Obama es la cara benevolente de un
aparato descarnado y hambriento al que viene abriéndole camino y del que es
embajador de lujo.
Rafael
Cuevas Molina/ Presidente AUNA-Costa Rica
La noticia de la semana en América
Latina ha sido el periplo de Barak Obama por Cuba y Argentina. Encantador el
muchacho con su paso de gacela, su sonrisa seductora, sus dotes de bailarín de
tango y consumada contraparte del cómico Pánfilo en Cuba. No hay quien quede a
salvo de su seducción; es exactamente lo que necesitaban los Estados Unidos de
América en esta coyuntura precisa, cuando las opciones nacional-progresistas de
América Latina no atraviesan su mejor momento.
Después de varios años de lamentos
de la derecha latinoamericana por fin tenemos la atención que tanto pedían, y
ahí está Obama encabezando la ofensiva soft
en la que se ha revelado todo un experto. Viéndolo, uno se pregunta cómo tiene
tiempo el presidente de la principal potencia del mundo contemporáneo, mientras
Bashar al Ásad está a punto de reconquistar Palmira y hay atentados en Bélgica,
para aprender a decir “¡qué bomba!”, y hacer como que aprende a jugar dominó en
un plató de televisión mientras comenta lo que le gustaron los patacones del
paladar que visitó en La Habana.
Todo un dechado de diplomacia del siglo
XXI, en la que nos dan una lección del uso de la imagen para conseguir los fines
que se persiguen. En esto, Obama y su equipo son expertos. La campaña que lo
llevó a la presidencia de su país se estudia hoy en toda escuela de
comunicación y periodismo de cualquier universidad que se respete; el uso que
en su marco se hizo de las redes sociales marcaron un antes y un después de la
estrategia mediática en la política.
La estrategia de encantador de
serpientes no había sido utilizada nunca con tanta habilidad por los Estados
Unidos en América Latina. Muy seductor pudo haber sido para los Estados Unidos
Ronald Reagan, por ejemplo, pero a nosotros nunca nos movió un pelo; muy amable
pudo haber sido Clinton, pero su clásica pinta de gringo lo alejaba de
nosotros, y de Bush es mejor ni hablar. Pero Obama es otra cosa, sale de gira
hasta con la suegra, le traduce del español su hija y es negro, que no es decir
poca cosa en estos lares. Casi que hasta quisiéramos un presidente así en estos
paisitos llenos de mediocres ridículos y mafiosos.
Obama es, sin embargo, la cara
benevolente de un aparato descarnado y hambriento al que viene abriéndole
camino y del que es embajador de lujo. Independientemente que en sus discursos
hable sobre democracia, convivencia entre sistemas de distinta naturaleza y de
ver hacia el futuro haciendo, incluso, mea culpa de lo que su país nos ha hecho
en el pasado, lo que verdaderamente le interesa al aparato del que forma parte,
y del que él es pieza central, es encontrar la forma de abrirle vía a los
capitales transnacionales de su país. Y esos capitales no han cambiado un ápice
su naturaleza depredadora a pesar que Obama sea simpático y sus hijas
encantadoras. Ya lo hemos vivido en el pasado, ya lo vivimos hoy y así será en
el futuro.
A Cuba quieren meterla en ese
tinglado; no hay otra razón de tanta dulzura, tanta sonrisa, tantos parabienes.
El discurso de la democracia, del reconocimiento de los logros de la Revolución,
del elogio de su férrea dignidad es canto de sirenas. Si para apoderarse de
ella pudieran hacerlo de otra forma, con otros métodos, sin tanta sonrisa, ya
lo habría hecho. Es más, ya lo intentaron pero no pudieron. Ahora le toca a
Obama, su mujer, sus hijas y su suegra, a ver si los cubanos se tragan el
anzuelo. Si no resulta, como dice la misma Doctrina Obama, siempre hay tiempo
para dar marcha atrás e intentar por otro lado.
En esas están, probando por aquí y
por allá; ahora con Obama y su sonrisa de anuncio de dentífrico, mañana
declarando a algún país amenaza para su seguridad nacional. De nosotros depende
dejarnos engatusar.
Correcto. Estimula leer que no todas ni todos estamos engatusadas/os. GRACIAS.
ResponderEliminarDra. Marta R. Zabaleta, desde el exilio en Londres.
ES esto mismo Rafael. Yo tambien pienso que el peor inimigo es aquello que te sonrie, baila, canta , hace todo , pero tiene su objetivo. La manutencion de la hegemonia americana en todos nuestros paises. Los cubanos pienso no enguliran el canto de la sirena y Fidel en su articulo , dijo con mucha clareza: Olvidar todo el pasado y seguir junto construyendo un futuro juntos? Es posible.REcibieron bien como siempre son grandes anfitriones pero de concreto ademas de los bailes y fiestas que va restar?
ResponderEliminarMaria Sirley dos Santos
Presidente de AELAC/BRASIL
ES esto mismo Rafael. Yo tambien pienso que el peor inimigo es aquello que te sonrie, baila, canta , hace todo , pero tiene su objetivo. La manutencion de la hegemonia americana en todos nuestros paises. Los cubanos pienso no enguliran el canto de la sirena y Fidel en su articulo , dijo con mucha clareza: Olvidar todo el pasado y seguir junto construyendo un futuro juntos? Es posible.REcibieron bien como siempre son grandes anfitriones pero de concreto ademas de los bailes y fiestas que va restar?
ResponderEliminarMaria Sirley dos Santos
Presidente de AELAC/BRASIL