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sábado, 28 de noviembre de 2009

Terrorista Montaner defiende a bloguera

Los medios pertenecientes al SIP no son libres para decir la verdad de lo que sucede en Cuba; están amordazados y su objetivo es calumniar a todos los movimientos políticos revolucionarios alternativos al imperio.
MSc. Abner Barrera Rivera / AUNA-Costa Rica
Como ha sido señalado muchas veces, los grandes medios al servicio de los intereses imperiales en América Latina, juegan un papel denigrante cuando de Cuba se trata. Cualquier cosa que suceda en la mayor de las Antillas –que puede suceder de igual manera en otros países- es noticia en el mundo, pero presentada de manera tergiversada, exagerada y escandalosa por ese tipo de periodismo. Lo insólito de esto es que, respecto a Cuba se inventan sucesos con partida doble: para atacar a la revolución y para vender y ganar por el escándalo. Quienes ejercen este tipo de periodismo son los medios vinculados al Sistema Interamericano de Prensa (SIP); medios que levantan la bandera de la libertad de expresión, pero para defender los intereses individuales de las oligarquías y empresas privadas, pero nunca para defender los intereses colectivos de los pueblos[1].
Los medios pertenecientes al SIP no son libres para decir la verdad de lo que sucede en Cuba; están amordazados y su objetivo es calumniar a todos los movimientos políticos revolucionarios alternativos al imperio. El SIP fue creado en 1943, y en breve tiempo pasó a formar parte de los intereses de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y del Departamento de Estado en Nueva York.
Pero contra los propósitos ideológicos que éstos desempeñan, como son los de desinformar o mal informar los hechos respecto a la revolución cubana, cada vez son más las personas que descubren la realidad ocultada por ese periodismo servil; la gente ha aprendido a leer entre líneas lo que no se dice, y a entender las intenciones calumniosas que condensan.
Sabiendo que así funcionan los medios pertenecientes al SIP, no es difícil analizar el reciente hecho de la bloguera “agredida” en La Habana como noticia política/comercial orquestada desde el imperio. Estos medios tienen sus escribidores, articulistas y editorialistas a sueldo. Los cuales son aceptados por profesar ideologías conservadoras y neoliberales, pero sobre todo si tienen una posición política visceralmente contraria a la revolución cubana. El mejor –y peor- ejemplo es el caso del terrorista Carlos Alberto Montaner[2], agente de la CIA, que desde hace varias décadas se dedica a despotricar contra la revolución cubana. El prontuario violento de este facineroso -camuflado de periodista- es ampliamente conocido en círculos políticos. Basta con señalar que tiene estrecha amistad con connotados terroristas como Posada Carriles, Orlando Bosch y varios dictadores que ha habido en algunos países de América Latina.
De manera que hablar de Montaner es hablar de terrorismo, mentira, calumnia, difamación[3]. Por eso no llama la atención que sea este hombrecito decente y pacífico quien hiciera circular en días pasados un panfletillo en el que defiende a la bloguera “agredida”. Cómicamente titula su ocurrencia: “Raúl y Yoani: fin de régimen” (sic).
Mentiner[4] viene vaticinando el fin de la revolución cubana desde que fue apresado en La Habana en 1960 por tenencia de explosivos para sabotaje. Esta idea enfermiza -fin de la revolución cubana- le acompaña en todo lo que eructa. Esta vez, vuelve a escupirla, pero para ponerse de lado de la bloguera Sánchez, quien aprendió de él, a amasar dólares calumniando.
Sánchez conoce muy bien que Montaner es un capo en mentiras, difamaciones y terror; sabe que Mentiner trabaja para los órganos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Éste al defenderla, en lugar de hacerle un bien, terminó por enlodarla: Sánchez es una aliada de la política de agresión del imperio contra Cuba.
Si analizamos la escalada que caracteriza al personaje Sánchez, vemos que sigue varias etapas, dirigida cada una de ellas por la CIA. Obsérvese la ascendencia. Primero: se construye al personaje (puede ser cualquier hijo de vecino que se preste para denigrar a su patria a cambio de dinero). Segundo: se declara contrarrevolucionaria y resentida social. Tercero: lanzamiento mediático del personaje a nivel internacional. Cuarto: ser galardonada con premios internacionales (inventados por las mafias en Estados Unidos y Europa). Quinto: “inmolarse”[5], es decir, “sacrificarse”, hacer ayunos, huelgas de hambre, peregrinaciones; todas poses para las fotos de la prensa imperial.
La lógica más elemental dice: si el terrorista Montaner defiende a la agredida entonces se trata de una autoagresión. Todo este tipo de negocios sucio de la contrarrevolución, donde campea las peleas por el dinero, las simulaciones, los premios y los viajes han sido denunciados en varios libros y nadie ha podido desmentirlos[6].
Montaner ducho en maniobras macabras describe la “agresión” con el mismo guión que caracteriza todas sus calumnias e inventos contra Cuba. Sánchez no es ninguna independiente, con este defensor quedó desnuda de cuerpo entero. ¡Qué flaco favor le hizo el terrorista Mentiner!

NOTAS
[1] Un buen ejemplo de esto es la función que ejercen los consorcios y monopolios privados del periodismo en Venezuela contra la revolución bolivariana que dirige el presidente Hugo Chávez.
[2] Hijo de Ernesto Montaner, escritor que estuvo ligado al Gobierno del dictador Fulgencio Batista.
[3] Luis Ortega (periodista cubano radicado en Miami) hablando de Montaner dice: “Entre los cubanos circula un chiste muy gracioso. Se dice que cuando Montaner iba a nacer asomó primero los pies y la enfermera preguntó si era varón o hembra y el médico se limitó a responder: “No, es tramposo””. Ver Luis Báez, Miami donde el tiempo de detuvo, p. 76-77
[4] Montaner es conocido en Costa Rica como Mentiner, por las reiteradas mentiras que contienen todos los artículos que publica en el periódico comercial La Nación.
[5] Esta escalada es la misma que han seguido todos los denominados disidentes que, no son otra cosa que contrarrevolucionarios y mercenarios. No es una historia reciente. Los casos abundan: Armando Valladares, las Damas de Blanco, Raúl Rivero, Oswaldo Payá, Elizardo Sánchez. ¡Pobrecitos, todos estos se han sacrificado por el pueblo cubano!
[6] Ver Rosa Mirian, Elizalde y Luis Báez: “Los disidentes”; Arleen Rodríguez y Lázaro Barredo: El camaján; Hernando Calvo Ospina y Katlijn Declercq: ¿Di$identes o mercenarios?

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