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miércoles, 22 de octubre de 2008

Guerra de tipo colonial del presidente Uribe Vélez contra indígenas

Frente a estos sucesos de violencia y sangre contra los indígenas, el Presidente Uribe Vélez, con el cinismo de un funcionario del sistema colonial español de hace 300 años, exigió que los indígenas le pidieran perdón.
Apolinar Díaz–Callejas
(ARGENPRESS.info)
Colombia mira con espanto la guerra que ejecuta el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez contra las comunidades indígenas sobrevivientes, en el sur de Colombia. El periódico español El Tiempo de Bogotá ha tenido que denunciar con vigor los atropellos y agresiones físicas contra los grupos indígenas colombianos del sur del país que sobreviven en los departamentos del Valle y del Cauca.
A su vez, el diario liberal El Espectador, de Bogotá, dice el 15 de octubre: “la muerte sistemática de representantes indígenas, la expansión de proyectos de palma, de caucho en zonas ancestrales, la continua presencia de grupos irregulares y amenazas conexas, así como la protesta en contra de leyes y reformas sobre tierras que ha venido impulsando el gobierno, derivaron en fuertes disturbios que contabilizaban no menos de 32 heridos- uno con muerte cerebral- y 12 policías que corrieron la misma suerte, luego que cerca de 6.000 indígenas se enfrentaran con miembros de la fuerza pública en varios municipios de los departamentos del Valle y Cauca. El Dezmad de la policía lanzó gases lacrimógenos para repeler la protesta indígena”.
Los grupos indígenas se tomaron la carretera aduciendo que en los últimos meses han sido asesinados muchos líderes de las distintas etnias del país. Según la Vicepresidencia de la República, en 2.007 fueron asesinados 40 indígenas. En lo que va corrido del año, van por lo menos 36 muertos. La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca denunció que la policía y el ejército dispararon contra los indígenas, contra los comuneros. Nueve nativos fueron heridos a bala. El Defensor Regional Del Pueblo, funcionario público encargado de la defensa de la ley, insistió “en que la Fuerza Pública se ha excedido en el uso de las armas de fuego”.
Frente a estos sucesos de violencia y sangre contra los indígenas, el Presidente Uribe Vélez, con el cinismo de un funcionario del sistema colonial español de hace 300 años exigió que los indígenas le pidieran perdón. El Senador indígena Jesús Enrique Piñacué ha intervenido con mucha energía para parar la represión oficial. La reacción nacional de Colombia ha sido de solidaridad con la población indígena y de denuncia de la agresión armada de las fuerzas militares gubernamentales contra esas comunidades.
El concejo Mayor de Gobierno Indígena de la Organización Nacional Indígena de Colombia explicó la decisión de los indígenas de movilizarse, durante el mes de octubre, contra el Estado Colombiano y el actual Gobierno Nacional, para a defender y exigir sus derechos humanos y colectivos. La respuesta del Gobierno ha sido el empleo masivo de la represión militar y policial de los pueblos indígenas.
Lo que actualmente ocurre contra los indígenas es una muestra de la política de guerra y agresión del Gobierno Uribe Vélez contra la creciente protesta de los grupos étnicos, sociales y de trabajadores sindicales que se han lanzado a la oposición contra esa represión. El grave riesgo para Colombia es que Uribe Vélez se lance del todo a la agresión contra el pueblo colombiano, como en los peores tiempos de los últimos 100 años de historia de la república.
El Movimiento Indígena de los departamentos del Valle y Cauca ha recibido hasta ahora el apoyo de la totalidad de las Organizaciones Indígenas colombianas que se han lanzado a la calle en protesta por la represión oficial del gobierno Uribe Vélez, y reclamando sus propios derechos.
A su vez, los cortadores de caña de la Industria Azucarera del valle llevan 30 días de protesta y de reclamos por sus derechos sociales y sindicales. En esa región está concentrada la Industria azucarera Colombiana. El Gobierno Uribe Vélez se coloco desde el principio contra los trabajadores y en apoyo incondicional los empresarios, movilizando hacia la región la nueva fuerza represiva rural que ha sido puesta en marcha en los pueblos Colombianos.
Foto: Alvaro Uribe Vélez presidente de Colombia. / Autor: Fernando Ruiz Nieto - SNE

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