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sábado, 16 de enero de 2021

Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel (X).

 Con Nuestra América se une al clamor nacional e internacional por un proceso debido al Comandante César Montes, por el respeto a sus derechos humanos y constitucionales y por su seguridad sanitaria; por eso, semanalmente compartiremos páginas de su diario “Con la mochila al hombro. Cartas desde la cárcel”.


6 de enero de 2021.

Así ocurrió todo la noche del día de reyes magos.

 

Gritan llamando al exfiscal del Ministerio Público que está por salir. Debe acudir a la audiencia de sentencia: o libre o algunos meses más en prisión. Es día miércoles de encomiendas, las familias envían alimentos elaborados. A mí me llegan sólo crudos, para cocinar. Nunca falta quien comparta conmigo sus alimentos.

 

Regresó el fiscal: “que hoy sale libre”, vino con su medida sustitutiva (prisión domiciliar) en la mano. Del medio día abajo, la actividad se centró en su salida. Arreglar lo que se llevaría, donar alimentos, colchones, enseres de cocina, comida… y en la noche, decidieron acompañarlo hasta a las 12, hora de su salida. A las 10:30 lo llaman a la dirección donde le dicen que no sadría.  A las 11 de la noche, nadie podía dormir por el shock de la noticia de que le negaron la salida.

El exfiscal ha explicado cómo funciona la perversión de la que fue su institución y ahora es su enemiga. Habló de tumbe de drogas, de saqueo, de caletas, de condenas a fuerza para obtener becas o ascensos, eso genera “falsos positivos” permanentemente. Es la demanda de números para la estadística.  

 

Quizás mi caso sea algo paradigmático que signifique más que un número acumulativo, y sea un número de calidad y seguro ascenso. Por eso no importa que sea inocente. Lo importante es lograr mi condena, pasando sobre mis derechos humanos, sobre los convenios internacionales con México que tanto apoyo podría dar a Guatemala si no mediara esta ofensa y muchas otras que un pequeño equipo gobernante corrupto ha cometido en su miopía. 

 

Todo es oscuro, todo siniestro. Un día más el infierno.

 

9 de enero de 2020.

 

Vemos movimientos de la autoridad penitenciaria. Se alinearon en el corredor frente al módulo de mi encarcelamiento. Uno de ellos me saluda respetuoso: “hola jefe”, chocamos los puños, otro me comenta en voz baja “viene el director del sistema, usted tiene visita”. Asiento con la cabeza, pero en realidad no comprendo nada. Llega el funcionario con saco y corbata y me avisa que viene el Embajador de México en Guatemala, Romeo Ruiz Armento, a visitarme. Le preocupa que todo esté en orden, y ordena encerrar a todos para evitar el triste espectáculo de la vez anterior, cuando dos privados de la libertad le hicieron frente al segundo del Embajador.

 

No se concibe que entre un diplomático y presencie malcriadeces y agresiones verbales. Cierran las pesadas puertas, me indica que me quede afuera y entra el Embajador, quien genera la conversación más grata que he tenido desde el mes de octubre del año pasado. Es un hombre maduro, sencillo, chiapaneco que es ya una virtud. Ofreció pleno respaldo de su gobierno a todas mis necesidades y respeto a mis derechos humanos como hijo de mexicano y padre de mexicanos. El día 8 de enero presagia buenos augurios para este año, sobre todo, lo que tiene que ver con el respeto al derecho de asilo mexicano que violaron las autoridades guatemaltecas al urdir un secuestro político realizado por una banda corrupta, aún enquistada en la burocracia del Instituto de Migración de Acapulco, Guerrero. El Embajador Ruiz Armento, es digno representante de la patria de mi padre y a cuya ciudadanía tengo pleno derecho. Tan digno como el Embajador mexicano en El Salvador que me apoyó en el primer momento que iniciaron la feroz persecución política a mi persona.

 

El Director del Sistema penitenciario escuchó de viva voz de los detenidos sus demandas y quejas. Atendió las que pudo inmediatamente y prometió resolver las que en ese momento no podía. Me enteré de amigos comunes, ahora altos funcionarios del Gobierno de la Cuarta Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador. De pronto cuando todo parecía más oscuro, amanece con luz, al enterarme del gran apoyo internacional con que cuenta mi caso. Nacionalmente también crece el repudio a las maniobras del Ministerio Público y la jueza que obstaculiza la ampliación de mi declaración a la cual tengo derecho, cuando ella en tres ocasiones me ha negado el uso de la palabra. Repudio a maniobras para obstaculizar la presentación como prueba adelantada en mi defensa del técnico experto en comunicaciones, que el Ministerio Público impide. Esto es una clara obstrucción de la justicia y abuso de autoridad por parte del fiscal que lleva mi caso.

 

El día de ayer fue un día radiante y hermoso (a pesar de la lluvia) gracias al gesto de un digno Embajador que me trató como a un amigo de años. En una acción simbólica, me obsequió tamales chiapanecos que disfruté en medio de los recuerdos de la infancia, cuando mi padre compartía tamales llegados desde Tapachula.

 

“Y así nace la libertad

aun en las horas más amargas”

Otto René Castillo

 

10 de enero de  2021

 

Día de visitas. Feria de los visitados, tristeza y resignación de los “rusos” que no las reciben.

 

Hoy me avisaron que el día de mañana viene una comisión internacional a visitarme. Esa noticia alienta y llena de optimismo. No he estado ni estaré solo. Mi caso tiene observación internacional. Cada día crece el repudio al juicio y persecución política a la que me somete un sector del ejército en el poder, el grupo de narco-empresarios del norte de Alta Verapaz, Cobán y la empresa hidroeléctrica inversiones Pasabien. Esa alianza la configuró el payaso, corrupto, alcohólico expresidente Jimmy Morales del narco gobierno anterior. Reubicado ese pequeño grupo de militares en el actual gobierno, aumentaron su persecución política y me convirtieron en secuestrado político desde México para recluirme en una cárcel de máxima seguridad, como preso de extrema peligrosidad.

 

Por eso la exigencia internacional de mi libertad es creciente y fuerte.

 

Todo lo actuado en los juzgados carece de validez jurídica porque se inicia con un acto ilegal. Violar las leyes internacionales para supuestamente aplicar leyes nacionales es un barbarismo jurídico. Aunque han querido presentar mi ilegal secuestro como extradición, no resiste el mínimo análisis. Estaba como refugiado político amparado por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) con pleno conocimiento de mi situación por el Instituto Nacional de Migración (INM) en la Ciudad de México. Estaba en trámite mi naturalización como mexicano con pleno derecho. 

 

Lo actuado por una banda de burócratas delincuentes de Acapulco, Guerrero, es un acto ilegal, punible y delictivo. Eso sí se puede demostrar legalmente.

 

11 de enero de  2021.

 

Frente frío desde México a Centroamérica. Bañarse al amanecer, deja de ser placentero para ser casi suplicio.  La visita de hoy hace el día especial. Sigo leyendo “Tony Güiteras” de Paco Ignacio Taibo II, mientras espero. 

 

Llegan los delegados internacionales; el Director de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), el segundo del Embajador de México en Guatemala y el asesor jurídico de la Embajada. Con Andrés de la COMAR ya habíamos hablado en la Ciudad de México y teníamos pendiente reunirnos en una comida. El ambiente fue relajado, fraterno y a cualquiera en mi situación le levanta el ánimo y crea esperanza. Les obsequié ejemplares autografiados del libro La Guerrilla  fue mi Camino de mi autoría. Les agradó y en reciprocidad me trajeron tres libros sobre Zapata, Rayuela de Cortázar y el de los refugiados guatemaltecos durante la guerra civil, con muy buenas fotos y textos. Un libro de la historia reciente de ambos países. 

 

Hablamos extensamente sobre mi situación, me dieron los saludos que altos funcionarios mexicanos conocidos me enviaron.  Acordamos que el día que giren mi orden de libertad estarán en la puerta esperándome, funcionarios de la embajada y del consulado mexicano, garantes de mi vida y seguridad personal. El día transcurrió frío en la mañana hasta que nos llegó el calorcito fraterno del país, reconocido en el mundo por su profundo respeto a los derechos de asilo. Coincidimos en que no se puede tener legalidad y justicia cuando el secuestro político al que me sometieron es la base de mi encarcelamiento y juicio injusto. Trabajaremos para lograr mi libertad lo más pronto que se pueda.

 

El sol alumbraba radiante cuando nos despedimos.

 

12 de enero 2021.

 

El conteo en la mañana se hace adentro del módulo, se tiene que ver a cada uno en su litera. Siempre me encuentran bañando o leyendo, pocas veces en litera. Continué leyendo a Paco Taibo II con su “Guiteras”.  Casi no salí porque las mesas del estrecho corredor se usaron todo el día para jugar barajas.

 

La psicóloga presentó a los del Barrio 18 la posibilidad de actividades colectivas para contribuir a su futura reinserción o para reducción del tiempo en prisión. Valientemente escuchó la terapia emocional de los del Barrio que se negaron a participar por la falta de continuidad de esas actividades.  Pero sobre todo relataron que tienen cientos de años de condena y de esa cuenta ya no les importa nada en el mundo, ni la reinserción.

 

En la tarde hubo juegos de fútbol sala entre los privados de libertad como forma de liberar tensiones y olvidarse de la situación que sufren ya por años, y que por otros tantos sufrirán. 

Las visitas fueron pocas, fuimos más los que no tuvimos visitante.

 

La noticia que dura más de una semana es la salida del conocido “Pepito”.  Es un caso único: pidió quedarse un par de días más en prisión. Sorprendidos todos, sólo él conoce sus razones. Aparentemente saldrá mañana por algún trámite burocrático.  Heredaré su litera en planta baja, en atención a mi edad.  Subir todas las noches al segundo piso, requiere habilidad juvenil, ya no la tengo, pero le hice frente porque todos tienen derechos por antigüedad.

 

Aquí hay situaciones inéditas, algunas dantescas, otras risibles y algunas inexplicables.

 

13 de enero 2021

 

Día de despensas.  Siempre es novedad por los alimentos ya elaborados que llegan.

 

Finalmente, a las 10 am se fue el inédito “Pepito” quien me dijo: “no me quiero ir”, quien sabe qué enfrentaré afuera. Cumplió tres años y un mes en prisión, sufrió una agresión que le produjo quemaduras en brazo, ambas manos y piernas. 

 

Estuve preparando todo para la audiencia de mañana.

 

Vino la encomienda de alimentos de parte de la embajada de México, enviaron una mojarra que preparé deliciosa.  Fue una atención personal del Embajador. Recibí llamada de Acapulco, Guerrero, de la Ciudad de México y de Chiapas.

 

Me duele la noticia de la muerte de Chato Peredo, el último guerrillero del Che Guevara.

 

Caminé 50 minutos, me sentí muy bien física y moralmente mejor cada día. Vimos una película buena en Netflix y a descansar porque mañana madrugamos y pediremos mi libertad. Veremos hasta dónde quieren llegar con esta farsa de acusaciones falsas del Ministerio Público. En las redes sociales se pide mi libertad porque enjuiciarme es ilegal.  Veremos si es cierta la afirmación de que cuando la política interviene en los juicios, la justicia, se prostituye.

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