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sábado, 24 de septiembre de 2011

Costa Rica-Nicaragua: un encono digno de mejores causas

Hoy, en el territorio llamado a ser ombligo del mundo, dos pueblos hermanos se enfrentan y llaman “enemigos” a razón de una pequeña isla que, antes de los acontecimientos aquí relatados, ninguno de los dos sabían que existía.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

(Fotografía: Laura Chinchilla y Daniel Ortega, presidentes de Costa Rica y Nicaragua, respectivamente).

El viernes 16 de septiembre, un día después del aniversario de la independencia de Centroamérica, el flamante canciller costarricense Enrique Castillo declaró a uno de los diarios de mayor circulación nacional en el país, La Nación, que Nicaragua continuaba siendo un “enemigo”.

Pocas veces hemos escuchado en América Latina que entre países hermanos, más aún, limítrofes, se haga este tipo de declaraciones. Llamar “enemigo” al vecino es muy fuerte, y pareciera estar reñido con la tradición costarricense no solo pacífica sino, además, mesurada en asuntos internacionales.

La declaración vino al caso a propósito de la disputa que ambos países mantienen en torno a una pequeñísima isla en la desembocadura del limítrofe río San Juan. Costa Rica acusa a su vecino de haberla ocupado, y Nicaragua lo niega tajantemente aduciendo que es a ella a quien pertenece. Han salido a relucir tratados históricos y mapas que cada uno considera que avalan su posición y el caso ha llegado a la Corte de La Haya. Ésta, lenta y parsimoniosa como buena señora burócrata internacional, augura varios años de deliberación pero, mientras tanto, ha ordenado que ninguna de las dos partes se aproxime al territorio en disputa.

El estratégico río San Juan ha sido objeto de disputas desde el siglo XIX. A través suyo sería posible construir un canal interoceánico similar al de Panamá, y esto lo vuelve objeto de deseo de las grandes potencias, ya sea para construir el canal de marras o para evitar que otro lo construya.

Ya en tiempos tan lejanos como los del reinado de Felipe II, el arquitecto italiano Juan Bautista Antonelli fue comisionado para explorar las posibilidades del paso interoceánico. Muchos años más tarde, los voraces Estados Unidos estuvieron a punto de construir el canal, que después fue el de Panamá, en ese lugar, pero se arrepintieron a última hora dada la alta sismicidad de la zona.

El sur del río San Juan se convirtió, en tiempos de revoluciones y contrarrevoluciones en la Centroamérica de los años ochenta, en retaguardia de guerrilleros sandinistas o contras, según cuáles fueran los tiempos, y los costarricenses brindaron su territorio abiertamente o a escondidas apoyando a unos u otros.

Ahora, además del potencial que tiene el río como zona de tránsito entre los dos océanos más grandes de la Tierra, parece haber gas y petróleo en las llanuras del norte de Costa Rica y el sur de Nicaragua. Una compañía norteamericana, la Mallon Oil Company, ha aparecido reclamando derechos de exploración y, eventualmente, de explotación en tierras costarricenses.

Para terminar de enredar la madeja, los nicaragüenses anuncian que a lo mejor construyen una represa sobre el río pero, al mismo tiempo, invierten dinero dragándolo como para asegurar la navegación por sus aguas.

Agreguemos un elemento más al ya complicado panorama: los ticos acusan a los nicas de usar políticamente el diferendo para exacerbar los ánimos nacionalistas y así aglutinar a la población en torno a Daniel Ortega, que va a elecciones en octubre; mientras los nicas, por su parte, consideran también que el gobierno de la señora Laura Chinchilla hace lo propio en su país.

Todo este enredadísimo panorama se ha visto salpicado por comentarios misóginos en Managua y extrañamente guerreristas en San José. En la prensa nicaragüense no han faltado las descalificaciones machistas de la presidente Chinchilla, pero esta no se queda atrás y trata de “cobarde” a Ortega y su gobierno. Es un torneo de dimes y diretes ofensivos de las dos partes.

El Tribunal de La Haya, mientras tanto, se toma su tiempo. En la tranquila ciudad europea los jueces internacionales no sienten apremio por resolver pero, si no lo hacen pronto, a como van las cosas, seguirán apareciéndole aristas a la disputa.

Esto no favorece a nadie. Los centroamericanos son países pequeños, pobres, situados en un área geoestratégicamente vital para los Estados Unidos. Simón Bolívar le auguró, en su célebre Carta de Jamaica, el papel de centro del mundo y, por ello, pensó en Panamá para realizar el congreso en el que tantas esperanzas puso para acercar a los pueblos de aquella que él llamaba la América Meridional.

Hoy, en el territorio llamado a ser ombligo del mundo, dos pueblos hermanos se enfrentan y llaman “enemigos” a razón de una pequeña isla que, antes de los acontecimientos relatados, ninguno de los dos sabían que existía.

Un encono digno de mejores causas

Brigadas del humanismo para un mundo enfermo

Los alfabetizadores y médicos internacionalistas cubanos encarnan en nuestro tiempo una de las expresiones más conmovedoras de las luchas por la liberación: hombres y mujeres que subvierten con sus actos y sus principios la lógica de la muerte, impuesta por el capitalismo de rapiña como una pretendida ley inexorable.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

(Fotografía: médicos cubanos en Haití)

“…Y hay que acudir corriendo / pues se cae el porvenir.

En cualquier selva del mundo / en cualquier calle…”

Silvio Rodríguez (La era está pariendo un corazón)

El mundo de nuestros días, convulso y en ascuas ante cada nueva oleada de la crisis de civilización en la que intentamos evitar el naufragio, ofrece imágenes cuyos contrastes desnudan los grandes dilémas de la época, pero también, los hilos de esperanza del mundo nuevo que quiere –y debe- nacer.

Es la lucha permanente entre las fuerzas de la dominación y las de la liberación: las primeras, las vemos representadas hoy, por ejemplo, en la decisión tomada por el presidente de El Salvador, Mauricio Funes (del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional), en virtud de una “solicitud” de la Secretaria de Estado de los EE.UU, Hillary Clinton, de enviar 22 soldados salvadoreños de élite, adiestrados por el Comando Sur de los Estados Unidos, a una misión en Afganistán (capacitación de las fuerzas de seguridad), en el marco de las operaciones de “pacificación” (invasión encubierta) que despliegan allí los norteamericanos y las fuerzas de la OTAN.

Los militares partieron el pasado 18 de setiembre al país asiático, apenas un par de días después de que Clinton anuciara la inminente firma de la Alianza para el Crecimiento con El Salvador, una iniciativa que promueve EE.UU “con sus principales socio estratégicos” (no en vano se produjo la visita del presidente Obama en el mes de marzo) y que, según la funcionaria estadounidense, busca promover “la democracia, el estado de derecho y el desarrollo económico” (contrapunto.com.sv, 16/09/2011).

Pero, como se sabe, en el contexto centroamericano, ser considerado socio estratégico de la potencia del norte representa otra de las tantas formas de sujeción a sus intereses geopolíticos, enclavados en nuestros sistemas políticos y democracias formales desde los lejanos tiempos de las Banana Republic.

Y es que no debe perderse de vista que la cooperación militar salvadoreña se inscribe en ese expediente oprobioso de participación de tropas centroamericanas en las aventuras imperialistas lanzadas por los EE.UU desde el 2001, cuando George W. Bush declaró la “guerra infinita” contra el terrorismo. Allí figuran los 3000 soldados salvadoreños del Batallón Cuscatlán, que intervinieron en Irak entre los años 2003 y 2009 (elfaro.net, 18/08/2011); los 370 militares hondureños enviados al mismo destino para integrarse a la Brigada Plus Ultra, bajo las órdenes de España y Polonia (laprensa.com.ni, 22/05/2004); o los exkaibiles guatemaltecos –tropas de élite- contratados como mercenarios por empresas de seguridad privada estadounidenses, instaladas en territorio iraquí tras la invasión del 2003 (cronica.com.mx, 21/10/2007).

Afortunadamente, en la contracara de la historia de estos batallones de la vergüenza, brillan con intensidad las gestas heroicas y silenciosas de las brigadas cubanas –y nuestramericanas- de la dignidad, la solidaridad y el amor: los alfabetizadores del programa “Yo sí puedo”, reconocidos en más de una ocasión por UNESCO, y los médicos de la Brigada Henry Reeve y de la Misión Milagro, quienes en los más agrestes escenarios del desastre, la catástrofe, la exclusión social y la falta de oportunidades, en todos los rincones del planeta, de Haití a Pakistán, despliegan su labor humanitaria.

Son las fuerzas que encarnan en nuestro tiempo una de las expresiones más conmovedoras de las luchas por la liberación: hombres y mujeres que subvierten con sus actos y sus principios la lógica de la muerte, impuesta por el capitalismo de rapiña como una pretendida ley inexorable. El líder cubano Fidel Castro lo expuso con absoluta claridad en un discurso del año 2005, con motivo de la constitución de la Brigada Henry Reeve: “Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte. Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas” (lajiribilla.cu, 17-23/09/2005).

Este ejemplo de humanismo internacionalista, sin parangón en la historia reciente, no solo es el triunfo ético y de la solidaridad del pobre contra el egoísmo y la indiferencia de los ricos; ni es solo la victoria moral del pueblo agredido y bloqueado sobre el imperio opresor: por encima de todo, y como dijera Boaventura de Sousa sobre las alternativas que se ensayan en muchas partes del orbe, es un aliento del futuro que ya vive dentro del presente.

El poeta y político venezolano Tarek Willam Saab, en un hermoso relato de la experiencia de los médicos cubanos en Pakistán en el año 2005, escribía: “A contracorriente está Cuba, escribiendo junto a los médicos de la dignidad, y para la posteridad, uno de los hitos más impresionantes que hayamos conocido en el mundo contemporáneo caracterizado por el odio, la violencia y el acabamiento de la vida humana por las prácticas letales que van desde la destrucción ecológica, hasta las guerras promovidas por el gran capital con el fin de sojuzgar a los condenados de la tierra. A contracorriente va Cuba, con los honorables miembros de la Brigada Henry Reeve, vanguardia del humanismo revolucionario en el mundo entero” (Los niños del infortunio, 2006. La Habana:Ediciones Plaza. Pág. 21).

Algún día, esas brigadas del humanismo, multiplicadas en otras muchas dimensiones del quehacer social, se impondrán, definitivamente, sobre los batallones del imperialismo.

En ello, sin duda, nos va la vida.

Guatemala: La izquierda, necesidad de una autocrítica

La dirigencia de la izquierda en Guatemala debe ser generosa y advertir que su tiempo ha terminado: es urgente un relevo generacional que lleve ideas nuevas y prácticas distintas.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

Mi artículo de la semana pasada ha merecido comentarios ente los cuales quiero destacar un cuestionamiento y una aclaración. El cuestionamiento es que en mi columna yo parto del supuesto de que el general Pérez Molina ganará las elecciones del 6 de noviembre y buena parte de mis lectores y lectoras no están tan seguros de que eso suceda así. El lunes 7 de noviembre este debate quedará zanjado. La aclaración tiene que ver con lo que me ha escrito Luz Méndez, a quien agradezco su precisión, quien me cita un comunicado oficial de la URNG en la cual dicha organización informa que obtuvo tres diputados, cinco alcaldías y concejalías en un número importante de municipios. La aclaración es sustancial: la izquierda no desaparece del mapa político electoral como expresé de manera apresurada, sustentándome en diversos análisis recibidos e informaciones periodísticas que por lo visto eran preliminares.

Pero este hecho no rebate el que el desempeño electoral de la izquierda es pobre y con retrocesos. En 1995, la URNG todavía seguía en la clandestinidad y usó las siglas del Frente Democrático Nueva Guatemala para participar. En esa ocasión el FDNG obtuvo 6.85% de los votos con el muy honorable Jorge González del Valle como candidato presidencial. Pero esta decisión fue una de carácter cupular impuesta desde México, haciendo a un lado el entusiasmo que en las bases había generado el nombre de Alfonso Bauer Paiz. En 1999, la URNG buscó alianzas con sectores de centro izquierda y postuló a Álvaro Colom logrando con ello su mejor resultado electoral con 11.26 de los votos, porcentaje que muy bien hubiera podido llegar a más del 12% si no hubiera roto las alianzas con los dueños del registro del FDNG el cual ese año obtuvo 1.26%. Después de 1999, los resultados son francamente pobres: en 2003 la URNG obtuvo 2.58% de los votos y en 2007 bajó a 2.14% lo cual podría subir a 2.7% si se agregara el exiguo 0.56 que obtuvo Pablo Monsanto usando las siglas de Alianza Nueva Nación.

Los que leen mi columna desde una postura de la derecha no se cansan de decir que estos resultados son una muestra de que el pueblo de Guatemala no es de izquierda. Con esta lógica puede decirse que tampoco es partidario del militarismo y del genocidio: el 65% de los electores no votó por Pérez Molina. La diferencia estriba que Pérez Molina contó con una enorme cantidad de recursos, el apoyo de la cúpula empresarial y el de la mayor parte de los medios de comunicación. El fracaso electoral de la izquierda tiene en estos hechos una parte de su explicación: cuenta con pocos recursos financieros, tiene en contra a los más grandes poderes fácticos de Guatemala, quedó históricamente mermada por los efectos del genocidio, y tiene el encono mediático que no es mayor porque no representa amenaza electoral al orden establecido.

Más allá de las circunstancias externas, la izquierda debe hacer autocrítica profunda con respecto a su desempeño. En primer lugar un ajuste de cuentas con los atavismos centralistas y autoritarios que vienen de su pasado clandestino y político militar. La falta de democracia interna ha ahuyentado de sus filas a militantes y simpatizantes valiosos que han terminado en el retiro a la vida privada o la participación con otras fuerzas políticas y sociales. Debe erradicar su sectarismo que la ha llevado a romper alianzas que podrían haberla llevado a mejores resultados electorales. En Uruguay el Frente Amplio ha ganado con 52% de los votos mientras que encuestas indican que solamente el 30% del pueblo uruguayo declara ser de izquierda. La izquierda debe ser imaginativa en torno a qué discurso y acciones debe tomar para captar las preferencias de un electorado que vota por programas y no por ideologías. La izquierda debe abrir aun más sus candidaturas al espacio meramente ciudadano y capitalizar el prestigio de personalidades que no necesariamente han militado en sus filas. Me ha resultado patético observar la rebatinga que cada cuatro años se observa por candidaturas de una fuerza que no llega al 3% de los votos… La dirigencia de la izquierda en Guatemala debe ser generosa y advertir que su tiempo ha terminado: es urgente un relevo generacional que lleve ideas nuevas y prácticas distintas. URNG Y ANN particularmente corren el riesgo de convertirse en partidos dirigidos por gerontocracias.

El fracaso electoral de la izquierda debe llevarla a la refundación largamente postergada. En México el Partido Comunista se disolvió para ir dando cabida y a alianza a otras fuerzas políticas y sociales y dio inicio a un proceso no exento de contradicciones, pero que tiene hoy a la izquierda como una fuerza insoslayable en el panorama político mexicano. Pero esa refundación implica renuncias a protagonismos infructíferos, cotos miserables de poder, ideas arraigadas, prácticas anquilosadas y ambiciones personales.

He aquí el reto que desde 2003 tiene en sus manos la izquierda. Si lo asume tendrá alguna oportunidad. Si no lo hace, los guatemaltecos tendrán que seguir decidiendo entre cáncer o sida como sucederá el próximo noviembre.

Las ocupaciones de Wall Street

Por lo visto, los derechos se seguirán arrebatando en las calles, verdaderas tribunas del clamor popular. ¿Dónde queda la vigencia de la democracia (de mercado) representativa, si la democracia directa (popular) duerme, come y desfila por las calles?

José Toledo Alcalde* / Especial para Con Nuestra América

Desde Lima, Perú

Desocupando la miseria de Palestina, Perú y EE.UU: Crónica de tres movilizaciones

Este otoño – primavera en otros contextos geográficos – se inicia con la desocupación de espacios que el nefasto paradigma neoliberal llenó de insensibilidad, miseria y opresión que no cesan de cachetear la dignidad y soberanía del 99% de los pueblos del mundo.

El dominio físico señala que materia es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio. Es así como un espacio ocupado por una porción de materia no puede ser ocupado por una porción de materia al mismo tiempo. Estamos totalmente de acuerdo. La especulación financiera, la usura, la legitimización de la invasión de los países árabes, africanos, asiáticos y americanos, por parte de las Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) debe ser des-ocupada por fuerzas humanas dignas y soberanas no-violentas que demuestren en el corazón del imperio que la injusticia y la opresión no son valores consagrados a perpetuidad.

Globalización y nuevas tecnologías

Cuando la crisis económica arrecia en todo el orbe, se hace necesario la indagación acerca de lo que está ocurriendo en cada sociedad con su incorporación a la economía globalizada y a las innovaciones tecnológicas conocidas como TICs. La actitud en América Latina en general, y en Chile en particular, ha sido hasta ahora la del entusiasmo acrítico.

Manuel Barrera Romero / Especial para Con Nuestra América

Desde Santiago de Chile

En el concepto de globalización conviene distinguir con fines analíticos dos significaciones. Por un lado, la globalización económica, es decir, la formación de un mercado global que es, sin duda, una arista esencial del fenómeno total. Ella ha tenido como instrumento fundamental en su despliegue a las empresas multinacionales (ET). Éstas y no los gobiernos ni la sociedad civil han estado a la vanguardia del proceso, para bien y para mal. Debido a ello es que los problemas se han globalizado con mayor facilidad que las soluciones, como lo ha mostrado la crisis financiera y económica que estalló en el 2008. La crisis evidenció, y lo sigue haciendo, una carencia de normativas internacionales para encarar los profundos quiebres que aún hoy persisten tanto en el sistema financiero como en el empleo y en la economía en general. Es que aún hoy la globalización económica carece de gobernabilidad.

Por otro lado, la globalización en su sentido amplio, cultural y social. Ella está fuertemente ligada a la expansión de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Comportamientos políticos, actitudes sociales y problemáticas psicológicas, forman parte de la mundialización tomada en este sentido.

Ambos procesos –el económico y el cultural- se retroalimentan. Como es obvio, los dos están entroncados con fenómenos políticos, sociales y tecnológicos. Desde ahí impactan al hombre común. Su cotidianeidad no permanece invariada. Sus esperanzas, aspiraciones, intereses, zozobras y conflictos no son los mismos[1].

Retirar las fuerzas de ocupación de Haití

Existe en América Latina otra actitud hacia el drama de Haití: es la de los gobiernos de Cuba y Venezuela, que no enviaron soldados sino médicos, ingenieros y profesores; o la del Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil, que en 2008 envió la brigada Dessalines (en homenaje al héroe de la revolución haitiana), con cuatro miembros iniciales que se multiplicaron hasta 30 luego del terremoto de enero de 2010.

Raúl Zibechi / LA JORNADA

Esta semana el Senado de Haití se pronunció unánimemente en favor de la retirada de todas las tropas de ocupación de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) a partir del 15 de octubre de 2012. Una segunda resolución reclama una reparación para las 6 mil 200 víctimas de cólera que provocó la misión y para las centenares que han sufrido agresiones sexuales.

Esta resolución, que no es de cumplimiento obligatorio para el Poder Ejecutivo, se produce en plena crisis política y social, con manifestaciones diarias contra la presencia de la Minustah. La difusión en youtube.com de imágenes en las que aparecen soldados uruguayos violando a un joven haitiano desencadenó una ola de protestas encabezada por los estudiantes que manifiestan el repudio de la sociedad a las tropas de ocupación.

El derecho a la censura sobre la información de Cuba

Ahora, cuando se difunden todos los cables de Wikileaks, los grandes medios de comunicación emiten un comunicado donde condenan la publicación de todos los cables sin su censura. Y es que, una vez más, lo que ellos reivindican es el derecho a la censura no la libertad de prensa.

Pascual Serrano / www.pascualserrano.net

Cuando la información de Wikileaks ha dejado de ser exclusiva del cártel de periódicos al que Julian Anssage cedió la información comenzamos a conocer cosas muy interesantes sobre Cuba. Se trata de informaciones que desde noviembre de 2010 los diarios El País, The Guardian, The New York Times, Le Monde y el semanario Der Spiegel tenían sobre la mesa de sus directivos y que ocultaban a los ciudadanos. Los cables ahora conocidos han mostrado dos de las tesis que el gobierno cubano llevan manteniendo desde hace años: que los grupos anticastristas están siendo financiados por el gobierno de Estados Unidos y que el denominado periodismo independiente cubano que se jalea desde el exterior es solo otro departamento de colaboración con los gobiernos agresores a la revolución cubana. En uno de los documentos, fechado el 31 de julio de 2008, se solicitan fondos destinados a una de las portavoces de las denominadas “Damas de blanco”. En el mismo cable se pide además dinero para una institución educativa con el objetivo de que continúe su labor de agresión a la revolución. Otro cable, de fecha 15 de septiembre de 2008, contiene la solicitud de 5000 dólares con destino a una llamada “Agenda de Transición”, con los datos de Martha Beatriz Roque, Vladimiro Roca y Elizardo Sánchez, quien por cierto había suministrado a la prensa extranjera acreditada en Cuba supuestos listados de “presos políticos” donde se incluían futbolistas bolivianos, un pintor del siglo XVIII y voleibolistas peruanas.

Alfredo Jalife: “Tenemos que optar por una guerra de guerrillas de la libre información”

“Se murieron los periodistas hace mucho. Mataron al periodismo hace tiempo. Me refiero a los periodistas que trabajan para quienes dominan los medios. La verdad es el antídoto de esos medios. Por eso debemos recurrir a una guerra de guerrillas de la verdad”, afirma en esta entrevista el analista mexicano Alfredo Jalife.

Vanessa Davies / El Correo del Orinoco (Venezuela)

Preguntarle a Alfredo Jalife sobre el rol que han cumplido las corporaciones mediáticas en la invasión de Libia es como abrir un libro que contiene, completos, los pormenores de la mentira y la manipulación. “El rol que han cumplido es el rol asignado: desinformar y ser el brazo armado mediático del banco de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)”, sostiene el analista mexicano, colaborador del diario La Jornada y autor de varios libros sobre la globalización.

-¿El banco de la OTAN?

-La OTAN es un banco. Lo primero que hizo fue capturar los recursos financieros de Libia, mediante los fondos soberanos de riqueza (suerte de Fonden que recoge los excedentes del petróleo), que consistían en unos 165 mil millones de dólares; ya los podaron, y dicen que nada más hay 50 mil millones. Seguro que le echarán la culpa a la familia Gaddafi y dirán que los enterró en el desierto. También tomó las reservas de divisas, que son las que, por el PIB, ha venido acumulando el país, y que el Banco Mundial acepta que son de 150 mil millones de dólares. Luego están las 155 toneladas de oro.

“No es gratuito que a la operación de la OTAN la llamen la odisea”, asevera Jalife “Es como el saqueo de la Ilíada y la Odisea. Para mí es muy claro: es el saqueo del botín de la riqueza”, agrega el analista, en entrevista con el Correo del Orinoco.

Jalife participó como ponente en el ciclo de foros Artillería del Pensamiento versus Fábrica de Mentiras, efectuado este mes y organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Minci) para festejar los dos años del Correo.

Chávez frente a Obama

La recuperación económica de Venezuela, a través de avanzados programas sociales, es un poderoso mensaje al pueblo norteamericano: hay una alternativa a las políticas económicas regresivas “de arriba abajo”: se llama socialismo democrático y su defensor es el presidente Chávez, que habla y trabaja para la gente, en oposición a un estafador Obama que habla para la gente y trabaja para los ricos.

James Petras / Rebelion

Dos presidentes en ejercicio se postulan para su reelección en 2012: Hugo Chávez en Venezuela y Barack Obama en Estados Unidos. Lo que da realce a estas dos contiendas electorales es que representan, en contraste, respuestas antagónicas a la crisis económica mundial. Chávez, con su programa socialista-democrático, persigue la promoción de políticas de inversión pública a gran escala y largo plazo, y un gasto público orientado a crear empleo, bienestar social y crecimiento económico. Obama, guiado por su compromiso ideológico con el capitalismo financiero corporativo, canaliza miles de millones de dólares para rescatar a los especuladores de Wall Street, se centra en la reducción del déficit público y los impuestos, y ofrece subsidios gubernamentales a las empresas con la esperanza de que los bancos presten y el sector privado invierta. Obama espera que el sector empresarial comience a contratar desempleados. La estrategia económica de Chávez se dirige hacia el aumento de la demanda popular mediante el aumento del salario social. La estrategia de Obama va dirigida a enriquecer a la élite, con la esperanza de que se produzca el efecto de “goteo” (trickle down). El programa de recuperación económica de Chávez se basa en un sector público líder, el Estado, a la luz de la crisis inducida por el capitalismo de mercado y la falta de inversión por el sector privado. La recuperación económica de Obama y su programa de empleo dependen totalmente del sector privado, utilizando para ello los regalos fiscales, a fin de estimular una inversión nacional que genere empleo.

De acuerdo con los expertos y los políticos, el desempeño socioeconómico de cada uno de los dos presidentes será decisivo para determinar quién será reelegido en 2012.

Los diez mandamientos de la teología neoliberal

Los mandamientos de la teología económica neoliberal representan el pacto de amor incondicional suscrito entre los promotores de la globalización neoliberal y el Mercado. ¿Puede la democracia revertir los procesos de pauperización y desdemocratización provocados por esta teología sacrificial, individualista e insolidaria dominante a escala global?

Antoni Jesús Aguiló / Rebelion

En su Historia del siglo XX, el historiador británico Eric Hobsbawm se refiere a las décadas de 1980 y 1990 como la “era de la teología económica neoliberal”. En la misma línea, y haciendo igualmente un uso metafórico del lenguaje religioso, el escritor y periodista español Manuel Vázquez Montalbán acuñó la descriptiva expresión “teología neoliberal” para referirse a un tipo de fundamentalismo económico basado en los dogmas del neoliberalismo, hoy de sobra conocidos: desregulación de la economía, privatización y reducción del papel del Estado, entre otros principios que convierten al libre mercado en una especie de divinidad universal cuyos preceptos deben ser obedecidos de manera inflexible. El economista italiano Riccardo Petrella habla de las “Nuevas Tablas de la Ley” fundadas por la teología neoliberal: los mandamientos revelados por el dios Mercado a Friedrich Hayek, Milton Friedmann y el resto de colegas de la Sociedad del Monte Peregrino, congregados en esta localidad suiza en 1947 para cargar contra el New Deal del presidente Roosevelt y el keynesianismo hegemónico en aquel momento.

Necesitamos coraje

Necesitamos coraje para afirmar que, quitando y sumando todo, la vida tiene más futuro que la muerte y que un pequeño rayo de luz es más potente que todas las tinieblas de una noche oscura.

Leonardo Boff / Servicios Koinonia

El pasado 14 de septiembre celebró sus 90 años de edad una de las figuras religiosas brasileras más importantes del siglo XX: el Cardenal Paulo Evaristo Arns. Al volver de la Sorbonne fue profesor mío, cuando yo todavía andaba de pantalón corto, en Agudos-SP, y después, en Petrópolis-RJ, ya fraile, profesor de Liturgia y de teología de los Padres de la Iglesia antigua. Nos obligaba a leerlos en sus lenguas originales, en griego y en latín, lo que me infundió un amor profundo por los clásicos del pensamiento cristiano. Después fue elegido obispo auxiliar de São Paulo. Para protegerlo, porque defendía los derechos humanos y denunciaba, arriesgando su vida, las torturas a prisioneros políticos en las mazmorras de los órganos de represión, el Papa Paulo VI lo hizo cardenal.

Profético, pero manso como un san Francisco, mantuvo siempre la dimensión de esperanza, aun en medio de la larga noche de la dictadura. Todos los que lo encontraban podían infaliblemente oír como yo oí estas palabras firmes y fuertes: «valor, adelante, de esperanza en esperanza».

El Camaleón que finalmente no sabía de qué color ponerse

Entonces era cosa de verlos a todos en las calles sacando y alternando cristales a medida que cambiaban de colores, según el clima político o las opiniones políticas prevalecientes ese día de la semana o a esa hora del día o de la noche…

Fábula escrita por Augusto Monterroso

En un país muy remoto, en plena Selva, se presentó hace muchos años un tiempo malo en el que el Camaleón, a quien le había dado por la política, entró en un estado de total desconcierto, pues los otros animales, asesorados por la Zorra, se habían enterado de sus artimañas y empezaron a contrarrestarlas llevando día y noche en los bolsillos juegos de diversos vidrios de colores para combatir su ambigüedad e hipocresía, de manera que cuando él estaba morado y por cualquier circunstancia del momento necesitaba volverse, digamos, azul, sacaban rápidamente un cristal rojo a través del cual lo veían, y para ellos continuaba siendo el mismo Camaleón morado, aunque se condujera como Camaleón azul; y cuando estaba rojo y por motivaciones especiales se volvía anaranjado, usaban el cristal correspondiente y lo seguían viendo tal cual.

Esto sólo en cuanto a los colores primarios, pues el método se generalizó tanto que con el tiempo no había ya quien no llevara consigo un equipo completo de cristales para aquellos casos en que el mañoso se tornaba simplemente grisáceo, o verdiazul, o de cualquier color más o menos indefinido, para dar el cual eran necesarias tres, cuatro o cinco superposiciones de cristales.

Pero lo bueno fue que el Camaleón, considerando que todos eran de su condición, adoptó también el sistema.

Entonces era cosa de verlos a todos en las calles sacando y alternando cristales a medida que cambiaban de colores, según el clima político o las opiniones políticas prevalecientes ese día de la semana o a esa hora del día o de la noche.

Como es fácil comprender, esto se convirtió en una especie de peligrosa confusión de las lenguas; pero pronto los más listos se dieron cuenta de que aquello sería la ruina general si no se reglamentaba de alguna manera, a menos de que todos estuvieran dispuestos a ser cegados y perdidos definitivamente por los dioses, y restablecieron el orden.

Además de lo estatuido por el Reglamento que se redactó con ese fin, el derecho consuetudinario fijó por su parte reglas de refinada urbanidad, según las cuales, si alguno carecía de un vidrio de determinado color urgente para disfrazarse o para descubrir el verdadero color de alguien, podía recurrir inclusive a sus propios enemigos para que se lo prestaran, de acuerdo con su necesidad del momento, como sucedía entre las naciones más civilizadas.

Sólo el León que por entonces era el Presidente de la Selva se reía de unos y de otros, aunque a veces socarronamente jugaba también un poco a lo suyo, por divertirse.

De esa época viene el dicho de que todo Camaleón es según el color del cristal con que se mira.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Guatemala: continúa la descomposición del sistema de partidos

Cuando se ve a los dos contendientes que han quedado en la línea de meta para disputar la segunda ronda de las elecciones en Guatemala, no se puede más que cerrar los ojos y suspirar: ¡Qué panorama más oscuro!

Rafael Cuevas Molina /Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

Como se sabe, el sistema político en general y, en su contexto, el de partidos políticos, se encuentra inmerso en una crisis profunda desde hace por lo menos veinte años en América Latina.

En Venezuela, Ecuador y Bolivia, se dieron los casos más relevantes de pérdida de confianza de la población en su conjunto frente a la clase política y las organizaciones en las que expresaban sus intereses: los partidos políticos.

En Bolivia y Ecuador, esa desconfianza y descontento cristalizó en un período de mucha inestabilidad en el que subían y bajaban presidentes en medio de la humareda de las balas y los gases lacrimógenos.

En Venezuela, los partidos tradicionales como AD y COPEI se vieron confinados a ser pequeños partidos de pacotilla, sin peso alguno, luego que durante toda la segunda mitad del siglo XX se turnaron en el poder.

Las razones de esta decadencia y crisis se encuentran, como dijimos, en la pérdida de confianza de la población en aquellos que abusaron de la mentira y la corrupción, pero seguían aferrados al poder en base a artimañas, leguleyadas y alianzas oportunistas.

Al fin de cuentas, con muchos costos sociales, económicos y políticos, lograron hacerlos a un lado, aunque sea por un tiempo, para tratar de enderezar un poco las cosas, fijarse en los siempre marginados y proponer políticas que les dieran un respiro en este continente caracterizado por la desigualdad.

En Guatemala, los partidos políticos nunca fueron un dechado de virtudes. Durante muchos años, algunas de las principales agrupaciones no fueron más que grandes fachadas para que participaran en política los militares (como el caso del PID) o, en el marco de la guerra contrainsurgente, se constituyeron, como el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), en “el partido de la violencia organizada”, como alguna vez lo definió su fundador y líder permanente, Mario Sandoval Alarcón.

Con estos antecedentes, no puede extrañar mucho la situación en la que se encuentran ahora. Como viene sucediendo cada vez más, aún en aquellos países que se precian de ser ejemplos democráticos como es el caso de Costa Rica, ahora los partidos se han transformado en grandes maquinarias electorales, en donde la acción propagandística juega un papel central.

¿Alguien se acuerda, en estos conglomerados de oportunistas, de la ideología, de los proyectos de nación, de las propuestas de desarrollo? Están ahí fundamentalmente para estar en primera fila a la hora de la repartición de los panes, que en este caso son los puestos en el aparato gubernamental que permitirán posiciones estratégicas a la hora del saqueo. Como dicen por ahí: “a mí no me den, pónganme don de haiga (sic)”.

Convertidos en maquinarias electorales que solo funcionan cada cuatro años a la hora de las elecciones, son cascarones vacíos el resto del tiempo, y los electos para diputados o ministros o alcaldes por estos aceitados mecanismos se mudan de camiseta política sin ningún desparpajo.

En Guatemala, igual que en toda la región centroamericana incluyendo a México, el narcotráfico y el crimen organizado hacen su agosto en este cotarro de oportunismo. Corren los millones de dólares que darán impunidad o abrirán corredores de tránsito a la droga que transita de un lado a otro del territorio.

Por eso, cuando se ve a los dos contendientes que han quedado en la línea de meta para disputar la segunda ronda de las elecciones en Guatemala, no se puede más que cerrar los ojos y suspirar: ¡Qué panorama más oscuro!

Centroamérica: Retrato de una época

A partir de la ruptura del orden constitucional en Honduras en 2009, un amplio entendimiento entre las élites políticas centroamericanas, los grupos de poder económico y los funcionarios del Departamento de Estado de los EE.UU, le ha permitido a la derecha regional recuperar –a la fuerza- la iniciativa política perdida en años pasados frente a la organización y movilización popular.

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

(Fotografía: los candidatos a la presidencia de Guatemala: Otto Pérez Molina y Manuel Baldizón)

Si la primera década del siglo XXI fue la de la primavera democrática de los pueblos de América del Sur –como la llamó el teólogo brasileño Frei Betto-, Centroamérica vivió su propio verano democrático entre 2006 y 2009.

En efecto, coincidiendo en el tiempo político con los vientos emancipadores de los pueblos del Sur, que sacudieron uno tras otro el dominio de los gobiernos neoliberales y antinacionales instalados desde la década de 1990, Centroamérica vivió acontecimientos auspiciosos en términos electorales y de relaciones internacionales: dos antiguos frentes guerrilleros de liberación nacional, ahora convertidos en partidos, llegaron al poder por medio de los votos en elecciones libres en Nicaragua y El Salvador; un gobierno no signado por la derecha cavernaria hacía lo propio en Guatemala; en Honduras, un presidente liberal ayudaba a desatar los nudos de la participación popular, la democracia directa y tendía puentes con el bloque de países del ALBA; incluso Costa Rica, venciendo las taras de su tradicional aislacionismo y su histórica autocontemplación, daba una lección continental con las movilizaciones en contra del TLC con los Estados Unidos, al punto de forzar un inédito referéndum que decidió la suerte de ese tratado: y poco faltó para que el imperialismo del libre comercio sufriera aquí, en este pequeño país, una derrota de dimensiones inimaginables.

Pero, como suele ocurrir con el clima tropical centroamericano, este verano democrático fue fugaz, interrumpido por el huracán de la reacción oligárquica y proimperialista que, desde el golpe de Estado en Honduras, en 2009, viene aplicando sin reparos una nueva vuelta de tuerca de la sujeción hegemónica.

A partir de la ruptura del orden constitucional en Honduras, un amplio entendimiento entre las élites políticas centroamericanas, los grupos de poder económico y los funcionarios del Departamento de Estado de los EE.UU, le ha permitido a la derecha regional recuperar –a la fuerza- la iniciativa política que parecía ceder frente a la organización y movilización popular.

Ya no se trata solo de “crear condiciones favorables para los negocios”, o de impulsar la integración centroamericana de facto por la vía de la apertura de nuestras economías al capital transregional y multinacional, sino del recrudecimiento del giro a la derecha que marcan los resultados electorales en Honduras (2009), Costa Rica (2010) y Guatemala (2011).

En tanto proceso sociocultural, este giro a la derecha adquiere múltiples expresiones. Una de ellas es la construcción de nuevos consensos entre las élites políticas y la reafirmación de viejos prejuicios (como el “anticomunismo” que se esgrime a la carta contra los enemigos políticos y lo alternativo), algo que quedó demostrado, por ejemplo, en el apoyo que dirigentes del derechista partido ARENA de El Salvador dieron, primero, a los golpistas hondureños, y ahora, a la candidatura del general Otto Pérez Molina en Guatemala. Incluso, un exministro de seguridad de Costa Rica durante el último gobierno de Oscar Arias, defendió públicamente al controversial general guatemalteco, a quien elevó a la condición de “militar democrático y constitucionalista” y “artífice de la última pacificación de Guatemala”.

También, en el orden de la producción de sentido, a la presión real que ejercen los problemas de criminalidad y debilidad de los Estados centroamericanos, se suma el estímulo a la creación de estados de opinión pública, fuertemente influenciados por los medios de comunicación hegemónicos, que están empujando a la población a aceptar soluciones radicales para combatir el crimen organizado y el narcotráfico: desde las políticas de mano dura y cero tolerancia (emblema de las campañas electorales en Costa Rica y Guatemala), hasta la militarización de nuestras sociedades y de la región en su conjunto, en función de los intereses de la geopolítica estadounidense.

Esta derechización del sentido común, una suerte de operación de encubrimiento ideológico, ha resultado funcional para un sector de la la clase política regional, que permanece indiferente ante problemas tan graves como los que sufre Honduras, donde la expresión más cruenta de la cultura de la violencia de la oligarquía y los grupos dominantes, se traduce la represión contra los movimientos sociales y la violación sistemática de los Derechos Humanos, incluido el asesinato impune de periodistas y militantes del Frente Nacional de Resistencia Popular.

Los resultados de las elecciones en Guatemala el pasado 11 de setiembre hacen parte de este proceso. En la víspera, el diario argentino Página/12 describía el escenario que se le presentaba a los votantes como una encrucijada funesta: debían elegir entre Pérez Molina, un militar retirado sospechado por diversos crímenes de lesa humanidad”, “promoción ’69 de la Escuela de las Américas”; y Manuel Baldizón, “un empresario populista de derecha”, que “propone reactivar la pena de muerte” y quien, con complejo de superman, presume de parecerse a Clark Kent (¡!).

Estos dos personajes dirimirán en noviembre, en una segunda ronda electoral, al futuro presidente de la República, en lo que ya se identifica como unos comicios oligárquicos. Pero lo de Guatemala, con 20 mil personas asesinadas durante los últimos cuatro años, no es un fenómeno aislado: por el contrario, hace parte del actual estado de situación en Centroamérica, de sus dinámicas políticas, del protagonismo que adquieren nuevos y viejos actores, y los intereses geopolíticos y económicos que subyacen al aparente “juego democrático” en la región.

En suma, el retrato de una época.

Una pesadilla llamada Fidel

No deja de llamar la atención que Fidel ‘fuera’ del escenario de los medios, trabajando silenciosamente allá en La Habana, sigue causando pesadilla en sus enemigos.

Abner Barrera R. / AUNA-Costa Rica

Ilustración: “Retrato a Fidel” (1996), de Oswaldo Guayasamín

Hace pocos días la prensa cloaquera de Miami, esa que se edita en la llamada Calle 8, con la que se atragantan los sectores más reaccionarios y contrarrevolucionarios de Estados Unidos, América Latina y España, montó el gran circo, afirmando que, si Fidel Castro no estaba muerto, entonces había sufrido un derrame cerebral. Evidentemente la gente lúcida y de sentido común no le prestó atención a “la noticia”.

La novedad –en periódicos impresos, digitales, radiales y televisivos- evidencia una vez más, una total falta de respeto, a los más elementales principios éticos del periodismo serio. Por enésima vez se lanzaron sin límites, contra la vida de una persona, símbolo de un pueblo y una nación, que ha resistido por más de cincuenta años a uno de los imperios más poderoso de la historia. La chusma ignora que cualquier ataque o calumnia contra la revolución cubana y sus dirigentes, es un ataque contra los revolucionarios del mundo. Ni siquiera la sorprendente aparición de Fidel en una entrevista, para el programa televisivo La Hojilla de Venezuela, les provocó la mínima vergüenza para rectificar sus desvaríos.

Como es sabido, la CIA y la mafia miamense por más de cinco décadas han tratado por todos los medios de eliminar físicamente al Comandante sin lograrlo; muchos de los que participaron en esos intentos, hoy no existen y han pasado a engrosar la fila de la historia del terror contra Cuba. En el libro Fidel por el Mundo, Luis Báez revela que, muchas veces el Comandante antes de viajar, sabía que, a algunos de los lugares a donde tenía que ir, lo “esperaban” los cobardes terroristas, pero aún así no evadía el viaje. Uno de eso casos fue cuando tuvo que participar en la X Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno el 2000 en Panamá. Una hora después de haber arribado expresó en conferencia de prensa: “Debo cumplir, sin embargo, el deber de informarles que, como en otras ocasiones en que viajo a estas cumbres, elementos terroristas organizados, financiados y dirigidos desde los Estados Unidos por la Fundación Nacional Cubano-Americana, que es un instrumento del imperialismo y la extrema derecha de ese país, han sido enviados a Panamá con el propósito de eliminarme físicamente. Ya se encuentran en esta ciudad y han introducido armas y explosivos. Lo denuncio al llegar aquí y no antes de viajar para que a nadie le pase por la mente que cualquier peligro o amenaza pueda intimidar a la representación de Cuba”.

La autoridad y entereza moral de las que está revestido Fidel lo han acompañado toda la vida; sus enemigos, los renacuajos morales, nunca han podido contra él. Las ideas y principios que Fidel ha defendido siempre, son las esperanzas de justicia e igualdad ansiadas por los pueblos.

No deja de llamar la atención que Fidel ‘fuera’ del escenario de los medios, trabajando silenciosamente allá en La Habana, sigue causando pesadilla en sus enemigos. La actitud de esa gentuza es paradójica y enfermiza; si Fidel sale en público o escribe sus reflexiones, ellos con los intestinos retorcidos se abaten y terminan deprimidos. Y si el Comandante no aparece por ninguna parte, entonces caen en desesperación y pierden el sueño; Fidel es una pesadilla para ellos. Inventan de todo, porque lo que quieren es verlo. No pueden vivir sin él. ¡Qué enfermedad! Algunos especialistas sobre esta patología, sostienen que para ese tipo de enfermos no hay psiquiatra que pueda tratarlos.

Guatemala: Pérez Molina, su amarga victoria.

Con Pérez Molina no necesariamente regresará el ejército al gobierno. Pero sí ingresará a los distintos niveles del poder ejecutivo de manera formal e informal, un grupo de militares retirados involucrados en la guerra sucia que se observó en Guatemala durante muchos años.

Carlos Figueroa Ibarra / Especial para Con Nuestra América

Desde Puebla, México

Hay derrotas que saben a miel y victorias que saben a hiel.

Derrota dulce la de Manuel Baldizón quien hace unos meses tenía un 8% de las preferencias electorales y ahora pasa a la segunda vuelta con poco más del 23% de los votos. Derrota dulcísima la de la coalición UNE-GANA, la cual se quedó a última hora sin candidata presidencial, pero ahora regresa con 47 de los 158 diputados y a poca distancia de los 54 obtenidos por el Patriota de Pérez Molina. Desde la derecha, derrota amarga las de los partidos FRG, PAN, ADN, CASA, Unionista, los cuales desaparecen o están a punto de desaparecer. Derrota agridulce, pese a su 16% de los votos, la de Eduardo Suger, a quien el reloj biológico se le está acabando y no le quedará más que proyectar a un delfín que podría ser el mismo Roberto González. Derrota dulce, la de la UCN de Mario Estrada quien con su 8% de los votos en la presidencial, logró meter 15 diputados. Desde la izquierda, es derrota amarga la de la coalición URNG-WINAQ-ANN porque obtuvo solamente 2 diputados y cuatro alcaldías y desaparece del mapa político electoral. Terrible tormento de Sísifo tendrá que pasar la izquierda en los próximos años. Pero la izquierda merece para mí comentario aparte y lo haré la próxima semana.