sábado, 14 de octubre de 2017

Perú: Fútbol, indulto y patología imperial

Que no nos llame la atención que ante la posibilidad de una clasificación del Perú a Rusia 2018, las puertas de prisión de abran al representante de la dictadura del mercado impuesta – democráticamente - desde el Congreso de la República al Perú (1992): Alberto Fujimori.

José Toledo Alcalde / Especial para Con Nuestra América
Desde Estados Unidos

El expresidente Alberto Fujimori.
Una vez más el fútbol nos psico-socio analiza. En las últimas semanas, en el Perú,  temas como la clasificación de la selección de futbol al mundial de Rusia 2018 y el tan manoseado posible indulto al reo Alberto Fujimori superan megas titulares como el atentado terrorista acaecido en Las Vegas o los cientos de conflictos sociales librados, sin solución, en el Perú al día de hoy. Esta suerte de festín temático, ajeno al interés cotidiano del ciudadano de a pie, la cual nos revela la personalidad distorsionada de un país que fue construido sobre las bases de la manipulación política de la mano con el circense show deportivo.

Algo de historia. Recuerdo cuando tuve la oportunidad de conocer al legendario futbolista Teodoro Fernández Meyzán más conocido como Lolo Fernández (1913-1996). Uno de mis intereses fue el saber, de primera fuente, la goleada que sufrió Austria en manos del equipo de fútbol peruano en tan recordado festival deportivo olímpico celebrado en la Alemania de 1938 en pleno auge del Tercer Reich liderado por el tristemente célebre Adolf Hitler. El equipo peruano logró imponerse al austriaco por  cuatro tantos a dos después de habérsele anulado tres goles evitándole mayores malestares al Führer. Como resultado de dicho acto “ignominioso” originado por la escuadra peruana, lo cual fue vencer al equipo de la tierra natal del líder Ario, fue la anulación de dicho encuentro teniendo como resultado la renuncia del equipo peruano. Esto me lo confirmó Don Lolo Fernández con lujo de detalles y con aires de dignidad desbordante!

Esta suerte de demostración de poderío no encuentra su génesis en el siglo XX. Desde sus orígenes en Grecia la demostración de supremacía siempre fue ligada a la consolidación de la relación de opresión y sumisión entre “señores y esclavos”. En la Alemania hitleriana la consolidación de la supremacía Ariana no podría verse amenazada  por “razas” no arias, menos aún por equipos deportivos considerados provenientes de clases inferiores, como fue el caso del equipo peruano.

Después de la pesadilla aria, EEUU arremetió en el mundo contra todo aquello que fue contrario  a sus pretensiones hegemónicas. No permitirían que exista otra Alemania del Führer pero tan poco evitarían que ellos se conviertan en la nueva pesadilla neocolonialista global. El cambio de patología hegemónica solo transmutó de forma más no en contenido. Las pretensiones hegemónicas arias  pasaron a convertirse en el sueño  imperial americano y lo que nos llama la atención es el perfecto uso del futbol (y toda disciplina deportiva) como arma sicosocial de manipulación y control colectivo.

Y, ya en nuestros tiempos, no podemos evitar enlazar estas claves históricas como la olimpiada del ’36 en Alemania con lo sucedió esta semana en Buenos Aires y el rio revuelto alrededor del posible indulto del reo Alberto Fujimori en Lima. Aquello que debiera haber sido una de las actividades más importantes a nivel de disciplina deportiva y entretenimiento colectivo ha sido convertido, sin ser esto secreto para nadie, en una burda mercancía global de especulación político-financiera. Así fue creada, así prosigue!

Usted quizá no lo recuerde pero cuando perdió Perú ante el Argentina, en el mundial del ‘78, una serie de eventos circundaron el triunfo mundial del país anfitrión. Por un lado, eran épocas del apogeo de gobiernos militares agrupado en torno a las pretensiones hegemónicas de Washington, y aliados. Camarillas dictatoriales que se valieron del denominado “Plan Cóndor” como estrategia de aniquilamiento y control gestados en las canteras de la otrora centro de preparación militar “Escuela de las Américas hoy  conocida como “El Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad” (en inglés: Western Hemisphere Institute for Security Cooperation).

El ex dictador del Argentina Jorge Rafael Videla, su par peruano, Francisco Morales Bermúdez y el Secretario General norteamericano Henry Kissenger , según testimonios de políticos y deportistas involucrados, fueron aquellos responsables directamente involucrados en el triunfo del título mundial de Argentina el cual no fue reconocido por Holanda quien quedó como subcampeón mundial. Videla y Kissinger, antes del partido del 6-0, visitaron la dirigencia  y elenco peruano donde quedó definido, para todos, la claudicación del equipo del Perú.

Años más tarde, el triunfo de Argentina ha sido puesto en tela de juicio por la FIFA en medio de un contexto de corrupción institucional punida, en nuestra opinión, solo  desde las ramas de un árbol que persiste en sostenerse sobre raíces amantes del distorsionado juego del mercantilismo y espectáculo del control político-social.

¿Qué hacían en Argentina, antes del encuentro decisivo para el pase de la Argentina a Rusia 2018,  el suizo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez y los presidentes Mauricio Macri (Argentina), Tabaré Vázquez (Uruguay) y Horacio Cartes (Paraguay)?

Cuando todos pensábamos que el árbitro brasilero jugaría a favor de Argentina, fuera de todo pronóstico, Paraguay volteó el partido al equipo colombiano dirigido por José Pékerman quitándole la clasificación de la mano, dando así una bocanada de oxigeno al Argentina. Con la perdida de Paraguay el equipo del cuestionado Jorge Sampaoli hubiese quedado fuera de toda posibilidad de ganarse el ticket a Rusia 2018.   ¿Tuvo algo que ver la presencia del presidente de Paraguay en Argentina desayudando con el mandamás de la FIFA?

Todo este concierto de oscuras negociaciones, todo este no más implícito affaire  de alto nivel, es solo la punta de un iceberg que se nos permite vislumbrar. En nuestra opinión, no solo están en juego multi millonarias recaudaciones de reconocidos patrocinadores que no avizoran un mundo ideal sin Lionel Messi.  Pareciera ser, lejos de dictaduras militares, que aquello que se encuentra en juego es la dictadura y control hegemónico de un mercado comercial y financiero patológicamente afectado e infectado por la pesadilla imperial, otrora 1938, 1978, hoy 2017. 

Y el Perú no es ajeno a la búsqueda de ganancias en este circense espectáculo. La maquinaria estratégica del fallido gobierno peruano de turno da signos de releer la historia a la perfección. No solo da muestras de compromiso del alma con el clan Fujimori, y todo lo que representa, quienes serian el símil a lo que representó Ronald Reagan, Margaret Thatcher  y sus laboratorios político-militar en América Latina y el Caribe, sino que no descansará hasta legitimar bajo cualquier pretexto la absolución de uno de los representantes más oscuros de la historia del Perú, Alberto Fujimori.

Así que no nos llame la atención que ante la posibilidad de una clasificación del Perú a Rusia 2018, las puertas de prisión de abran al representante de la dictadura del mercado impuesta – democráticamente - desde el Congreso de la República al Perú (1992).

Finalmente, nos preguntamos, salvando las diferencias, ¿Sería descabellado enlazar estrategias políticas, patologías imperiales, ensayadas, a través del futbol, en Alemania 1938, Argentina 1978, y Argentina-Perú 2017?

Esperamos que la dignidad sea una vez jugada desde las canchas y tribunas callejeras y virtuales de sectores de la sociedad que aún creen en la honestidad y soberanía de los pueblos. Recordar a la dignidad de deportistas peruanos del Berlín del ‘36, quienes pasaron a la historia fuera de las garras de patrocinadores y despóticas dictaduras, nos daría la posibilidad de pensar en el deporte, y toda disciplina humana, como instrumentos que deberían engrandecer a los pueblos y no denigrarlos con falsos premios y tributos a sentimientos anti-patrias  y ofensas a todo aquello que se precie de bien nacido.

No hay comentarios: