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sábado, 18 de diciembre de 2021

Chile a la hora de los hornos

 Las candidaturas chilenas representan las tendencias que se desarrollan en el conjunto de la América Latina y el Caribe. Es decir, el enfrentamiento electoral que se disputan los  dos polos opuestos en la dinámica política y social latinoamericana.

Adalberto Santana / Para Con Nuestra América

Desde Ciudad de México


El domingo 19 de diciembre de 2021, se celebran en la República de Chile, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en las que contienden dos candidaturas que son las predominantes en ese país austral. Las dos fuerzas que compiten son las candidaturas de Gabriel Boric Font por el Partido Apruebo Dignidad, que representa al bloque de las izquierdas chilenas. En tanto que por el lado opuesto figura el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien lo respalda el Frente Social Cristiano, de clara tendencia ultraderechista.

 

En esas candidaturas chilenas también representan las tendencias que se desarrollan en el conjunto de la América Latina y el Caribe. Es decir, el enfrentamiento electoral que se disputan los  dos polos opuestos en la dinámica política y social latinoamericana. La izquierda por un lado y la ultraderecha por el otro. En términos generales se puede reconocer que las tendencias políticas en nuestra América, han mostrado que ha desaparecido el llamado centro político.

 

Estos dos tendencias políticas (izquierda y derecha)  son las que se han enfrentado en elecciones recientes en nuestra América, resultando triunfadora las fuerzas de izquierda. Tal como recientemente aconteció en los comicios de Honduras del pasado 28 de noviembre donde Xiomara Castro candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre) de tendencia progresista, derrotó al candidato del derechista Partido Nacional de Honduras. Situación semejante ocurrió en Nicaragua en las elecciones generales del 7 de noviembre de este mismo año, donde el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) con la candidatura de Daniel Ortega se impuso al conjunto de la oposición conservadora. En el caso del Perú también ocurrió algo semejante cuando el candidato de las izquierdas peruanas, Pedro Castillo, se impuso en la segunda vuelta electoral del 6 de junio en competencia cerrada a la postulante del frente derechista, Keiko Fujimori. De igual forma ocurrió con el arrollador triunfo en Bolivia de “Lucho” Arce en las elecciones generales del 18 de octubre de 2020, postulado a la presidencia por el Movimiento al Socialismo (MAS). Incluso en elecciones locales como las de México del 6 de junio de 2021 y Venezuela el 21 de noviembre, donde se disputaron varias gubernaturas, diputaciones y ayuntamientos, se impusieron electoralmente en el caso de las elecciones mexicanas la mayoría de los candidatos del bloque progresista (Partido del Trabajo, Morena y Partido Verde Ecologista de México). En el caso venezolano ahí también triunfaron mayoritariamente las candidaturas del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).

 

De tal manera que si se refrenda esa tendencia en los comicios presidenciales chilenos del domingo 19 de diciembre de 2021, veremos el triunfo de Gabriel Boric Font. Con lo cual, de darse ese resultado, se afianzarán políticamente los gobiernos progresistas de América Latina y el Caribe, hasta ahora ubicados en México, Argentina, Bolivia, Perú, Venezuela, Cuba, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas. Incluso pensemos que en 2022 habrá también elecciones presidenciales en Brasil, Colombia y Costa Rica y si esas tendencias se replican en esas naciones hermanas, veremos en el escenario latinoamericano y caribeño, un contundente auge de gobiernos progresistas. Lo cual sin duda fortalecerá el proyecto latinoamericano de una mayor justicia social, libre determinación, no intervención y de cooperación para el desarrollo. Es decir, el freno político y social a las llamadas políticas neoliberales en la región. Medidas que fueron  impuestas y replicadas en nuestra América tras el derrocamiento del gobierno del presidente Salvador Allende en Chile en 1973.

 

En caso de que la mayoría de los ciudadanos chilenos que concurran a votar y se inclinen por  la candidatura de Kast, heredero ideológico, político y económico de la dictadura de Augusto Pinochet, ese modelo neoliberal (el del capitalismo salvaje) tendrá un poco más de vida. De llegarse a ese escenario sin duda se fortalecerá la alianza de la derecha latinoamericana representada, esencialmente hasta ahora, por los gobiernos de Jair Bolsonaro (Brasil), Iván Duque (Colombia), Luis Lacalle Pou (Uruguay)  y Mario Abdo Benítez (Paraguay).

 

De ahí que los próximos comicios chilenos sean, para el conjunto de nuestra América, un punto de inflexión cardinal en el horizonte latinoamericano y caribeño. Esperemos que el resultado sea el más benéfico para el desarrollo político y social de nuestra región. Son momentos como aquellos en que decía José Martí en su célebre ensayo “Nuestra América” que: “Es la hora de los hornos en que no se ha de ver más que la luz”.

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