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sábado, 26 de junio de 2021

Cuba: ¿Qué nos enseña la vacuna Soberana 02?

 El sábado 19 de junio llegó la noticia de que el candidato vacunal Soberana 02 cumplía con todos los requisitos para ser una robusta vacuna. Satisface con creces los estándares internacionales, muy exigentes, por cierto.

Jorge Núñez Jover / Cubadebate


Cuba avanza en medio de una tormenta perfecta. La COVID 19 genera víctimas, cuantiosos daños materiales y hace aún más difícil la vida cotidiana. Las continuas mutaciones complican el enfrentamiento al nuevo coronavirus. El recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos ha conseguido crearnos dificultades extraordinarias para casi todo, incluidas las transferencias bancarias al exterior para adquirir lo imprescindible. La contrarrevolución, con frecuencia bien financiada, se esfuerza en capitalizar las dificultades y vende la idea de un país sin rumbo conducido por un gobierno inepto. Disparan sin cesar. Es el “fuego enemigo”. También está el “fuego amigo”, proveniente de personas, con variable nivel de información, que creen honestamente tener soluciones que a su juicio el gobierno no alcanza a ver. Todo eso y más, crea un contexto de grandes dificultades materiales y reproduce subjetividades atravesadas por múltiples tensiones, dudas, que coexisten con la voluntad de seguir luchando. Si no es una tormenta perfecta, se le parece.

 

En ese contexto tan difícil llegó el sábado 19 de junio la noticia de que el candidato vacunal Soberana 02 cumplía con todos los requisitos para ser una robusta vacuna. Satisface con creces los estándares internacionales, muy exigentes, por cierto. Y como dice Vicente, director del Instituto Finlay de Vacunas: “en un par de semanas debemos tener el cierre de la eficacia de las tres dosis, que esperamos, por supuesto, que deba ser superior a partir de los resultados de la respuesta inmune que observamos”.

 

¡¡Tenemos vacuna!! Y no será la última. Ella sola no alcanza para derrotar a la COVID 19 pero es un formidable paso adelante.

 

Espero que las múltiples dificultades por las que atravesamos no nos impidan disfrutar este momento que debe alimentarnos de un sentimiento de sano orgullo nacional.

 

Repasemos algunos aspectos:

 

1. Este resultado demuestra que Cuba cuenta con una formidable industria biotecnológica y médico farmacéutica nacional (por favor, tomemos nota de esto último: nacional) que al menos en el contexto latinoamericano es verdaderamente ejemplar. Nos provee de una autonomía tecnológica que escasea en esta parte del mundo. Esa industria, ni es común ni cayó del cielo. Es el fruto de un largo proceso de construcción social, de grandes esfuerzos humanos, lúcidos liderazgos y sostenido empeño que nos muestra las potencialidades del socialismo en un país subdesarrollado. La tecnología no es un artefacto neutro, es el fruto del sistema de relaciones sociales en el que emerge.

 

2. Soberana 02 es el fruto de un extendido proceso de colaboración social cuyos rostros más visibles se llaman Vicente, Yuri, Dagmar, María Eugenia y otros que vemos en las fotos, en las Mesas Redondas, y otros espacios, pero que supone el esfuerzo mancomunado de muchos organismos, instituciones, comunidades, medios de comunicación. Las teorías de la innovación insisten en la importancia de los actores (científicos, tecnólogos, personal de salud, universidades, gobierno, organizaciones sociales, organismos regulatorios, entre otros) y las interacciones entre ellos. Ellas destacan la relevancia del intercambio, la colaboración, los valores compartidos. Me consta que a la Soberana 02 le han dedicado mucho de su tiempo compañeros que incluso han trabajado en laboratorios fuera del país. La innovación se beneficia del conocimiento compartido, mucho más que del conocimiento privatizado y dedicado al lucro de sus dueños. El camino socialista ofrece muchas ventajas al respecto. Cualquier pomito de la vacuna Soberana 02 contiene todo ese esfuerzo solidario.

 

3. La vacuna se obtuvo en 13 meses. Hacia mayo del año pasado el compañero Díaz-Canel se reunió con los investigadores. El Presidente previó entonces un escenario difícil en el cual probablemente las vacunas demorarían mucho en llegar a los países más pobres y los costos probablemente superarían nuestras posibilidades económicas. Lúcida visión. Desde entonces ciencia y gobierno, sistema de salud mediante, se lanzaron a crear vacunas, junto a otros medicamentos. Como siempre, los escépticos dudaron de esa posibilidad o intentaron ridiculizar el propósito. Pues bien, 13 meses después tenemos vacuna y con seguridad, vendrán otras. Por ahora disfrutemos de este sonado éxito.

 

4. Es una vacuna con vocación de inclusión, equidad, justicia social. Es para todas y todos, sin distinción de raza, sexo, lugar de residencia, recursos económicos.

 

5. Pero esa vacuna se ha logrado en medio de lo que parece una tormenta perfecta. No tenemos los recursos financieros y materiales de las grandes empresas que han obtenido las que existen hasta hoy en el mercado. La proeza exigió seleccionar muy bien los caminos científicos, tecnológicos y productivos que han permitido aprovechar el caudal de capacidades creadas en las décadas anteriores. Se trata de una “heurística de la innovación” (ruta o camino a seguir) compatible con los recursos disponibles, siempre muy escasos. Y se logró.

 

6. Escasean los recursos financieros y materiales, pero sobra inteligencia, dedicación, patriotismo. Contamos con gente extraordinaria y podemos sentirnos muy orgullosos de eso. No cayeron del cielo, los forjó este país que amamos.

 

Se podrían decir muchas cosas más, pero creo que las anteriores ofrecen razones suficientes para sentirnos orgullosos de ser cubanos y de felicitarnos todos por Soberana 02. Deben servirnos también para redoblar los esfuerzos y superar esta tormenta perfecta. No descansemos en el empeño de aprovechar cada vez más y mejor la inteligencia y los valores que la Revolución ha forjado.

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