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sábado, 30 de enero de 2016

Bolivia y Evo Morales

El 21 de febrero de 2016 en Bolivia se desarrollará un  referéndum sobre la modificación parcial de la Constitución, la cual fue alentada por organizaciones sociales miembros de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam). 

Adalberto Santana / Especial para Con Nuestra América
Desde Ciudad de México

La reforma al la cual habilitará o no la reelección consecutiva de los cargos de  a la presidencia y a la vicepresidencia del país andino en las elecciones generales de 2019. De ahí que en los momentos actuales, el presidente Evo Morales se encuentra en gran media inserto en un proceso que trata de hacer viable dicho referendo a su favor. En esa misma medida  a final de 2015 el mandatario boliviano señalaba  el avance que había logrado su país  al ponerse como una de las economías con mayor impulso en un  contexto donde la mayoría de los países de la región latinoamericana y caribeña y el mundo viven  graves crisis económicas.

En ese sentido el pasado 29 de diciembre de 2015, Evo Morales anunciaba las proyecciones que se econtemplaban en su plan quinquenal de desarrollo (2016-2020). Destacando dentro de ellas la reducción de la pobreza extrema de un 17,3% a 9,5% y la pobreza moderada de 39,3% a 24% en 2020. Así como un crecimiento económico  promedio de la economía de 5,8%. Situación que sin duda será acompañada por otra serie de indicadores que generaran una Bolivia mucho más dinámica y menos excluyente en los más diversos ámbitos de la vida social, económica y cultural del país boliviano.

En ese sentido el plan busca mejorar los indicadores  sociales al proponerse disminuir las desigualdades entre los más ricos y los más pobres, rubro en el que en 2014 llegó a 39 veces y para el 2020 será de 25 veces. A la par la cobertura del agua potable urbana pasará en esas mismas mediaciones de 92% a 95% y la cobertura en el medio rural será del 66% al 80%. En los indicadores económicos, también se mostrará un incremento como es el crecimiento del PIB del 5,8%. Las exportaciones se tienen contempladas en 16 mil millones de dólares y la inversión pública en  48.574 millones de dólares. De la misma manera en los indicadores de salud se contempla reducir la mortalidad infantil de 50 mil nacidos a 35 mil nacidos, así como la desnutrición crónica pasará de 18,1%  a 9,0%. A todo esto se sumará la inversión en equipamiento y hospitales,  la construcción de distintos hospitales especializados en oncológía, cardiológía,  gastroentereológía y neurología, así como distintos hospitales generales en diversas entidades del país como Montero, Potosí, La Paz, El Alto, Gran Chaco, Tarija, Sucre y otras ciudades más. A todo ello se sumará la creación de 180 centros de salud.

Pero estas proyecciones del crecimento social y económico del país andino, se da con base en el mismo desarrollo  que diversos sectores sociales, económicos y políticos de Bolivia lo reconocen. Así, en ese sentido, el “presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, afirmó que su sector acompañará al Gobierno para cumplir las metas  establecidas en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020, entre ellas la reducción de la pobreza extrema a 9,5%” (Página Siete, La Paz 30/12/15, p. 6).

En otras palabras, las proyecciones del plan quinquenal de desarrollo (2016-2020), están apoyadas en una realidad objetiva que muestra los grandes avances en la gestión del presidente Morales Ayma, tal como lo apunta Teresa Morales Olivera en su ensayo “Razones para un Sí”, al apuntar:

“La buena conducción de la economía del Presidente Evo ha sido ampliamente demostrada. Su realismo y responsabilidad en cuanto a la economía se puede demostrar en que se ha logrado el mejor crecimiento económico de América Latina llegando en promedio a 5,1% de crecimiento anual entre 2006 y 2014, consiguiendo aumentar el PIB per capita de 1.037 a 3.116 dólares, logrando acumular unas nuevas reservas internacionales netas que en 2014 llegaron a 15.123 millones de dólares; y todo esto combinado con medidas de redistribución económica que han sacado más de un millón de personas de la pobreza extrema” (La época, núm. 73, La Paz, 20-26/12/15, p. 19).

Esta situación de hecho ha sido ratificada por la CEPAL al confirmar que la economía boliviana como líder regional  con un crecimiento de un 4.5%, tal como lo apunta W. Abrahan Péez Alandia en “La economía boliviana durante 2015” (Observatorio económico de La época, núm. 73, La Paz, 20-26/12/15, p. 1). Para el mismo analista la explicación del liderazgo de la economía boliviana en un contexto “caracterizado por una débil recuperación de las economías avanzadas y una mayor debilididad de las economías emergentes” se debe al hecho de que, según el mismo analista: “es el cambio de modelo el que permitió los resultados positivos de la economía regional”.

De esa manera, diversos sectores de opinión se han manifestado en la sociedad boliviana por la modificación de la Constitución para hacer viable la reelección presidencial. Tal como lo manifestó el mismo Colegio de Abogados de La Paz, quien en voz de su presidente, Raúl Jiménez, expresó: “Presidente (Evo Morales), tiene usted todo nuestro apoyo, el brazo intelectual  de los abogados está con usted. Con el esfuerzo, inclusive, de poner el pecho contra los reaccionarios” (Página Siete, La Paz 30/12/15, p. 4).

También se puede apuntar que algunas encuestas como el de la empresa IPSOS,  que realizó en cuatro ciudades bolivianas (La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y El Alto) apuntan que el 50%  de los encuestados se manifestó  en contra de la reforma y un  45% de acuerdo, quedando un 5% que no respondió. En la ciudad de El Alto, considerada  como la mayor concentración de población en Bolivia (más de un millón de habitantes donde radican gran parte de los sectores populares urbanos), al contrario de las otras tres ciudades,  mostró una tendencia favorable a la reelección  (55%). Incluso cuando uno recorre esa ciudad, se visualiza el gran crecimiento  de las construcciones de vivienda y comercio de la misma, su intenso tráfico y registro vehicular, así como las simpatías políticas por el Movimiento al Socialismo (MAS), organización política en la que milita el presidente Evo Morales Ayma.

Con todo el mismo mandatario boliviano ha manifestado que no le preocupa un resultado adverso. “El 21 de febrero yo también quiero saber si me quiere o no me quiere el pueblo boliviano, es lo más democrático, acompañaré a los movimientos sociales en esta campaña por el SÍ, respetando su decisión”.

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