Resulta
poco creíble que un sujeto de tales antecedentes como Álvaro Uribe pueda estar
al margen de las actividades cuestionadas, de tantos miembros de su familia,
algunos muy cercanos como su padre y hermanos y la de otros personajes de su
entorno.
Sergio Rodríguez Gelfenstein /
Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas,
Venezuela
Con verdadero estupor he leído una entrevista realizada al ex
presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, en la revista Correo Semanal de Lima, Perú. Su autora, la periodista Silvia Rojas,
la titula: “Venezuela es el paraíso del narcotráfico”, citando palabras del
esquizofrénico líder de la ultra derecha colombiana.
Resulta curioso que un personaje tan tenebroso pueda hacer tales
aseveraciones cuando su pasado y su entorno lo colocan a él mismo como alguien
de dudosa moral, sobre todo si de narcotráfico se va a hablar. Como Director
del Servicio de la Aeronáutica Civil otorgó licencia a muchos pilotos que
trabajaban para los narcos como señala el libro Los Jinetes de la Cocaína,
de Fabio Castillo. Esto lo llevó a ser señalado como colaborador del
narcotráfico en un reporte de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) de
Estados Unidos. Dicho reporte elaborado en 1991, lo señala como “un político
colombiano y senador dedicado a colaborar con el cartel de Medellín y con altos
funcionarios gubernamentales. Uribe ha sido vinculado con negocios relacionados
con la actividad de los narcotraficantes en Estados Unidos”.
En el mismo informe se menciona a su padre Alberto Uribe Sierra
como un reconocido narcotraficante que “fue asesinado por sus conexiones con el
tráfico de narcóticos”.
Por otro lado y en una noticia más reciente el periodista
colombiano Gonzalo Guillén, hizo público el vínculo de una cuñada y una sobrina
de Uribe con el narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán. Según Guillén,
Dolly Villa y su hija Ana Uribe aparecen como miembros de un clan de
narcotráfico y lavado de activos denominado "Clan Cifuentes Villa".
Aunque el ex presidente negó tener relación con la mujer, Guillén, se preguntó
porque durante la administración de Uribe "nunca se hubiera tocado a ese
clan" y aseguró que gracias a su indagación "se reactivó" el
proceso de extradición hacia Estados Unidos en contra de las dos mujeres.
Asimismo, el también periodista Daniel Coronell reiteró en su
columna de la revista"Semana que
las dos mujeres, capturadas en Colombia, pertenecen al clan que tendría bienes
a su nombre "por un valor superior a los 250 millones de dólares y
actividades en Colombia, México, Panamá, Ecuador, Brasil, España y Estados
Unidos". Según Coronell, el pasado 8 de febrero la Corte Suprema de Justicia
dio vía libre a la extradición de Cifuentes, mientras que el expediente de su
hija Ana no se encuentra en el Tribunal.
Por su parte, Guillén recordó además que el hermano del ex
presidente y padre de la
mujer sindicada "estuvo preso en 1986 por tropas de la IV Brigada del
Ejército porque su radio teléfono de inteligencia militar registró llamadas a
Pablo Escobar sin ser nunca juzgado por tal hecho".
De igual manera, otro hermano de Uribe, Santiago, tiene abierto un
expediente en la Fiscalía que lo sindica de haber organizado y liderado un
grupo paramilitar conocido como "Los doce apóstoles" que habría
asesinado a un centenar de personas en Colombia. El influyente periódico
estadounidense Washington Post
publicó una entrevista realizada al mayor Juan Carlos Meneses quien afirmó que
él fue cómplice de un grupo paramilitar conformado por Santiago Uribe, en
Yarumal, Antioquia. Meneses aseguró a su vez que Álvaro Uribe les ayudó a
archivar las investigaciones.
En el mismo ámbito, el periódico El Espectador de Bogotá en su edición del 5 de febrero de este año
publicó las declaraciones que hizo a la Fiscalía de Estados Unidos el
extraditado narcotraficante y paramilitar Juan Carlos “El Tuso” Sierra en una
sala de audiencias en la cárcel Northern Regional Jail de Virginia, quien
aseguró que Santiago Uribe Vélez "iba en 'vueltas'" de droga que
enviaban los hermanos Gallón Henao por la zona del Urabá.
En su defensa, Santiago Uribe afirmó que no sabe por qué el
narcotraficante Juan Carlos Sierra lo salpica, "será porque soy primo de
Mario Uribe y hermano de Álvaro Uribe, y algún odio o alguna cosa tendrá. No
conozco la razón y no me interesa conocerla.", puntualizó.
El mencionado ex senador y primo del ex jefe de Estado, Mario
Uribe también tiene su historia, enfrenta una pena de siete años de cárcel por
sus vínculos con paramilitares. Ya en 1997 el “primo” fue señalado de tener
relaciones con el narcotraficante antioqueño Pedro Pablo Uribe. Posteriormente
en 2008 el 22 de abril, fue emitida una orden de captura en su contra. Álvaro
Uribe entonces presidente, cuestionó la decisión del presidente de la Corte
Suprema de Justicia pidiendo explicaciones por la decisión que afectaba a quien
además de familiar era uno de sus asesores más cercanos.
Otros miembros de la familia vinculados al delito son los primos
por línea materna del ex presidente, Carlos Alberto y Juan Diego Vélez Ochoa,
que fueron involucrados con actividades relacionadas con la conformación de
escuadrones de la muerte, narcotráfico y la sindicación de decenas de asesinatos
como lo señala Sergio Camargo V. en su libro El narcotraficante N° 82, Álvaro
Uribe Vélez, presidente de Colombia.
En el más reciente escándalo que involucra al entorno de Uribe, el
general (R) Mauricio Santoyo quien fuera su Jefe de Seguridad, fue acusado por
Estados Unidos de asociación ilícita con narcotraficantes y de recibir sobornos
a cambio de ayudar a las organizaciones de la droga que debía combatir.
De acuerdo con una acusación formal de un jurado investigador de
una corte federal de la ciudad de Alexandria, en el estado de Virginia, el
general Santoyo Velasco habría recibido sobornos a cambio de dar información de
inteligencia a las principales bandas del narcotráfico en Colombia sobre las
indagaciones de autoridades estadounidenses, británicas y colombianas.
Resulta poco creíble que un sujeto de tales antecedentes pueda
estar al margen de las actividades de tantos miembros de su familia, algunos
muy cercanos como su padre y hermanos y la de otros personajes de su entorno.
En esas condiciones es difícil suponer que sus declaraciones sobre Venezuela
puedan ser respaldadas por alguien serio y responsable.
Hoy, cuando Uribe ha pasado a ser formalmente la oposición de
ultra derecha al gobierno colombiano, no puede ni siquiera nominar a uno de sus
adláteres a la presidencia de su país en las venideras elecciones. Los posibles
candidatos están inhabilitados para ejercer cargos públicos, son prófugos de la
justicia, tienen sombras acerca de su honorabilidad, son tránsfugas políticos o
están presos. Uribe y su entorno están tan desprestigiados que le quedan
escasas alternativas para generar una opción propia, como lo señala la
periodista María Jimena Duzán en la revista Semana
de este 7 de julio.
Uribe se siente el abanderado de la derecha militarista continental y pretende abanderar la causa delPlan Colombia extendiendo la supuesta lucha contra el narco a toda laregión.imagine la alarma que nos causa en México que haya sido asesor de Calderón y su fallida y sangrienta guerra y que una de las piezas fundamentales de Uribe, el general Naranjo vaya a ser asesor de Enrique Peña proponiendo para empezar grupos de choquee ¡¡¡ eb la frontera con EEUU cosa con la que Colombia no tenía que lidiar
ResponderEliminarUribe se siente el abanderado de la derecha militarista continental y pretende abanderar la causa delPlan Colombia extendiendo la supuesta lucha contra el narco a toda laregión.imagine la alarma que nos causa en México que haya sido asesor de Calderón y su fallida y sangrienta guerra y que una de las piezas fundamentales de Uribe, el general Naranjo vaya a ser asesor de Enrique Peña proponiendo para empezar grupos de choquee ¡¡¡ eb la frontera con EEUU cosa con la que Colombia no tenía que lidiar
ResponderEliminar