sábado, 10 de octubre de 2015

EE.UU y Cuba: “La prisa es de ellos, no de nosotros”

Néstor García Iturbe, historiador y diplomático cubano, doctor en historia y especialista en EE.UU., analiza la reunión de Castro y Obama, las derivaciones del deshielo, la posibilidad de que Obama viaje a La Habana y la afinidad política entre Raúl y Francisco. Dice que EE.UU. sigue buscando cómo destruir la Revolución Cubana.

Darío Pignotti / Página12

Néstor García Iturbe
Luego del paso del “huracán” Francisco, hace dos semanas, el tema del que todos hablan en La Habana es el reciente encuentro de Raúl Castro con su colega Barack Obama en Nueva York, el segundo en seis meses. Durante los 56 años sin relaciones formales, finalizados el año pasado, cubanos y norteamericanos cultivaron la diplomacia secreta, especialmente a través de las oficinas de intereses en La Habana y Nueva York. O los intercambios de mensajes sigilosos como el que mantuvieron Fidel Castro y Bill Clinton a fines de los años 90 gracias a la mediación del Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez.

El diplomático y doctor en Historia Néstor García Iturbe es uno de los cubanos con más experiencia en Estados Unidos, donde trabajó durante 14 años como funcionario en la oficina ante la ONU, desde donde articuló conversaciones secretas con autoridades norteamericanas. En esta entrevista exclusiva analiza la reunión de Castro y Obama, las derivaciones del deshielo, la posibilidad de que Obama viaje a La Habana y la afinidad política entre Raúl y Francisco.

–¿Cuál es su balance del encuentro entre Raúl y Obama?

–Considero que ambos cumplieron sus propósitos. En el caso de Obama, mostrar que el proceso con Cuba está avanzando y tratar de mostrar una imagen mejor en América latina, a pesar de todo lo que está haciendo, principalmente contra Venezuela, Bolivia y Ecuador. En el caso de Raúl, aprovechar la oportunidad para recalcar una vez más que ahora comienza el proceso de normalización y plantear nuevamente lo que Cuba exige como condición, la suspensión del bloqueo, la devolución del territorio ocupado en Guantánamo y todo lo demás ya planteado, por lo que ese proceso pudiera durar unos cuantos años.

–¿Considera sincero el pronunciamiento de Obama contra el bloqueo?

–En mi criterio Obama fue claro en lo que dijo, pero ha sido tergiversado y mal interpretado por muchas agencias de prensa, yo diría casi todas.

Obama dijo: “En la medida en que estos contactos promuevan progreso, estoy seguro de que nuestro Congreso inevitablemente levantará el embargo, que no continuara”. Decir que está seguro de que el Congreso levantará el bloqueo, lo considero parte de los cantos de sirena de los cuales ya hemos sido advertidos por el propio Raúl. En ese discurso algunas cosas se dicen y otras se dejan a la interpretación, plantear que lo que EE.UU. estaba haciendo (bloqueo) no estaba funcionando, significa que ahora están probando otra forma para lograr sus propósitos, que es la destrucción de la Revolución Cubana. Obama plantea que la política llevada durante los últimos cincuenta años estaba encaminada a mejorar la vida del pueblo cubano. ¿Quién se cree eso? Medio siglo de bloqueo, agresión militar por Playa Girón, quema de cañaverales, destrucción de fábricas, escuelas, almacenes y otros centros, introducción de plagas y enfermedades en el país... Nadie puede considerar que fue para mejorar la vida del pueblo cubano.

–¿Es posible el fin del bloque y el cierre de Guantánamo antes de que concluya el mandato de Obama?

–La posibilidad es muy remota, pero pudiera existir. Todo estará en función de las elecciones norteamericanas (2016) y los intereses de las grandes corporaciones, sobre todo en lo que tiene que ver con el bloqueo.

En cuanto a la cárcel de Guantánamo, también existe alguna posibilidad, pero es un mecanismo que se está moviendo muy lento, deben acelerarlo si la intención es cerrar la cárcel antes de que termine su mandato.

–¿Quien tiene más prisa en avanzar: Obama o Raúl? ¿Cuba puede esperar otros 50 años?

–Yo considero que los que están atrasados cincuenta años son ellos. La Revolución Cubana, con dificultades, muchas de ellas creadas por los Estados Unidos, sigue viva y avanza. Cada día son más los países que desean establecer relaciones comerciales con Cuba, comprar nuestro tabaco, nuestro ron, nuestra azúcar, nuestro níquel, alquilar nuestros hoteles. Los hombres de negocio estadounidenses saben que si no se apuran, cuando lleguen no van a tener nada que negociar o solamente lo que quede que siempre es lo peor. La prisa es de ellos, no de nosotros.

–¿Es posible que Obama viaje a Cuba?

–Eso lo determinarán las elecciones por una parte y el apuro de Obama por consolidar lo ya obtenido por otra. También se pudiera preguntar si sería posible una visita oficial de Raúl Castro a los Estados Unidos. Yo creo que lo sería, si es que Obama quiere correr ese riesgo. Ahora bien, si el Congreso levanta el bloqueo estoy seguro de que Obama viaja.

–¿Como impactará el tema Cuba en la campaña electoral norteamericana?

–No creo que el tema Cuba sea un tema de impacto nacional en la campaña electoral, existen otros problemas más importantes para el estadounidense que lo que sucede con Cuba. Claro está que en La Florida y Nueva Jersey los candidatos hablaran de Cuba, en otros estados es poco probable. En cada estado el discurso del candidato es distinto, según lo que interesa en el estado.

–¿Una victoria del republicano Jebb Bush podría anular todos los avances?

–No lo creo, ya son muchos intereses, si ha dicho eso es porque sabe que en La Florida algunas personas les gusta que diga eso, pero hay muchas ya que no les gusta. Ahora está comenzando los negocios con Cuba y van a crecer, ni Bush ni cualquier otro se podrá oponer a eso, recuerde que él sería solamente el presidente, como ahora lo es Obama. Tienen que hacer lo que los grandes intereses le digan y esos quieren sacar el mayor provecho posible a las relaciones con Cuba, incluyendo acabar con la Revolución Cubana.

–¿Cuáles son los grupos de interés estadounidenses más comprometidos en el deshielo?

–Hay muchos grupos interesados, todos quieren llegar lo antes posible para que no les quiten su tajada. Los norteamericanos saben que los españoles, chinos, rusos, mejicanos, italianos, japoneses y en fin un gran número de países están viajando y cada cual controla un pedazo a veces de cosas que ellos quisieran. Los agricultores norteamericanos están haciendo mucha fuerza, también los que trabajan el turismo, los del petróleo, los del azúcar, la industria electrónica y la de entretenimiento, la de música.

–¿La comunidad de inteligencia estadounidense apoya el deshielo?

–Yo creo que sí. Ahora que abrieron la embajada en La Habana (agosto 2015) la comunidad de inteligencia va a tener una estación de la CIA y va a tener más trabajo como el de colaborar con los planes de subversión político ideológica en Cuba. Eso es algo que habían perdido desde 1961 (cierre embajada), ahora pueden contactar directamente a sus agentes y colaboradores, no como antes cuando lo hacía por medio de las otras embajadas que colaboraban con ellos. La CIA tiene malos recuerdos de la contrainteligencia Cubana, pero de todos modos van a seguir trabajando.

–¿Y el complejo industrial militar apoya el fin de Guantánamo?

–Considero que los grupos vinculados al complejo militar industrial lo que desean es la guerra, no la distensión, eso es lo que les produce dinero. Se han realizado declaraciones del Pentágono planteando que están de acuerdo en quitar la cárcel, pero no en entregar la base, dicen que es vital para ellos y su dominio del Caribe.

–En los próximos días arribará una misión negociadora de EE.UU. a La Habana, ¿cuáles serán los planteos cubanos?

–Esta es una pregunta múltiple. La secretaria de Comercio seguramente vendrá a tratar de que Cuba compre más alimentos a Estados Unidos, que es lo que por una licencia dada por Clinton es posible comprar, por un monto de unos 800 millones (dólares) anuales, ahora compramos un poco menos de 400. Lo del inicio de los vuelos normales se está negociando, hasta ahora solo vuelan los charters, la idea es que Cubana (aerolínea Cuba) vuele a Estados Unidos, para también nosotros recibir el beneficio económico de esos vuelos, es necesario ver cómo queda el bloqueo en ese caso. Además le digo que las inversiones pueden comenzar mañana por la mañana, la ley cubana lo permite, la que no lo permite es la ley del bloqueo no. Lo de las remesas hasta ahora no hay nada (en Cuba) contra de su ampliación. Claro que Cuba como en cualquier país se le pone impuesto al dinero que ingresa, además se verifica que no provenga de drogas y otros negocios ilícitos, de los cuales hay millones en Miami.

–¿Qué importancia tuvo la mediación papal? ¿El diálogo hubiera prosperado sin Bergoglio?

–Evidentemente que la mediación del Papa ayudó y fue importante. Ofreció confianza a las dos partes, algo importante para poder negociar y avanzar. Sin la mediación del Papa yo considero que el diálogo igual se hubiera establecido, pero no hubiera tenido resultados a tan corto tiempo.

–Cuando uno ve a Raúl y Francisco hablando parecen tener cierta confianza política. ¿Esos lazos son tan sólidos como para sobrevivir a una crisis entre Cuba-EE.UU.?

–En mi criterio lo son. Nuestras relaciones con el Vaticano no están determinadas por las relaciones con Estados Unidos.

–Frei Betto dijo, el día que llegó el Papa, que Cuba debe prepararse para un ataque cultural consumista con foco en los jóvenes. ¿Coincide con esa perspectiva?


–Ese es un problema serio en el que estamos trabajando. Es necesario que la producción de Cuba aumente y las posibilidades internas para jóvenes y viejos sean mayores, lo cual pudiera frenar un poco la seducción consumista, sin embargo recuerde que Lenin dijo “El hombre piensa como vive” y si la revolución puede mejorar las condiciones de vida de la población, también mejorará su forma de pensar.

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