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sábado, 16 de enero de 2010

El Salvador: Acuerdos de Paz continúan en mora, después de 18 años

Haber logrado la paz, después de una guerra cruenta, fue uno de los mayores logros de la sociedad salvadoreña. Los Acuerdos de Paz posibilitaron el fin de un período oscuro en el país, y a partir de allí comenzaron a soplar vientos democráticos. Pero la tarea no está terminada. Aún faltan cosas por cumplir.
Magdalena Flores / Revista ContraPunto (El Salvador)

La finalización del conflicto armado en El Salvador, en 1992, fue un hecho memorable en la historia del país y el mundo, pues con la firma de los Acuerdos de Paz se logró terminar una cruenta guerra civil que dejó a 75 mil muertos, 40 mil lisiados y más de 8 mil desaparecidos.
Sin embargo, 18 años después todavía muchos de estos acuerdos continúan en mora.
Los acuerdos básicamente buscaban terminar el conflicto armado por la vía política, impulsar la democratización del país; garantizar el irrestricto respeto a los derechos humanos y reunificar a la sociedad salvadoreña.

Félix Ulloa, analista político, indicó a ContraPunto que 18 años más tarde de la firma de los Acuerdos de Paz en Chapultepec, México, lo que se firmó no se ha desarrollado como se esperaba.

Acuerdos a medias

“En el papel somos el mejor caso de resolución política de conflictos militares y aparecemos como un modelo internacional”, dijo Ulloa.

Y agregó: “Pero en la práctica cuando vemos la gran tragedia de los lisiados de guerra, que no se les dieron los fondos de compensación; que todavía las víctimas de los desaparecidos y los asesinados no han recibido la compensación del Estado; que la tierra que se distribuyó en estos procesos ha vuelto a caer en manos privadas. Entonces vemos que no se ha desarrollado como se esperaba”, reflexionó Ulloa.

El jueves 14 de enero, un grupo de lisiados se tomó Catedral Metropolitana de San Salvador en protesta contra el primer gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que, dijeron, los tiene marginados al igual que lo hizo la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).

Los ex combatientes tanto de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) como ex guerrilleros reclaman que el gobierno reconozca que les adeudan unos 13 millones de dólares por pensiones atrasadas de los años 1992 y 1993. De los 40 mil lisiados solo 10 mil 500 están inscritos en el Fondo de Protección de Lisiados, creado tras los acuerdos. El monto que reciben oscila entre los $69 y $174, pensión que a duras penas les alcanza para subsistir.

“Lamentamos que este gobierno, que es el gobierno de nosotros, ahora nos ignore... estamos en una situación igual o peor que cuando estaba ARENA”, dijo a Radio KL Daniel Hernández, de la Fundación de Lisiados de Guerra del FMLN. ARENA estuvo 20 años en el poder y nunca les canceló esa deuda, y el Frente lleva siete meses en el poder y no se ve mayor iniciativa a ese respecto.

Ulloa indicó que eso no significa que los Acuerdos de Paz no fueron una buena cosa. Hay logros meritorios como la creación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH); además, la Fuerza Armada dejó de ejercer el control en el país y pasó el poder a los civiles, entre otros.

Roberto Rubio, director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE), considera también que los Acuerdos dejaron cosas importantes como un sistema político plural, avances en la institucionalidad democrática, mayores márgenes de la libertad de expresión. Aunque destacó que todavía falta terreno en esa materia para que haya más ampliación del mercado de las comunicaciones.

A pesar de esos aspectos positivos, Rubio señaló que las energías positivas que se desataron con los Acuerdos de Paz se están prácticamente agotando. “Necesita el país recargar las energías en lo económico y lo político”, enfatizó Rubio.

“Todo ese ambiente positivo que se ganó con los Acuerdos de Paz (…) se nos ha agotado y si no refrescamos la economía y el sistema político, creo que vamos a tener serias dificultades de ahora en adelante”, señaló.

Ese proceso de reinyectarse energías pasa por la renovación de los partidos políticos, especialmente de ARENA y FMLN, los mayoritarios. Tras 20 años en el poder, el primero, de derecha, cedió el poder al FMLN, de izquierda, en las elecciones de marzo pasado.

Entre retrocesos y acuerdos pendientes

Ulloa sostiene que la construcción de la nueva institucionalidad democrática es la mora pendiente de los Acuerdos de Paz.

Para Ulloa la reforma electora está en mora, porque el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no ha logrado ninguna de las cinco reformas electorales que se quedaron pendientes, como el establecimiento del voto residencial, la integración plural de los consejos municipales, el voto a los salvadoreños en el exterior, la ciudadanización y despartidización del órgano electoral.

Gloria Salguero Gross, una de las fundadoras de ARENA, no ve lo del TSE como incumplimiento, son tropiezos, pero no incumplimientos, e incluso le parece que el Frente está satisfecho.

“Puedo decir que en este momento el mismo FMLN también está contento como está, teniendo incluso en la presidencia a un miembro de su partido.”

“Tristemente los partidos políticos se acomodan en tal forma que si ellos están bien como están no quieren cambios. Pueden hablar mucho del diente al labio – cuando no están en el poder”, indicó Gross, en referencia a que antes de llegar el Frente al poder pedía la despartidización del TSE, y ahora no dice nada.

Por otro lado, Ulloa consideró que en materia justicia se ha retrocedido. Un claro ejemplo de ello es la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia en julio 2009. Los funcionarios fueron elegidos como resultado de las negociaciones cuasi secretas en las que participaron activamente el presidente del país, Mauricio Funes, y los secretarios generales de los partidos políticos. Cuando esto debería de definirse en el seno de la Asamblea Legislativa.

“Nunca se ha hecho una reforma judicial a fondo porque hay grandes intereses, que están siendo definidos en el órgano judicial, en la sala de lo contencioso administrativo, en la sala de los constitucional”, dijo Ulloa.

Agregó: “Y por eso los grandes intereses se mueven para tener jueces y magistrados que siempre resuelvan a su favor de un sector”, lamentó Ulloa.

Para él, el tema de los derechos humanos ha sido parcialmente exitoso porque en los últimos días “hemos tenido que lamentar violaciones graves a los derechos humanos en el caso de los compañeros que están en la lucha contra la minería”.

En 2009 dos hombres y una mujer, quien tenía ocho meses de embarazo, fueron asesinados en el departamento de Cabañas, por protestar contra la minería. Allí la transnacional canadiense Pacific Rim desarrolla labores de exploración minera, y a ella apunta el dedo acusador, aunque serán las investigaciones las que confirmen o rechacen la hipótesis de que esos crímenes pretenden acallar las protestas contra la compañía.

Otras instancias que no prosperaron y fracasaron en el intento fue el Foro de Concertación Económica y Social. Fue uno de los primeros fracasos de los Acuerdos de Paz, dijo Rubio.También señaló que se ha dado un retroceso en el papel que actualmente está desempeñando la policía.

Los índices delincuenciales y de homicidios se dispararon en 2009. En ese año se registraron 4,365 homicidios, que al hacer los cálculos resulta que en el país se dan 76 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mucho más arriba de los 52 por cada 100 mil que se maneja en algunos informes.

Incluso se ha recurrido a la Fuerza Armada para tratar combatir la delincuencia. En diciembre de 2009 la PDDH hizo publica 15 denuncias en contra miembros del ejercito por presuntas violaciones a los derechos humanos.

Pero hay quienes que, en el balance final, ven más los logros, que las taras pendientes. “Yo creo que en la balanza pesa mucho, mucho más todos los logros alcanzados”, Gross, quien formó parte de la comitiva de los Acuerdos de Paz.

Papel del nuevo gobierno

Por primera vez en la historia después de 20 años en el poder de Arena la conmemoración de los acuerdos estará en manos del primer gobierno de corte izquierdista del FMLN, cuya fundación como partido precisamente fue posible luego de haber alcanzado ese acuerdo monumental de parar la guerra e intentar dirigir al país por la senda democrática.

Para Ulloa el nuevo gobierno de Funes debería de revisar el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, qué es lo que está pendiente para que sobre esa base se planifiquen más avances.

“Habría que hacer una visión prospectiva, con este nuevo gobierno. Al hacer este balance de los 18 años (habrá que) deducir responsabilidades a los que no cumplieron los Acuerdos de Paz, a los que cumplieron parcialmente o se aprovecharon de los espacios que se dieron para saquear el país”, señaló Ulloa

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