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sábado, 11 de febrero de 2012

Trabajo

Es este un “mundo de trabajo” en el que los peces grandes se comen a los chicos en cardúmenes, y los devorados se sienten felices de haber servido de bocadillo del gigante. El desempleo de España a Costa Rica.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

rafaelcuevasmolina@hotmail.com

El Canal Internacional de la televisión española, misma que es vista en toda América Latina, transmitió el jueves 9 de febrero próximo pasado un reportaje que tenía como protagonista a Martín Cervantes quien, en concurso –según supimos- con otras 28 personas, había logrado conseguir un puesto para atender la cafetería de un club social comunal en una pequeña comunidad del interior de España.

La periodista presentaba a Martín con grandes muestras de alegría y, tal vez, de sensacionalismo, y le preguntaba pormenores de sus emociones por haber logrado acceder a un puesto de trabajo después de haber pasado, al igual que su esposa, casi un año en el paro. En efecto, la pareja de desempleados, con dos hijos pequeños de no más de cinco años, habían perdido sus respectivos trabajos –primero él y después ella- en la cantábrica ciudad de San Sebastián, y veían con espanto, como miles de otros españoles, cómo el subsidio por desempleo no les alcanzaba para pagar hipoteca, guardería, medicinas y alimentación de su pequeña prole.

El reportaje en cuestión implicaba la entrevista de la persona responsable del club social, un señor de unos setenta años que, con pelos y señales, narró el encarnizado concurso al que debió someterse Martín y cómo había logrado desplazar a sus contendientes para los cuales, por cierto, en las circunstancias de apremio en la cuales el favorecido se encontraba, no tuvo absolutamente ninguna palabra o frase de conmiseración: la ley de la selva en su estado más puro.

Algunos comensales que aprovechaban las horas nocturnas en las que se realizó el reportaje para beber algo en la barra que atendía en ese momento el afortunado ganador de la plaza, agregaron detalles que permitieron saber algunos pormenores del porqué de la escogencia: la esposa de Martín tiene una profesión que la ha llevado a tener relación con gente, los hijos de la pareja son pequeños y no tiene n problemas de conducta, etc. Es decir, una serie de “ventajas comparativas” que les han permitido desplazar a otros contendientes.

Por otra parte, en San José Costa Rica se realizó, el pasado viernes 10 de febrero, una feria del empleo en el que la que se dice que se ofrecieron 7000 puestos de trabajo, todos en compañías transnacionales asentadas o por asentarse en el país bajo régimen de zona franca, es decir, con una serie de granjerías que prácticamente las exime de pagar impuestos y otras obligaciones que las empresas nacionales no tienen. Ante la pregunta de cuánto podría ganar un joven profesional (médico, ingeniero, programador) en uno de los puestos ofrecidos, una de las organizadoras de la actividad dijo a la radio ADN (filial de la cadena española PRISA en Costa Rica) que, aproximadamente, unos $500, y remarcó dos cosas: que la calidad de los profesionales costarricenses era excelente y que el salario (bajo) que se les pagaba era una de las “ventajas comparativas” por las que estas compañías se asentaban en el país.

Como una de las actividades de esta feria del empleo, varios muchachos y muchachas, llamados “de éxito”, ubicados en un toldo especial, contaban a quien quisiera oírlos, cómo el año pasado, en una actividad parecida, habían conseguido trabajo y ahora ganaban un salario como el anteriormente mencionado.

En Costa Rica el desempleo no alcanza, ni lejanamente, los niveles que tiene España. Mientras en el país europeo alcanza al 22.3% de la población económicamente activa y sigue creciendo, en el país centroamericano llega a un 7%. En ambos países, sin embargo, son los jóvenes los que más sufren y los que se convierten en carne de cañón del trabajo precarizado en donde se les explota con jornadas extenuantes, bajos salarios y prestaciones laborales menguadas. Costa Rica se ha convertido en un paraíso de estas compañías transnacionales que ven en la explotación de los jóvenes profesionales una ventaja. Esta es, por demás, la política estrella del Estado en lo que concierne al empleo, mientras a los trabajadores públicos los tratan como parias (el último aumento salarial semestral aprobado por la administración Chinchilla para los empleados públicos fue de $10).

Es este un “mundo de trabajo” en el que los peces grandes se comen a los chicos en cardúmenes, y los devorados se sienten felices de haber servido de bocadillo del gigante.

Es esta la globalización neoliberal, queridos amigos, que muele a los de abajo y enriquece cada vez más a los de arriba.

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