Las referencias fundamentales para entender el mundo contemporáneo
vienen de la hegemonía imperial norteamericana y del modelo neoliberal
dominante. Ser de izquierda en la era neoliberal es luchar por un mundo
multipolar y por la construcción de un modelo de superación del neoliberalismo,
de un modelo posneoliberal.
Emir Sader / Página12
Son referencias globales, que afectan a todos nuestros países y pueblos,
cualquiera que sea el continente donde se encuentren. El final de la Guerra
Fría resultó en un mundo unipolar bajo la hegemonía imperial norteamericana,
que ya no encontraba límites para ejercer su dominación. El tiempo de la pax
americana es un tiempo de más guerras, que afectan la vida de gente de todos
los continentes, de forma directa o indirecta. Es un tiempo de un poder que busca
militarizar los conflictos para tratar de resolverlos por medio de la fuerza.
El modelo neoliberal surgió del agotamiento del modelo de desarrollo
industrial comandado por las grandes corporaciones, que marcó el ciclo más
grande de expansión económica del capitalismo.
La izquierda se reorganizó para resistir al modelo neoliberal y a la
acción imperial norteamericana con éxitos distintos. Si el neoliberalismo había
tenido en América latina el continente donde más se había propagado, y en sus
modalidades más radicales, fue justamente ahí que la resistencia y la reacción
fueron más fuertes. Después de las crisis de México en 1994, de Brasil en 1999
y de la Argentina en 2001/2002 –sus economías más grandes–, el fracaso del
modelo neoliberal y las luchas de resistencia permitieron elegir gobiernos
posneoliberales en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador
–gobiernos que siguen dirigiendo a sus países hasta hoy–.
Se constituyó así una nueva izquierda, que ha incorporado la comprensión
de las nuevas condiciones de luchas en el marco de las grandes y regresivas
transformaciones por las que había pasado el mundo, en el final de la Guerra
Fría y en el ascenso del modelo neoliberal. Líderes como Hugo Chávez, Lula,
Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa pertenecen a esa nueva izquierda.
Lo mismo no sucedió en otros países de la región, el caso más
significativo es el de México. Uno de los países pioneros en la introducción
del neoliberalismo en Latinoamérica, a pesar de todos los daños que el país
sufrió y sigue sufriendo, su izquierda no ha logrado todavía llegar al
gobierno. Fue una izquierda que no logró, al contrario de otros países del
continente, colocar el modelo neoliberal y sus fracasos en el centro del
debate, favoreciendo la alternancia entre los partidos de derecha, en lugar de
una victoria de la izquierda.
Esos gobiernos y fuerzas de izquierda de América latina viven cierto
nivel de aislamiento a escala internacional, a pesar del reconocimiento de sus
éxitos, aun en el marco internacional de supervivencia del neoliberalismo. Que
es uno de los elementos de debilidad de esos gobiernos, pero que no depende de
ellos, sino de que la comprensión que esas fuerzas han tenido se propague hacia
otras regiones del mundo, especialmente hacia la izquierda europea.
Esta fue una víctima concentrada de las transformaciones que ha vivido
el mundo con el fin de la Unión Soviética, sus efectos sobre las alianzas en la
izquierda, así como la adhesión de la socialdemocracia al modelo neoliberal –lo
cual ha desfigurado completamente la izquierda como históricamente se había
constituido en las décadas anteriores en Europa–. El resultado es una debilidad
como nunca había tenido la izquierda desde hace mucho tiempo. Sea la
incomprensión del rol de la hegemonía imperial norteamericana, sea las trampas
en que ha caído respecto del neoliberalismo –en la Unión Europea–, lo cierto es
que la izquierda del siglo XXI, posneoliberal, da ahora sus primeros pasos para
constituirse, en países como Grecia y España, entre otros.
Del fortalecimiento, constitución y la articulación entre los distintos
sectores de la nueva izquierda –la izquierda del siglo XXI, la izquierda post
neoliberal– depende la superación de la hegemonía imperial norteamericana y del
modelo neoliberal.
Al leer la lista de los gobiernos antimperialistas no veo la referencia a Nicaragua. ¿Será un olvido o será que no le clalifica de izquierda aunque pertenezca al ALBA y los gobiernos de ALBA lo reconozcan como parte de ellos en sus posiciones políticas?
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