sábado, 22 de agosto de 2015

Integración: ¡Ahora o nunca! Una iniciativa del Foro de San Pablo

Hoy la urgencia de la integración tiene características dramáticas. Sin integración en serio,  el proyecto latinoamericanista que despunto a fines de los 90  está en grave amenaza de retroceso y derrota final.

Mariano Ciafardini / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina

El Foro de San Pablo se reunió en su XXI encuentro en la ciudad de México  entre los días 29 de julio y 1 de agosto. Se celebraron sus 25 años (hubo algunos años en que no se celebró encuentro anual) desde su creación a instancias de Fidel Castro y Lula da Silva, y otros dirigentes de la izquierda latinoamericana y del Caribe en la ciudad de San Pablo en 1990.

Su vigencia como centro de encuentro y debate colectivo de la izquierda continental lo demuestran las continuas solicitudes de ingreso,  como las recientemente aprobadas de los Socialistas Allendistas de Chile y la Marcha Patriótica de Colombia ,o las que están en tratamiento como la del Partido Justicialista de Argentina.

El encuentro XXI no fue ajeno al clima de contraofensiva de derecha en todo el continente que embiste con particular fuerza a algunos de los gobiernos de partidos miembros del Foro como Brasil, Venezuela y Ecuador. Aunque también repercutió en los debates la situación de los partidos anfitriones el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT) mejicanos, ambos sufrientes de una sangría de votos en las últimas elecciones que podrían hacer que el segundo perdiera su registro ( y su consecuente financiación estatal).

Las resoluciones de este Foro se concentraron entonces en numerosas declaraciones de solidaridad con los gobiernos progresistas y los pueblos de todo el continente y en la elaboración de una agenda de actos y movilizaciones en ese sentido. Tampoco estuvo ausente de la declaración final el análisis de la situación  mundial y en particular de la situación europea. Participaron como invitados observadores dirigentes de la izquierda europea, del partido Syriza de Grecia y de otros ámbitos globales como el Partido Comunista de China y de Vietnam y partidos y movimientos de  África y Asia entre otros.

Pero además de las declaraciones  y acciones de solidaridad,  el Foro resolvió en esta oportunidad recoger las sugerencias de distintos talleres que se realizaron en paralelo a los debates generales  Uno de ellos versó sobre la necesidad de ir elaborando un proyecto de gobierno único de la integración Latinoamericana y del Caribe tanto en sus aspectos económicos y sociales como políticos.

Mucho se ha hablado y declamado con razón  desde el inicio de la avanzada progresista y democrática en América Latina y el Caribe, principalmente a partir de la asunción como presidente de la República Bolivariana de Venezuela de Hugo Chávez Frías. Justamente el derrotero bolivariano impreso  por el comandante Chávez a su querida Venezuela  y esparcido desde allí a toda Nuestramérica es heredero de las aspiraciones de la gran integración regional intentada por el mismo Bolívar en el congreso anfictiónico de 1820.

Es que hoy la urgencia de la integración tiene características dramáticas. Sin integración en serio,  el proyecto latinoamericanista que despunto a fines de los 90  está en grave amenaza de retroceso y derrota final. Sin embargo el avance de la integración aparece últimamente como estancado a la par de la posición a la defensiva de varios de los procesos nacionales de los países del continente frente a la contraofensiva de derecha. ¿Es que hay que esperar que cada uno de estos procesos se resuelvan favorablemente a las fuerzas de izquierda para retomar la “cuestión de la integración”? ¿O es que sin que la cuestión de la integración tome nuevo impulso estos procesos están destinados a la regresión y el estancamiento  y finalmente a la misma derrota país por país?

Hay una dialéctica en ello, pero lo cierto es que en relación a la integración la idea misma no ha logrado todavía calar lo hondo que se necesita, o ya en los gobiernos populares (que están encerrados inevitablemente  dentro de  los espacios reales  del juego político internacional, tremendamente complejo, de la globalización)  sino que los mismos partidos políticos y otras organizaciones de izquierda progresistas y democráticas de América Latina y el Caribe  no terminan de encontrar el camino para que estas ideas se hagan carne en sus bases y de allí se esparzan a las masas  de los distintos países. Este proceso es indispensable para que desde allí , desde los pueblos la idea de la integración vuelva en forma de reclamo urgente concreto y potente a los gobiernos y a las entidades supranacionales. Los caminos de la integración por arriba tiene sus límites ( y es probable que ya los hayamos alcanzado) Solo como reclamo de masas populares el proceso de integración podrá seguir avanzan do hasta concretarse plenamente.

Y las razones del déficit de la lucha política por la integración radica  principalmente hoy  en que no existe todavía  un proyecto, ni siquiera un borrador o lineamientos de proyecto político económico y social de lo que sería (al menos a  grandes rasgos) la gran nación nuestroamericana,  ni siquiera un borroso esquema . Todo se sigue pensando en términos de relaciones inter-nacionales, colaboraciones, cooperaciones, zonas de libre comercio  o complementos  bilaterales en determinadas ramas de la producción y el comercio, cuándo mucho.

Ese no es proyecto suficiente para que nuestros pueblos vean el inmenso poder de la integración verdadera para transformar sus vidas y las de las generaciones futuras, el proyecto por el que valga la pena luchar.

Hace falta mostrar como con  una planificación,  aunque sea precaria e inicial,  a partir de un diagnóstico de todos los recurso existentes, podría empezarse a dar solución a problemas crónicos  (y que hoy parecen insuperables) de nuestros pueblos   y como  el avance de un gobierno conjunto que administre articuladamente  todos esos recursos, planificando racional y complementariamente,  protegiendo  el medio ambiente y las culturas  locales, América Latina y el Caribe se alzarían en poco tiempo en una fuerza formidable y la región se pondría  de pie frente al mundo para negocia de igual a igual.

Pero sobre todo debe mostrase a las masas, a los pueblos , a los jóvenes  como un proyecto de esta naturaleza inclinaría definitivamente la balanza de la distribución, de la oportunidades de progreso  y de las posibilidades del vivir bien,  el buen vivir y el desarrollo sustentable y sano, a favor de los eternamente excluidos sin dejar a nadie afuera.

Un sujeto político-histórico-revolucionario sólo se construye en torno a un proyecto concreto. Sin proyecto de gobierno latinoamericano y del Caribe no se ha de estructurar nunca el sujeto colectivo que lo lleve a cabo.

Es claro que si estamos hablando de una organización político-económica y social de nuevo tipo, su construcción no puede ser más que colectiva, con la amplia participación de las masas  de todos lados,  hasta lo más recóndito del continente. Pero ese debate debe ser disparado , puesto en marcha, canalizado, sintetizado y vuelto a poner en discusión general( las veces que sea necesario) por las organizaciones de izquierda  progresistas y democráticas que vienen luchado desde siempre contra el imperialismo y por la liberación de los pueblos. ¿De qué otro lugar que no fuera del Foro de San Pablo  podría haber surgido esta iniciativa?

 Al respecto el GT aprobó por resolución la creación de una Comisión permanente de elaboración de dicho proyecto. Esta comisión estará habilitada para recabar datos, información, trabajos e investigaciones, como insumos para la elaboración del proyecto regional, así como organizar eventos encuentros seminarios y proseguir con el taller en los futuros encuentros.

 La creación de este nuevo ámbito de recolección de información,  investigaciones y debate resulta ser una magnífica oportunidad para todos los integrantes de los diversos partidos políticos integrantes del Foro y sus institutos y organizaciones afines   para intervenir  en la construcción de este proyecto.

Para empezar a armar una base de datos, informes y trabajos que sirvan para hacer los primeros borradores y lineamientos generales de una planificación tan ambiciosa  será preciso la inteligencia colectiva y el esfuerzo colectivo. Como propuesta  dejamos  la inquietud  a todos aquellos que quieran sumarse al esfuerzo que manden sus opiniones  y sobre todo datos,  información  y trabajos  generales o específicos de los distintos aspectos políticos económicos y sociales que demanda la elaboración del proyecto  a la Secretaria del Foro de San Pablo y al correo de este servidor mciafard@gmail.com  

*Mariano Ciafardini es miembro del Centro de Estudios y Formación Marxista Héctor Agosti (CEFMA)

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