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sábado, 27 de noviembre de 2010

Mensaje a las fuerzas políticas y movimientos sociales amigos de Cuba

Cuba, su pueblo y su Revolución, están conscientes del camino escogido en 1959 y del papel que juegan en el mundo de hoy. Abandonar la senda del socialismo constituiría un suicidio, pues sucumbiría nuestra soberanía y traicionaríamos a millones de mujeres y hombres que han sacrificado sus vidas defendiendo el progreso de la nación.
Comité Central del Partido Comunista de Cuba
La Revolución cubana, en su batallar por construir una sociedad más justa, se apresta a celebrar el VI Congreso del Partido Comunista Cuba.
Las actividades previas ya han comenzado con el debate crítico y el análisis certero por el pueblo y sus militantes del proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social, documento que recoge la esencia de la actualización que requiere nuestro modelo económico, basado en la planificación y no en el mercado.
El próximo Congreso se celebrará en un contexto caracterizado por el enfrentamiento a los efectos de 50 años de guerra económica de EE.UU., las consecuencias de la crisis económica internacional y la pérdida de 20 900 millones de dólares entre 1998 y 2008 por eventos climatológicos. En el orden interno, agravan la situación la baja eficiencia de varias de nuestras ramas productivas; la descapitalización de la base productiva y la infraestructura; el envejecimiento y estancamiento del crecimiento de la población; y medidas conceptuales y humanas acertadas en su momento, pero a la luz de hoy requieren su erradicación.
La prensa internacional y muchos autotitulados analistas sobre temas cubanos han comenzado a distorsionar, reinterpretar y falsificar el contenido, el alcance y los objetivos de las medidas que hoy discutimos en Cuba. Buscan con ello mancillar el espíritu humanista de nuestro proyecto socialista.
El anuncio sobre la eliminación de cerca de un millón de puestos de trabajos innecesarios, mayoritariamente en los sectores presupuestados y de los servicios, de los cuales se eliminarán cerca de 500 mil antes de marzo del 2011, está siendo tratado por la prensa internacional como una medida de despidos en masa, algunos han usado el término de “terapia de choque”.
Omiten los medios de comunicación y los analistas que se trata de un proceso encaminado a lograr un mejor reordenamiento y distribución de la fuerza laboral y a erradicar paulatinamente el pernicioso fenómeno del subempleo; hacer sustentable y eficiente, desde el punto de vista económico, nuestro proyecto revolucionario y socialista en las condiciones actuales ya descritas; y corregir medidas que llevaron a nuestro Estado a asumir posturas paternalistas que arriesgaban la continuidad del Socialismo en Cuba.
El reordenamiento laboral tiene también entre sus objetivos, reorientar una buena parte de esa fuerza laboral a otros sectores productivos que hoy demanda la economía del país. Además, un poco más del 20% de esos 500 mil, solo cambiarán la forma de gestión, nunca su empleo, lo que aligerará la carga presupuestaria del Estado y redundará, por tanto, en una mayor eficiencia en la producción y los servicios.
A todo esto hay que agregar, que es conocida la firme voluntad del Estado socialista de mantener sus conquistas sociales y de no dejar desamparado a ningún obrero o empleado, pero ahora bajo nuevas fórmulas más sustentables.
La gran prensa monopolizada tampoco dirá nunca que las medidas que hoy se implementan y las que serán aprobadas en el VI Congreso del PCC contienen el análisis oportuno y reflexivo y las propuestas que el pueblo ha venido expresando en el debate que sobre el futuro de la Revolución se estableció en Cuba y que tiene tres grandes momentos:
El primero de ellos fue la discusión generada a partir del discurso del Comandante en Jefe, Fidel Castro, en la Universidad de La Habana, en noviembre de 2005, donde llamó a reflexionar sobre los peligros internos que acechaban a la Revolución y la responsabilidad de todos los cubanos en preservarla y fortalecerla.
El segundo momento se inició después de la intervención del compañero Raúl Castro el 26 de Julio de 2007. A partir de esa fecha, y durante meses, todo el pueblo tuvo la oportunidad de expresar sus criterios sobre la sociedad y la Revolución cubanas y sobre el futuro del Socialismo en Cuba. Este debate continuó en el 2008, pero al interior de cada sector productivo y social, con el objetivo de que se propusieran todas las soluciones posibles para diagnosticar y corregir, sectorial e integralmente, las deficiencias de nuestro modelo económico. Todas las opiniones, todas, fueron recogidas por el Partido y la dirección del país y son la brújula que marca el proceso que hoy alcanza una nueva etapa.
El tercer momento es ya el Congreso del PCC que ha comenzado en las calles, en los hogares, en las industrias, en todos los rincones del país, con el análisis crítico por toda la población de los Lineamientos de la Política Económica y Social, documento que es fruto de las discusiones anteriores y que no está cerrado, pues recogerá nuevamente las opiniones y sugerencias finales que serán debatidas y aprobadas por los delegados al VI Congreso del PCC.
Amigos y amigas del mundo:
El VI Congreso se enmarca en el 50 aniversario de la Victoria de Playa Girón, primera gran derrota militar de Estados Unidos en América y de la Proclamación del carácter socialista de la Revolución Cubana.
Cuba, su pueblo y su Revolución, están conscientes del camino escogido en 1959 y del papel que juegan en el mundo de hoy. Abandonar la senda del socialismo constituiría un suicidio, pues sucumbiría nuestra soberanía y traicionaríamos a millones de mujeres y hombres que han sacrificado sus vidas defendiendo el progreso de la nación.
Les aseguramos a nuestros amigos y amigas en el mundo que la defensa irrenunciable de nuestra independencia y de nuestro socialismo son hoy y serán siempre las principales banderas del proceso revolucionario cubano
DEPARTAMENTO DE RELACIONES INTERNACIONALES
La Habana, 26 de noviembre de 2010.

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