El exgeneral guatemalteco Efraín Ríos Montt deberá enfrentar un proceso penal por una acusación de genocidio perpetrado durante su gobierno en los años 1980. Ante el emplazamiento de la justicia, el represor y antiguo hombre fuerte de la guerra de contrainsurgencia, se refugió en el silencio…
Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica
rafaelcuevasmolina@hotmail.com
Sentado en el banquillo de los acusados, con el pelo cano y sus más de 80 años a cuestas, el exgeneral Efraín Ríos Montt podría haber pasado por un anciano inofensivo la mañana del pasado jueves 26 de enero de 2012.
Se encontraba, sin embargo, ante un tribunal que le había requerido para que respondiera ante la justicia por acusaciones que pesan contra él, y que lo sindican de haber cometido actos de lesa humanidad a principios de los años 80 cuando, siendo presidente de facto de Guatemala, el ejército que comandaba impulsó la política de tierra arrasada en el altiplano occidental de Guatemala, especialmente en la zona conocida como el Triángulo Ixil, en donde miles de indígenas de la etnia maya-quiché fueron asesinados, desplazados de sus lugares de origen, secuestrados, violados y, en general, vejados impunemente.
El exgeneral Ríos Montt no fue el único. Hace pocos días se intentó iniciar juicio por cargos similares a otro exgeneral, Oscar Mejía Víctores, pero a través de estratagemas que pusieron como excusa su salud logró evadirlo.
Hay más, pues la lista es larga. Entre los que participaron de forma activa en la atroz guerra fratricida está el actual presidente de la república de Guatemala, Otto Pérez Molina, quien aun no ha sido requerido por los tribunales. Recuérdese, sin embargo, que Ríos Montt logró evadir la justicia por más de 10 años pues la inmunidad de la que gozaba por ser diputado lo cobijaba, así que no sería extraño que dentro de algunos años viéramos también a Pérez Molina en el mismo trance que su colega.