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sábado, 12 de mayo de 2012

Apuntes para el socialismo del siglo XXI

Desde nuestra perspectiva, la lucha por resignificar la historia debería ser una experiencia que logre atajar los antagonismos modernos entre tradición y modernidad; entre naturaleza y sociedad; entre campo y ciudad y ello representa un ejercicio abierto al debate, abierto a la pluralidad y a la creatividad.

Michael Löwy y Samuel González /  Rebelion

La crisis de civilización que hoy experimentamos es el resultado de más de dos siglos de modernidad capitalista, un proceso histórico que nos ha conducido a un panorama de miseria social y a una temible crisis ecológica que amenaza la vida sobre el planeta, lo cual anuncia una verdadera crisis de sentido para la vida y para la historia de nuestras sociedades. ¿Acaso la modernidad falló tanto en su apuesta liberal como socialista? ¿Acaso la historia perdió sentido; acaso se haya fatalmente condenada?

Para nosotros, si la historia puede cobrar un sentido diferente tendría que hacerlo en un sentido opuesto a la lógica actual de la sociedad; tendría que hacerlo fuera de la lógica cosificada del valor, fuera del individualismo, el autoritarismo, el machismo y la depredación ecológica. Esto implica reinventar el mundo, reinventar la sociedad sobre bases completamente diferentes. La pregunta sería desde dónde construir la experiencia de esa historia distinta. Desde qué posturas teóricas, desde qué valores, desde qué ética y desde qué experiencias históricas. Sin esperar, por supuesto, que ello consista en una receta mágica, monolítica o dogmática. Un cambio posible deberá sembrarse sobre la base de la pluralidad y el debate constante. Lea el texto completo aquí…

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