Por más que la derecha
celebre eufórica sus triunfos electorales, no lo tendrá nada fácil para gobernar:
la sociedades argentina y venezolana se encuentran mejor organizadas hoy que
hace veinte años, con más experiencias de movilizaciones sociales, de
participación democrática y de protagonismo popular.
Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa
Rica
“La hora del lobo es el
momento entre la noche y la aurora cuando la mayoría de la gente muere, cuando
el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los
insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los
demonios son más poderosos...”, escribió Ingmar Bergman, explicando el sentido
del guión de su película La hora del lobo
(1968). Como en el clásico filme del cineasta sueco, América Latina está
viviendo ahora su propia hora del lobo: ese paso de la esperanza posneoliberal
y los sueños emancipadores, a la pesadilla de la restauración conservadora.
En solo unas semanas,
el peor de los escenarios se consumó: en Argentina, la derecha recuperó el
bastión neoliberal argentino –el mejor “modelo neoliberal” de la década de 1990-;
en Venezuela, merced a sus tácticas de guerra económico, guerra mediática y al
desgaste del gobierno de Nicolás Maduro, arrinconó a la Revolución Bolivariana
arrebatándole la mayoría en el parlamento, después de 17 años de dominio del
poder legislativo. Y en Brasil, los golpistas tejen sus redes en la oscuridad
de los pactos para sacar de la presidencia a Dilma Rousseff.
Los lobos no han
demorado en mostrar su dentadura afilada: en Argentina, el presidente Mauricio
Macri conformó un gabinete con ministros reclutados de las compañías
multinacionales (los Chief Executive
Officer). La CEOcracia, como ya la han
denominado, se configura a partir de la designación –entro otros cargos- de las
exdirectoras ejecutivas de General Motors en Aerolíneas Argentinas, y de IBM y
Telecom en la Cancillería; y de los
exdirectores de la petrolera Shell en el Ministerio de Minas y Energía, de LAN
Argentina en la Jefatura de Gabinete, y del Deutsche Bank en la Secretaría de
Finanzas. No menos agresivo y polémico es el nombramiento de Patricia Bulrich
como responsable de la cartera de Seguridad: a Bulrich se le vincula con
fundaciones de la derecha estadounidense y con la Agencia Central de Inteligencia
(CIA).
En Venezuela, la
llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), aupada por Fedecámaras y el capital
extranjero, ha reclamado la derogación de un conjunto de leyes que representan
conquistas claves del chavismo: la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y
las Trabajadoras, la Ley de Precios Justos (que fue la respuesta a la guerra
económica de desabastecimiento de productos básicos), la Ley del Banco Central
de Venezuela, el Código de Comercio, la Ley del Puerto Libre, la Ley de Tierras,
la Ley de Emergencia de Vivienda y Terrenos Urbanos, la Ley Contra la Estafa
Inmobiliaria y la Ley de Presupuesto Nacional del año 2016, que destina casi un
60% de los recursos a la inversión social.
Ahora bien, por más que
la derecha celebre eufórica sus triunfos electorales, no lo tendrá nada fácil
para gobernar: la sociedades argentina y venezolana se encuentran mejor
organizadas hoy que hace veinte años, con más experiencias de movilizaciones
sociales, de participación democrática y de protagonismo popular. Además,
aunque debilitadas por los resultados adversos, el Frente para la Victoria
(kirchnerismo) y el Partido Socialista Unido de Venezuela (chavismo) mantienen
cuotas nada despreciables de representación en gobernaciones y en los
parlamentos. Quienes piensen que los proyectos antinacionales y
proimperialistas se impondrán sin trabas, probablemente subestiman a las
organizaciones populares y a la conciencia social que, pese a todo, se logró
elevar en estos años.
Sin duda, serán tiempos
de resistencia los que se vienen para nuestra América, en un contexto mundial
de crisis capitalista y de recrudecimiento de las opciones de fuerza, del
militarismo de las potencias, de las tensiones entre los defensores del
hegemonismo unipolar y el mundo multipolar que intenta abrirse paso. Y allí,
una vez más, como tantas veces en nuestra historia, corresponderá construir
desde abajo, caminar, acompañar y defender lo ganado. Como dijera el poeta Roque Dalton, “en la lucha social también los grandes ríos
/ nacen de los pequeños ojos de agua / caminan mucho y crecen / hasta llegar al
mar”. Es ley de vida… aunque los lobos anden sueltos.
Sr. Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica
ResponderEliminarHe leido su articulo en GRACUS... LA HORA DE LOS LOBOS
Le pregunto si acaso lo que tenemos en Latinoamerica en cada uno de estos gobiernos como Usted los llama ¨postneoliberales¨... aca los conocemos del Socialismo del Siglo XXI???
No estan estructurados con las mismas ordas que Usted denomina: ¨ compañías multinacionales... fedecamaras y capital extranjero¨!!!
Perdone Usted... estos gobiernos mal llamados progresistas... han sido el mejor ejemplo, patio y plaza para el remozamiento del capitalismo mundial, de una más galopante y legalizada corrupción, sometidos, aliados, y felpas de las corporaciones transnacionales, traslatinas, y hasta de esos mismo organismos multilaterales de crédito!!!
A que ¨esperanza posneoliberal y los sueños emancipadores,...¨; se refiere Usted???, revise lo que escriben por otros estudiosos latinoamericanos...
Puro cuento aquello de que ahora estamos de vuelta a lo que Usted denomina: ¨... a la pesadilla de la restauración conservadora.¨
Esa pesadilla nunca se termino... más bien continuo... con más impetuo, velocidad, voracidad...
Por favor le invito a revisar y reflexionar sobre la debacle economica que dejan los llamados gobiernos del socialismo del siglo XXI, con corrupción en todos lo niveles y estratos sociales, sobre endeudamiento externo, y con el territorio y los RRNN de la America Latina en calidad de GARANTIA para las IDEs y la presencia Transnacional y Translatina en cada uno de nuestros paises...
Sr. Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica
ResponderEliminarHe leido su articulo en GRACUS... LA HORA DE LOS LOBOS
Le pregunto si acaso lo que tenemos en Latinoamerica en cada uno de estos gobiernos como Usted los llama ¨postneoliberales¨... aca los conocemos del Socialismo del Siglo XXI???
No estan estructurados con las mismas ordas que Usted denomina: ¨ compañías multinacionales... fedecamaras y capital extranjero¨!!!
Perdone Usted... estos gobiernos mal llamados progresistas... han sido el mejor ejemplo, patio y plaza para el remozamiento del capitalismo mundial, de una más galopante y legalizada corrupción, sometidos, aliados, y felpas de las corporaciones transnacionales, traslatinas, y hasta de esos mismo organismos multilaterales de crédito!!!
A que ¨esperanza posneoliberal y los sueños emancipadores,...¨; se refiere Usted???, revise lo que escriben por otros estudiosos latinoamericanos...
Puro cuento aquello de que ahora estamos de vuelta a lo que Usted denomina: ¨... a la pesadilla de la restauración conservadora.¨
Esa pesadilla nunca se termino... más bien continuo... con más impetuo, velocidad, voracidad...
Por favor le invito a revisar y reflexionar sobre la debacle economica que dejan los llamados gobiernos del socialismo del siglo XXI, con corrupción en todos lo niveles y estratos sociales, sobre endeudamiento externo, y con el territorio y los RRNN de la America Latina en calidad de GARANTIA para las IDEs y la presencia Transnacional y Translatina en cada uno de nuestros paises...
Quien pueda demostrar lo contrario que lo haga, la leyes de Newton están vigentes, entre ellas la Ley de la Gravedad, los cuerpos que tienen masa caen por su propio peso
ResponderEliminar(F= mg) , ese mismo concepto técnico de pocas palabras y de grandes aplicaciones se puede aplicar al ejercicio político de nuestra América Latina, en especial a los países donde impera el socialismo del siglo 21. Los gobiernos caen por su propio peso (una gran masa corrupta y una gravedad de actos contrios a la voluntad de los pueblos,demostrar lo contrario es tarea difícil e imposible.