sábado, 24 de septiembre de 2016

Puerto Rico: Llegó la Junta de Control Fiscal. ¿Y ahora qué?

En Puerto Rico, sabemos que el rol principal de esta junta es asegurar que se pague la deuda a los acreedores. En nada beneficiará al pueblo trabajador, porque le podría eliminar beneficios adquiridos.

Carlos Pérez Morales / Especial para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico

Una vez más, el Congreso de Estados Unidos confirmó el carácter colonial del mal llamado Estado Libre Asociado de Puerto Rico con la aprobación de una Junta de Control Fiscal. Aquellos que por años trataron de engañarnos aduciendo que se había creado un pacto con Estados Unidos en 1952, porque Puerto Rico había creado un gobierno propio quedaron estupefactos: su mentira se descubrió.  Aduciendo razones económicas por la faraónica deuda que tiene nuestra nación, crearon esta Junta que puede derogar todas las decisiones del gobierno colonial.

La Junta comenzó sus funciones a principios de este mes de septiembre. Este organismo tendrá los poderes de un súpergobierno, por encima de la Constitución de Puerto Rico y sus funcionarios electos y con autoridad general para reestructurar la deuda pública. Podrá derogar leyes, incluyendo la ley de presupuesto, decisiones del gobernador y lo que es aún más peligroso, podrá revisar decisiones judiciales.

Algunos líderes políticos puertorriqueños avalaron esta junta. Entre ellos se encuentra el actual gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla y el comisionado residente Jorge Pierluisi.  Ricardo Roselló, candidato a gobernador por el partido anexionista Partido Nuevo Progresista, al principio la rechazó, pero luego se ha mostrado dispuesto a trabajar junto a ella. De hecho, ya junto a su compañera de papeleta Jennifer González, le han sometido algunas recomendaciones a la Junta.  Todos los políticos del sector independentista, incluyendo a Bernabe, la repudian. Estos sectores, al igual que la alcaldesa de San Juan, han llamado a la resistencia civil como arma de  lucha. Por la rama judicial federal, el Juez de Apelaciones Juan Torruella,  se manifestó en contra de este organismo y también hizo un llamado a la resistencia civil. El Juez denunció un gran déficit de democracia en Puerto Rico. También repudió, el que Estados Unidos promueva y establezca democracias en el mundo, pero no la aplique a Puerto Rico.

Con la ley del Congreso mal conocida como PROMESA, se devolvió nuestra condición política al año 1900, con la Ley Foraker o como la llamó una excelente historiadora: “la raíz del sistema colonial en Puerto Rico.” Por ejemplo, esta ley reconocía que la Asamblea Legislativa tenía plenos poderes y derechos de discutir y aprobar la legislación que se aplica internamente en Puerto Rico, [pero]  todos los proyectos promulgados debían ser remitidos al Congreso de los Estados Unidos, quien ... se reserva la facultad de anularla si lo tuviere por conveniente (art. 31 Ley Foraker).  La Junta pues es un retroceso político porque significa que no tenemos la capacidad de gobernarnos.

En Puerto Rico, sabemos que el rol principal de esta junta es asegurar que se pague la deuda a los acreedores. En nada beneficiará al pueblo trabajador, porque le podría eliminar beneficios adquiridos.

Está por verse la verdadera reacción de nuestro pueblo. Son muy imprecisas las reacciones, cuando se desatan las fuerzas sociales. Ha llegado el momento de incrementar nuestra lucha por la plena libertad e independencia.

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