no acaban. Chávez nunca tuvo miedo de mandar al estiércol a los gringos, y eso es una actitud que respetamos millones.

Saludos,

Marylena Bustamante