domingo, 30 de noviembre de 2014

Centroamérica en la reconfiguración mundial

El panorama mundial se está reconfigurando a pasos agigantados, la locomotora de este proceso es la cada vez más estrecha relación entre Rusia y China, potencias mundiales que han comprendido que el distanciamiento que privó entre ellas en el período del socialismo “real” fue uno de los más grandes errores que pudieron haber cometido.

Rafael Cuevas Molina/Presidente AUN-Costa Rica

La alianza entre China y Rusia es uno de los factores
de configuración del mundo multipolar.
En este año 2014 que está por finalizar, varios acontecimientos han puesto de relieve esta tendencia mundial. El primero fue el entendimiento entre China y Rusia para la exportación de gas ruso a China, como consecuencia de los problemas que están sucintándose en Ucrania, en donde Occidente, específicamente la Unión Europea y la OTAN, con visión miope, hace lo posible por desplazar a Rusia de una zona históricamente bajo su esfera de influencia.

La venta de gas ruso a China va acompañado, también, de una serie de proyectos de infraestructura que considera la construcción de puertos, gasoductos y oleoductos, centrales energéticas, etc., que transformarán la antigua Ruta de la Seda en un verdadero viaducto de desarrollo.

Otro acontecimiento relevante de este año que casi concluye lo constituye la reunión de la APEC en Pekín, en donde el proyecto norteamericano de la Alianza del Pacífico quedó prácticamente enterrado frente a la propuesta China de una zona de libre comercio en Asia, que comprende 23 países.

Frente a las intenciones norteamericanas de dejar fuera a China de la Alianza, proyecto con el que han estado de acuerdo México, Colombia, Perú y Chile en América Latina, la China se erige como centro y dinamizador de un proyecto que pretende erigirse como modelo de zona de libre comercio mundial.

Paralelo a estos procesos que evidencian que el peso del equilibrio económico mundial está desplazándose rápidamente hacia Asia, América Latina presenta originales experimentos político-sociales que han servido no solo para mejorar el nivel y la calidad de vida de millones de personas en varios países, sino que se han transformado en fuente de inspiración para movimientos alternativos que se gestan en el corazón de la misma Europa. PODEMOS, en España, y SIRYZA en Grecia no tienen el más mínimo empacho en así manifestarlo.

En este contexto, Centroamérica, que hace unos 5 años presentaba un alentador panorama de acercamiento a las posiciones progresistas, nacional-populares, del ALBA, el cual fue frenado de forma abrupta por el golpe de Estado en la Honduras del 2009, mira atenta hacia este panorama y juega sus cartas.

Seguramente la más importante iniciativa es la que pretende jugar el gobierno sandinista en Nicaragua con su proyecto de construcción del canal interoceánico, megaproyecto que, de llegar a concretarse, pondrá a este país en el tablero de los intereses geoestratégicos que se mueven en torno a estas tendencias globales que mencionamos. La sola posibilidad de construcción del canal muestra a las claras el cambio que ha sufrido el paisaje mundial, y la pérdida de fuerza de los Estados Unidos en la región. Durante todo el siglo XX, la potencia del Norte mantuvo el monopolio del Canal de Panamá y la posibilidad de vetar cualquier proyecto alternativo en Nicaragua. Pero ahora las cosas han cambiado. Para nadie es un secreto la importancia que tiene para China y otros países latinoamericanos, la posibilidad de tener a su disposición un segundo canal.

El caso costarricense, por su parte, parece estar marcado por un discurrir demasiado lento para la velocidad con la que se desarrollan los acontecimientos. Este país sigue estudiando la posibilidad de ingresar a la Alianza del Pacífico cuando, como parece ser evidente, esta ha perdido vigencia.

El Salvador apuesta por continuar sus relaciones con Venezuela, que han posibilitado aumentar la inversión social. Solo Guatemala y Honduras, gobernadas ambas por los más atrasados grupos de poder de la región, quedan al margen del signo de los tiempos.

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