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domingo, 16 de noviembre de 2008

La DEA expulsada de Bolivia: Una decisión con fundamento, valiente y soberana.

La agencia antidrogas estadounidense tendrá hasta el 1º de febrero de 2009 para evacuar el país. El gobierno de Bolivia asumirá totalmente el reemplazo de sus tareas.
Diego Ghersi / APM
Con Estados Unidos ocupado por el recambio presidencial y los desafíos derivados de la crisis financiera, la presión sobre los gobiernos de Sudamérica se ha aliviado permitiendo a sus mandatarios acciones que en otro contexto no hubiesen sido toleradas.
Bolivia es un buen ejemplo. A la expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg decretada hace dos meses por el presidente Evo Morales y al abandono del país por parte del Programa Estadounidense de Cooperación (USAID), se ha sumado la salida forzada de la DEA, acusada de injerencia en asuntos políticos internos del país. (Ver: “Paradojas en el orbe”. APM 25/07/2008)
La actitud inflexible del presidente Morales se explica dentro de un contexto de pensamiento vigente con simultaneidad en diversos países latinoamericanos y que tiende a la recuperación progresiva de sus soberanías y a la reformulación de sus relaciones con actores extranjeros -sean éstos gobiernos, corporativos o supranacionales- en términos más beneficiosos para sus propios intereses en materia de potestad territorial, costumbres y recursos naturales.
En este caso particular es necesario recordar en particular algunos aspectos relacionados con la actuación internacional de la DEA y que nada tienen que ver con el publicitado objetivo de “contribuir a eliminar el flagelo del narcotráfico” pero sí con sórdidos intereses. Leer más...

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