Páginas

sábado, 16 de julio de 2016

El eterno racismo en la tierra del Ku Klux Klan

Surge la pregunta urgente, ¿qué hace Obama hablando de derechos humanos en Venezuela y firmando acciones ejecutivas injerencistas, cuando en su país la policía caucásica, asesina afro descendientes todos los días en crímenes de odio racial?

Ilka Oliva Corado / Especial para Con Nuestra América
Desde Estados Unidos

Partiendo de ahí es imposible hablar de  democracia en el país, una falacia más de las tantas que ha inventado este sistema injerencista  que no se ocupa de su política interna.

Sin lugar a dudas la peor  vergüenza para la comunidad afro descendiente  es haber tenido un presidente negro afín al capital, que no los representara con integridad  y que con cada acción denigrara a sus ancestros e irrespetara a las generaciones futuras.

Más cruel aún, que vea asesinar afro descendientes en manos de la policía caucásica, en evidentes casos de odio racial y no haga nada al respecto, más que utilizar su oratoria y su excelente dramatización teatral para dar el pésame entre lágrimas y poesía. Una deshonra total para los mártires afro descendientes que dieron sus vidas en la lucha por los Derechos Civiles.

Más latente que nunca el  Ku Klux Klan, y más libre y más impune pues viene desde las entrañas del sistema de justicia de todo el país. La policía es solamente la acción evidente, hay mucho más en las sombras de la  mediatización.  ¿Derechos humanos en Estados Unidos? Jamás. 

Esa segregación racial que no puede esconder Estados Unidos aunque quiera, es el elefante dentro de la habitación. Está en el sistema de salud, en el sistema de educación, está en las fibras más íntimas de la sociedad,  en los patrones de crianza; en lo más banal ahí también está inmerso el racismo y el odio. Y lo evidente, en el sistema de justicia que no es imparcial cuando se trata de negros o latinos indocumentados. De unos años para acá, también con los musulmanes que son acusados así por así de terroristas.

Los actos  terroristas en Estados Unidos los realiza todos los días la policía y esos torturadores, esos violadores, esos asesinos vestidos de uniforme, que son fieles al Ku Klux Klan nunca van a la cárcel, a ellos nunca se les imponen cargos, a ellos siempre el sistema y la doble moral de la sociedad blanca caucásica los excusa y les avala el odio racial, porque también ellos se sienten  superiores por el color de piel. 

¿Por qué Obama no firma una Acción Ejecutiva  de emergencia para tratar el odio racial de la policía hacia la comunidad latina indocumentada y afro descendiente? Así como las firma de inmediato para invadir países en  democracia. 

Y el papel de la sociedad, ¿Porqué no han salido las masas blancas caucásicas a exigir un alto a los crímenes raciales y a denunciar el sistema impune que deja libre a los culpables? ¿Todas las vidas importan en Estados Unidos? No, importan las blancas caucásicas nada más.  ¿En dónde está la comunidad europea, la musulmana, la asiática y la latinoamericana uniéndose  a las manifestaciones masivas de afros exigiendo justicia? La comunidad LGBTI que lloraba de alegría cuando legislaron la ley del Matrimonio Igualitario, ¿en dónde está ahora uniéndose a los afros exigiendo el respeto a la vida y a los derechos humanos? ¿Doble moral? ¿En dónde están la iglesias, los feligreses que toman las calles cuando del aborto se trata, en dónde están manifestando por el respeto a la vida de los negros? ¿Doble moral? ¿En dónde están los millones de indocumentados uniéndose a las manifestaciones? ¿Doble moral? ¿De qué estamos hechos? De porquería…

El sesgo con el que la mediatización de los medios de comunicación nacionales e internacionales han manejado la información es la evidencia de un racismo que se vive a nivel mundial. Pregunto, ¿en dónde están los presidentes del mundo que piden una invasión en Venezuela,  exigiendo justicia por los crímenes de odio en Estados Unidos, cuestionando a Obama así como cuestionan a Maduro? ¿Por qué no piden la renuncia de Obama así como piden  la de Maduro? Así como fueron Orlando, Francia, Charlie Hebdo, Bruselas y tantos ataques terroristas más, ¿por qué no son las vidas de los afro descendientes en Estados Unidos y el mundo? 

¿Con qué cara  Hillary Clinton, Biden y Obama le piden a Maduro que “respete” los derechos humanos de venezolanos, cuando aquí en su país la policía asesina afros y latinos indocumentados todos los días y los culpables nunca van a la cárcel? ¿Doble moral?  

Esto no se trata de negros y blancos.   Se trata de un sistema impune, de una sociedad que solapa, de líderes que manipulan, de medios de comunicación que ocultan y tergiversan.  Se trata de nuestra doble moral. Se trata del silencio de todos los que vivimos en Estados Unidos, nacidos aquí o no. Se trata de dejar a otros la responsabilidad que nos corresponde a nosotros desde nuestro lugar en la sociedad. Se trata de nuestra indolencia cuando la violencia la sufre otro que no habla nuestro idioma, que desconoce nuestra cultura,  que no vive cerca de nuestra casa, que nació en otro país, que tiene distinto color de piel. 

Se trata de lo inhumano que nos corroe y que nos convierte en lacayos idénticos a quienes ejercen la discriminación racial en los crímenes de odio, somos más culpables aún, por avalar la segregación  racial y la injusticia con nuestro silencio y nuestra pasividad. 

Esto también  nos incumbe a todos dentro y fuera de Estados Unidos, porque el odio racial existe en todo el planeta. Esto debe llamarnos a una auto evaluación de nuestro papel en la sociedad.  Y preguntarnos las veces que sean necesarias, ¿de qué manera ejerzo yo el racismo? ¿En qué forma solapo la segregación racial? Y la más importante, ¿qué puedo hacer yo desde mi lugar en la sociedad para crear un cambio? ¿De qué manera me puedo involucrar?  

¿Qué tal va nuestra doble moral? ¿Es nuestro país también tierra del Ku Klux Klan? ¿De qué magnitud es el racismo en nuestra casa, colonia, pueblo, comunidad, país? ¿Qué tan patriarcales, misóginos,  machistas, clasistas, racistas, xenófobos  y mente colonizada somos? 

Nuestra mayor irresponsabilidad como ciudadanos del mundo es dejar en manos de otros lo que nos corresponde como seres individuales, que somos parte de un todo, porque al final de cuentas todo en este mundo va de la mano. ¿Todas las vidas importan? Depende: el género, el color, la  etnia, la nacionalidad, la clase social y grado de escolaridad,  es nuestra consigna en el mundo entero. Vaya nivel de deshumanización el nuestro. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario