domingo, 30 de noviembre de 2014

Cuba y la orgía incompleta de la derecha reaccionaria

La orgía retrógrada de la derecha no está completa, sus amos de Washington se han desvelado tratando por todas las vías de acabar con el socialismo cubano y no han podido. En la Casa Blanca se han turnado los inquilinos demócratas y republicanos, cada uno con sus amenazas contra la Isla, pero Cuba sigue libre, soberana e independiente.

Ángel Bravo / Especial para Con Nuestra América

A propósito del 9 de noviembre por los 25 años de la caída del Muro de Berlín, los medios comerciales desataron una orgía periodística de celebración. La fiesta indicaba que el socialismo fracasó y el capitalismo triunfó, así de sencillo y maniqueo. A esa prensa no le interesó analizar lo qué es el socialismo; el afán solo era decir que el socialismo se derrumbó, y el resultado de la Guerra Fría es que ganó Estados Unidos, símbolo del capitalismo.

Fue a partir de esos hechos, que el imperialismo se sintió dueño de la historia. Le tocó a George H. W. Bush disfrutar de esas “mieles” triunfalistas. Y desde la Casa Blanca -como nunca antes-, un presidente de los Estados Unidos se creyó dueño del mundo. Eufórico y amenazador no sólo veía y gozaba de lo que pasaba en el campo socialista en Europa del Este, sino también miraba a la Mayor de las Antillas, y contaba los días de vida que le quedaban al socialismo cubano.

La deducción que hacía el imperio era que, como el socialismo estaba en su ocaso, entonces la Revolución Cubana desaparecería. Por supuesto que era una lectura equivocada de esos acontecimientos. La anécdota aquella, de que en Miami se agotaron la venta de maletas en una semana, porque los batistianos creyeron que retornarían de inmediato a Cuba, porque la Revolución se caería, indicaba el triunfalismo infantil y cegado de los mafiosos.

Lo que en estos 25 años le ha preocupado al imperio y a los organizadores de la fiesta y sus ideólogos es que ese fracaso haya sido sólo en Europa del Este y no en América Latina, especialmente en Cuba. Después del derrumbe del socialismo, hubo no pocos dirigentes, militantes y simpatizantes de la izquierda latinoamericana, que desencantados corrieron a integrarse a las filas del enemigo. Nunca entendieron lo que dijo el Amauta José Carlos Mariátegui, refiriéndose al Perú, pero que es válido para América Latina, que el socialismo no debía ser ni calco ni copia, sino una creación heroica. El 26 de julio de 1991 en la ciudad de Matanzas Fidel Castro habló claro sobre esa estampida: “Hay gente que quisiera morirse de oportunismo antes que recordar que militó en un partido comunista, que siente miedo de haber militado en un partido comunista”.
Hoy, ¿no es acaso creación heroica lo que desde hace algunos años tratan de hacer, no una vanguardia ilustrada, sino los pueblos en Bolivia, Ecuador, Uruguay, Venezuela, Argentina, El Salvador, Brasil, y desde hace más de cincuenta y cinco años la Revolución Cubana?

El periódico El Universal de Caracas, que condensa el pensamiento de la oligarquía más reaccionaria en América Latina, tendenciosamente tituló su página principal el 09 de noviembre: “Cuba "olvida" los 25 años de la caída del Muro de Berlín”.

Como puede verse, la orgía retrógrada de la derecha no está completa, sus amos de Washington se han desvelado tratando por todas las vías de acabar con el socialismo cubano y no han podido. En la Casa Blanca se han turnado los inquilinos demócratas y republicanos, cada uno con sus amenazas contra la Isla, pero Cuba sigue libre, soberana e independiente.

El 26 de julio de 1989, meses antes de que el Muro de Berlín de cayera y más de año y medio antes de que el bloque socialista de Europa del Este se disolviera, Fidel Castro en Camagüey expresó el camino que seguiría Cuba: “Tenemos que ser más realistas que nunca. Pero tenemos que hablar, tenemos que advertir al imperialismo que no se haga tantas ilusiones con relación a nuestra Revolución y con relación a la idea de que nuestra Revolución no pudiera resistir si hay una debacle en la comunidad socialista; porque si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o, incluso, que nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró, cosa que esperamos que no ocurra jamás, ¡aun en esas circunstancias Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo!”

El inmenso y criminal muro del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra Cuba por más de cincuenta años, no ha hecho sino multiplicar la dignidad y la honra del pueblo cubano.

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