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sábado, 18 de julio de 2020

Vigencia martiana en la universidad pública de Costa Rica en tiempos de COVID-19

La universidad del futuro tiene un fuerte compromiso social, contribuye a la transformación democrática y progresiva de las comunidades, colabora en el desarrollo integral del país, defiende la criticidad y respeta las diferentes formas de pensar. Así, recupera el pensamiento crítico latinoamericano, sus culturas e identidades étnicas, al lado de la dimensión universal.


Nuria Rodríguez Vargas / Especial para Con Nuestra América


“Qué viva la ciencia, qué viva la poesía (…) Es cierto que no hay arte sin emoción y que no hay precisión sin artesanía, como tampoco hay guitarras sin tecnología”. [i] Dice el cantautor uruguayo Jorge Drexler en una hermosa canción en la reflexiona sobre la unión de los diferentes campos del conocimiento humano. A finales del siglo XIX el escritor cubano José Martí había expresado en una carta: “Donde yo encuentro mayor poesía es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en el orden del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y la música del árbol (…) en la unidad del universo que encierra tantas cosas diferentes y es todo uno”. [ii]

 

En la actualidad, en un mundo sobre informado e interconectado, a las puertas de la quinta revolución industrial o tecnológica, la interrelación entre ciencia- arte y tecnología, se diría que es una discusión superada, pero, sigue siendo motivo de discusión y a veces de desintegración en varios sectores. Fue un tema de deliberación en múltiples escritos de José Martí quien abogaba por una educación situada en el momento histórico, espacio geográfico y cultural en que se estaba inmerso; además de una vinculación entre la teoría y la práctica, las ideas acompañadas de las acciones. En general, hizo una crítica a la educación de su época y planteó la necesidad de educar para la vida, para mejorar, progresar materialmente y transformar a la sociedad; sin alejarse de la belleza de la literatura, del amor y de la búsqueda de la verdad. Es decir, una formación integral de ciencias, artes y humanidades, “toda ciencia empieza en la imaginación, no hay sabio sin el arte de imaginar”. [iii]

 

Martí, adelantado a su época, todavía vigente, creía en la formación científica y artística como sostén de la educación de los pueblos latinoamericanos, fundamentales para el desarrollo de sus sociedades y su pensamiento. “En tiempos científicos, universidad científica (…) Crear universidades científicas, sin derribar por eso jamás las literarias”. [iv]En este sentido, se apoyaba en la historia de la humanidad en la que la ciencia, el arte y la tecnología desde siempre han estado conectadas y le han permitido al ser humano avanzar, mejorar sus condiciones de vida y hacer creaciones para el sustento estético-espiritual y emancipatorio “el arte como la sal a los condimentos, preserva a las naciones”. [v] Pero al mismo tiempo, recordaba, “¿para qué sino para paz entre los hombres, han de ser los adelantos de la ciencia?”. [vi]

 

En consonancia con esta visión de universidad pensada por los grandes referentes del pensamiento latinoamericano pionero, en este contexto del COVID-19 la universidad pública costarricense ha demostrado su compromiso con la sociedad, gracias a la labor realizada por investigadores de diferentes disciplinas.  Sus cinco casas de enseñanza centrales y sus sedes regionales han colaborado activamente en la cubertura de necesidades generadas durante la pandemia. Se ha trabajado en la producción de pruebas de diagnóstico, hisopos, respiradores, ventiladores, protectores faciales, alcohol, en el desarrollo de medicamentos, cápsulas para entubar a pacientes, telas especiales para la fabricación de mascarillas N95, esterilizadores con utilización de plasma, sistemas informáticos de análisis de datos, protocolos sectoriales e instalación de lavamanos en poblaciones alejadas. 

 

En relación con el plano socioeconómico, cultural y educativo, desde el principio de la pandemia la universidad pública puso al servicio de la sociedad sus laboratorios, equipos, personal, transporte en la entrega a domicilio de medicinas a pacientes, donación de alimentación y suministros de higiene en zonas desprotegidas, entrega de dispositivos tecnológicos y chips de conexión a Internet a población de estudiantes con vulnerabilidad económica, acompañamiento en la presencialidad remota y teletrabajo, cuidado de estudiantes con necesidades educativas, atención de la salud mental y psicosocial, transmisión obras artísticas y consejería de actividades relacionadas con la salud física y mental. Las editoriales han liberado obras de su catálogo para lectura gratuita por periodos y facilitado la adquisición de sus producciones. Es importante destacar que las editoriales universitarias: la Editorial de la Universidad de Costa Rica, la Editorial de la Universidad Nacional, la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia y la Editorial Tecnológica de Costa Rica, tienen un papel protagonista a nivel nacional, desde hace muchas décadas en la difusión resultados de investigaciones en los diferentes campos del saber. De tal manera que se ha hecho esto y muchísimo más desde las diferentes áreas del conocimiento y sus facultades: ciencias sociales, exactas, naturales, artes, letras, información que no siempre aparece en los grandes medios masivos.

 

A pesar de los esfuerzos, en este contexto se han revelado las fortalezas y debilidades del sistema educativo en general. Es necesario reflexionar qué se ha perdido y qué se debe recuperar para mejorar y continuar trabajando con compromiso social. En la universidad pública es conveniente fortalecer aún más, hasta robustecer las investigaciones interdisciplinarias, trabajos colaborativos en los que cada investigador aporte desde su área de formación y especialización y se logren productos en forma conjunta. “La ciencia y las letras doman las pasiones que engendra la política”.[vii]

 

Además del riesgo sanitario que hoy vivimos, hace tiempo que atravesamos una crisis civilizatoria: energética, alimentaria, hídrica, ambiental, económica y cultural y en este último aspecto se están librando fuertes batallas. Hoy, las nuevas guerras e invasiones son culturales, por contenidos y por implantar formas de pensamiento, en este contexto, han logrado enfrentar las áreas del conocimiento, en vez de buscar la integración. Se ha desatado un rechazo hacia la cientificidad en cuanto precisión, comprobación, datos, objetividad, falta de confianza en la ciencia médica, sus tratamientos y sus avances; sospecha de las investigaciones académicas, de los lenguajes metafóricos del arte y la literatura y del análisis y lectura de las grandes obras y referentes en las distintas áreas de las humanidades. Por eso, la universidad pública debe estar atenta a estas importaciones globalizantes y novedosas, fomentadas por intereses heterogéneos, con discursos distintos, pero con fines idénticos. Se atraviesan varios tipos de crisis a nivel mundial. 

 

El COVID-19 ha revelado las grandes desigualdades sociales que existen en nuestro país, el abandono de productores pequeños y medianos del sector primario, el incumplimiento de derechos laborales, las condiciones infrahumanas, insalubres, de hacinamiento en que tantos habitantes de la Gran Área Metropolitana enfrentan la pandemia. Ante este desolador escenario nacional la labor de la universidad pública ha sido primordial, por eso hoy más que nunca debe fortalecerse y no desmantelarse. Es inversión a futuro como lo pensaron los humanistas que estuvieron en la base de la fundación de nuestras casas de enseñanza. 

 

La universidad del futuro en Costa Rica es la universidad humanista, necesaria, tecnológica, a distancia y técnica, se llama universidad pública. Es la universidad que integra la ciencia, las artes, las letras y las humanidades. La universidad del futuro tiene un fuerte compromiso social, contribuye a la transformación democrática y progresiva de las comunidades, colabora en el desarrollo integral del país, defiende la criticidad y respeta las diferentes formas de pensar. Así, recupera el pensamiento crítico latinoamericano, sus culturas e identidades étnicas, al lado de la dimensión universal. Y es la universidad que promueve el trabajo creador para desarrollar una base material y económica que permita alcanzar la libertad y la justicia social, “porque es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época, y la época”. [viii]

 

Notas bibliográficas



[i] Drexler Prada, J. (2005). “Mi guitarra y vos”. En: Eco [CD]. España: Sello GASA.

[ii] Martí Pérez, J. Cartas a María Mantilla. Cabo Haitiano, 9 de abril de 1895.  

[iii] _____. Libro Nuevo de José Miguel Macías. Patria. Edición 128. Nueva York, 8 de septiembre de 1894.

[v] _____. Cartas de Martí. La Nación. Buenos Aires, 13 de marzo de 1880. Nueva York, 27 de enero de 1880.

[vi] _____. Postrimerías del verano. Principales sucesos. La Nación. Buenos Aires 16 de octubre de 1887. Nueva York, 4 de septiembre de 1887.

[vii] _____. Noticias de Francia. La Opinión Nacional. Caracas, 3 de octubre de 1881. Nueva York, 16 de septiembre de 1881.

[viii] ____. Escuela de Electricidad. La América. Nueva York, noviembre de 1883.

 

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