La abolición del ejército en Costa Rica
es una de las decisiones más trascendentales que se dieron en América
Latina en todo el siglo XX y hasta nuestros días: es un gesto que nos aproxima
al futuro, a la convivencia humanizada, a un humanismo que debe ser completado
con otras medidas de esa naturaleza.
Rafael
Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica
José Figueres derriba uno de los muros del Cuartel Bellavista, el acto simbólico de abolición del ejército. |
El 1° de diciembre de 1948, Costa Rica
abolió su ejército. Hecho insólito en el mundo, pero más aún en una región en
donde las fuerzas armadas han sido, en muchos momentos de su historia,
protagonistas principalísimas.
En Centroamérica, por ejemplo, raros han
sido los momentos en los que los ejércitos no se han hecho cargo del poder
político de forma directa, generalmente a través de cruentas dictaduras. Los
centroamericanos todavía tenemos frescas en nuestra memoria las más recientes
atrocidades cometidas en lo que aquí conocemos como los años de la guerra.
Convertidos en verdaderos ejércitos de ocupación en sus propios
países, arrasaron a sangre y fuego con todo lo que consideraban que fomentaba
la instauración de un orden distinto al del estatus quo. Todavía hoy, y a duras
penas, algunos de los militares responsables empiezan a ser juzgados por cargos
tan graves como genocidio, pero es un camino sembrado de obstáculos porque los
aparatos militares y los intereses que representan siguen siendo poderosos.
Los estamentos superiores del ejército
supieron, además, sacar ganancias para sí mismos. Aprovecharon las condiciones
ventajosas que les daban el ser el poder prácticamente omnímodo y se
convirtieron en una capa económicamente poderosa, con intereses propios, que
hoy se entrelazan con los del narcotráfico y el crimen organizado.
Triste ha sido el papel de los
ejércitos, entonces, en Centroamérica, pero ésta no es una excepción. Como
todos sabemos, hubo momentos en los que las dictaduras militares dominaban el
panorama político de toda América Latina.
El 1948 se iniciaba la Guerra Fría y el
último y largo período de dictaduras militares que hemos vivido tocaba a la
puerta. Los Estados Unidos de Norteamérica supieron valerse de ellas para
asegurarse el control del hemisferio occidental, haciendo realidad la
desiderata planteada en la proclama de James Monroe de América para los americanos.
Como parte de su contribución a la
consolidación y fortalecimiento de los ejércitos latinoamericanos, crearon
instituciones para entrenar a sus mandos medios y superiores, como la
tristemente famosa Escuela de las Américas; elaboraron el marco ideológico de
la acción militar con la Doctrina de Seguridad Nacional, y los apertrecharon
con armamento que sirvió para reprimir al movimiento popular.
Para terminar de hacer complejo y hostil
el contexto internacional de esos años, la dictadura de los Somoza estaba en su
apogeo en Nicaragua, país vecino a Costa Rica.
En Costa Rica, el 1° de diciembre de
1948 presidía el país José Figueres Ferrer, quien recientemente había salido
victorioso de una guerra civil que asoló al país durante tres meses. El
ejército nacional lo componían sus huestes, mientras los principales dirigentes
de la oposición se encontraban en el exilio. En estas circunstancias abolió el
ejército.
La decisión de una persona, como en este
caso Figueres Ferrer, es importante, pero atrás suyo había condiciones
históricas que le permitieron tomar esta decisión. En tiempos coloniales, Costa
Rica había sido la colonia “más pobre y alejada” de la Capitanía General de
Guatemala, a la cual pertenecían también, en calidad de provincias, los otro
cuatro países de la actual Centroamérica.
Esa condición de pobreza le estuvo
determinada, en muy buena medida, por tener un territorio en el que no
abundaban las riquezas minerales que buscaban los europeos, y la fuerza de
trabajo indígena era poca y dispersa.
Esta situación posibilitó que, antes que
conquistado, el país fuera colonizado por españoles bastante igualados en su
pobreza, lo cual redundó en la debilitad de los estamentos de poder tan sólidos
y estructurados de otras partes.
El ejército, por lo tanto, nunca fue
especialmente fuerte en una sociedad de este tipo. Cuando en el último tercio
del siglo XIX, por ejemplo, los liberales se dieron a la tarea de estructurar
el Estado moderno, la educación jugó un papel primordial, pues se trataba de
construir la legitimidad del nuevo orden nacional, antes que imponer mecanismos
de dominación. De ahí que el fuera la reforma educativa uno de sus ejes
centrales, pues ponía las bases ideológicas del nuevo orden. Solo a manera de
contraejemplo, véase lo que sucede al mismo tiempo en Guatemala, al otro lado
del istmo, en donde la institución alrededor de la cual gira este proceso es el
ejército.
Aunque las circunstancias históricas le
sirvieran en bandeja de plata el paso que tomó, Figueres Ferrer pudo no haberla
tomado y nadie habría dicho ni pío, sobre todo en el contexto de confrontación
que antes mencionamos. Pero dio el paso adelante y tomó la que, en nuestra
opinión, es una de las decisiones más trascendentales que se dieron en
América Latina en todo el siglo XX y hasta nuestros días: es un gesto que nos
aproxima al futuro, a la convivencia humanizada, a un humanismo que debe ser
completado con otras medidas de esa naturaleza.
La abolición del ejército en Costa Rica
debería ser celebrado no solo por los costarricenses quienes, por cierto, no lo
hacen con el entusiasmo que debieran, como si fuera el hecho más normal del
mundo, sino por todos nosotros, es decir, por todos los latinoamericanos.
La mejor forma de celebrarlo sería
proponernos crear las condiciones para emular este gesto. Sería una muestra de
verdadera valentía y atrevimiento.
Muy biennnn los aplaudo a todos....la verdad unos genios ...la paz mundial ya viene, se aproxima...SEÑORES DONDE VIVEN EN UN FRASCO DE VIDRIO..!! Les hago una pregunta ustdes dejarian su casa sin puerta ni ventanas, ni rejas ni nada que los proteja.? Sigan opinando asi que cuando pronto los recursos naturales se agoten van a mirar a todos lados esperando la defenza nacional y nunca va a llegar por q los mandaron a sus casas. No somos paises del primer mundo....y la diplomacia no existe. Sino preguntenselo a medio oriente con EEUU si no existe una causa se la inventa....les dejo algo para la reflexion ....por que batman no mata al guason? Por que lo necesita vivo para otro capitulo....la guerra va existir siempre y en cuanto se justifique una se abrira un nuevo capitulo....lean historia no se dejen engañar por pensamientos futuristas que ojala se pudieran cumplir
ResponderEliminar