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sábado, 29 de julio de 2017

Concomitantes sociales del capitalismo y el colonialismo

Son muchos los efectos del colonialismo en el mercado internacional. Una buena revisión, con una mirada crítica nos permitirá observar que todavía en pleno Siglo XXI, quedan colonias clásicas. ¿Hasta cuándo lo permitiremos?

Carlos Pérez Morales / Especial para Con Nuestra América
Desde Puerto Rico

El capitalismo es un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción, la libertad del mercado, la libertad individual y la libre competencia.  Como sistema mundial, surgió después de la invasión del Nuevo Mundo por los españoles, portugueses e ingleses. Estos países “colonizadores” dominaron el comercio del Atlántico Norte y fundaron así el mercado mundial. Desde el comienzo del capitalismo durante los Siglo XV y XVI, éste dependió gradualmente de grandes extensiones de territorios que conformaran una red de intercambio de mercancías. Esta red de intercambio de mercancías le facilitó con el tiempo el desarrollo de un mercado mundial de bienes y  servicios y una división internacional de trabajo.

El Mar Mediterráneo era la ruta mundial del comercio, pero España, Inglaterra y Francia, trasladaron ese comercio hacia sus colonias en África, Asia y América.  En cuanto al comercio España continuó con una política económica mercantilista, quedando rezagada por los otros Estados europeos que tenían colonias.

A finales del Siglo XIX, predominaba una economía mundial capitalista en el mundo entero (Hoogvelt A., 1997). El llamado Tercer Mundo: América del Sur África y Asia excluyendo Japón, participaba completamente en este comercio aunque no en términos de igualdad.

La división internacional del trabajo estableció criterios de producción de bienes y servicios para ser vendidos en el mercado de forma tal, que pueda obtenerse una máxima ganancia mediante la ley de oferta y demanda.

El colonialismo sirvió de base para la extensión del sistema capitalista.  Este es un sistema de dominación por la fuerza de una nación sobre otra. Este dominio se extiende hacia las áreas políticas, militares, económicas, religiosas y culturales. Los países dominantes sobre otros, por lo regular construyen un imperio. Una de las principales características del imperialismo es la explotación económica de las colonias.  En términos modernos, las neo colonias son víctimas de la hegemonía (dominación sin el uso de la fuerza) de países poderosos.

Distintos pensadores alertaron sobre la brutalidad ejercida por el imperio en sus colonias. Algunos países imperiales, como fue el caso de España, negaban que los habitantes originales de las colonias tuvieran almas.  Ellos justificaban el sistema colonial como uno impuesto por voluntad divina. Los imperialistas eran los llamados a evangelizar a esos pueblos. Con la llamada evangelización impusieron su cultura, esclavizaron los habitantes de las colonias, robaron sus riquezas y recursos naturales y muchos se enriquecieron a costa de los colonizados.

En tiempos modernos Immanuel Wallerstein, conocido por su teoría sistema-mundo,  estableció el conjunto de relaciones desiguales entre un estado central y otros periféricos. Estos países centrales compran a bajo costo los recursos naturales y otras mercancías producidas en los países periféricos. Los países centrales en muchas ocasiones establecen empresas en los países periféricos para aprovecharse de sus recursos naturales y de mano de obra barata.

Son muchos los efectos del colonialismo en el mercado internacional. Una buena revisión, con una mirada crítica nos permitirá observar que todavía en pleno Siglo XXI, quedan colonias clásicas.

¿Hasta cuándo lo permitiremos?

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