sábado, 31 de mayo de 2014

Ecuador: El tema de la reelección

En su mensaje anual a la Asamblea Nacional el presidente Correa ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de la reelección indefinida de todos los cargos de elección popular. Y esto ha vuelto a alborotar el cortijo, donde políticos y analistas ensayan las más diversas teorías.

Jorge Núñez Sánchez / El Telégrafo

Según la oposición, se trata de un proyecto antidemocrático, encaminado a perennizar un sistema autoritario de gobierno y a someter a todos los poderes del Estado a la voluntad imperativa de un caudillo. Incluso hay sectores próximos a la Revolución Ciudadana que ven con cierto recelo la reelección indefinida de gobernantes nacionales y locales, y que preferirían la reelección tras un período intermedio. Así las cosas, hallamos que el asunto merece ser analizado en detalle.

Un primer punto a destacar es que la reelección que les molesta a los opositores no es la de alcaldes y prefectos, donde hay casos, como el de Guayaquil, en que les ha ido muy bien. Lo que les fastidia es la reelección presidencial, porque hallan que ahí no tienen oportunidad de ganar. Así, pues, la suya no es una posición de principios, sino un simple oportunismo: apoyan lo que les conviene y critican lo que les puede perjudicar.

Un segundo punto de análisis es la relación entre reelección y democracia. Y aquí hay que destacar que la reelección de los gobernantes es un mecanismo absolutamente democrático, aprobado tanto por la teoría como por la práctica.

En la teoría, unos pocos países prohíben la reelección de sus gobernantes, pero la gran mayoría lo permite de modo inmediato y algunos de forma indefinida. En la práctica, hay que recordar los casos emblemáticos de algunos países que tuvieron gobernantes por largos períodos.

En Alemania, Konrad Adenauer gobernó por 14 años, Helmut Kohl por 16 años y la señora Merkel lleva ya 9 años en el mando. En Inglaterra, Margaret Thatcher gobernó por 12 años. En Francia, Charles de Gaulle gobernó por 11 años y François Mitterrand por 14 años. En España, Felipe González gobernó por 14 años. Y en Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt fue elegido presidente por cuatro ocasiones y gobernó por 12 años.

Un tercer punto a enfocar es la cuestión psicosocial del liderazgo político, que no es algo que se puede inventar o fabricar de la nada, sino que surge de la realidad, sobre la base de una emoción colectiva. Los pueblos se identifican con líderes que tienen la virtud de sintonizar los anhelos de la mayoría y que logran inspirar y juntar a los demás para la consecución de un proyecto movilizador.

En fin, lo deseable es que el pueblo tenga la oportunidad de elegir al mandatario que guste y que lo haga sin cortapisas ni frenos, en elecciones limpias y abiertas a todas las ideas y proyectos políticos.

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