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sábado, 8 de enero de 2022

Asilo para Julian Assange

 El caso de Julian Assange es uno de los más claros ejemplos de cómo la llamada “libertad de expresión y de información” se convierte en una falacia para los países capitalistas, cuando ven amenazados sus intereses económico-políticos. 

Cristóbal León Campos / Para Con Nuestra América

Desde Mérida, Yucatán. México.


Assange ha sufrido tortura física y psicológica, persecución y criminalización, además de ser víctima de todo un montaje policial y judicial para castigarlo, después de publicar en WikiLeaks miles de documentos que muestran infinidad de crímenes de lesa humanidad, cometidos por el imperio de los Estados Unidos y las potencias europeas aliadas de sus constantes violaciones a los derechos humanos y la soberanía de diversas naciones, particularmente durante las guerras de invasión contra Iraq y Afganistán.

 

Assange sufre una campaña mediática desde hace años, es notorio el silencio que guardan las grandes trasnacionales de la “información” sobre su caso y la violaciones a los derechos fundamentales del ser humano cometidos en su entorno, el manto de tergiversación que han puesto sobre él, es uno de los mejores ejemplos de la manipulación mediática y el cinismo imperialista, que dice siempre “defender las libertades democráticas”, pero que en realidad únicamente protege sus monopolios y encubre los saqueos y crímenes de lesa humanidad de comete, y ese es justamente lo que consideran el “pecado” de Julian, pues tras liberar miles de documentos clasificados del gobierno estadunidense y de las demás potencias capitalistas, reveló a la luz del mundo la verdad de sus interés e intenciones, así como de forma puntual visibilizó a los actores político-económicos que han llevado a cabo tanta atrocidad contra la humanidad. Hoy, quienes deberían encontrarse detenidos y enjuiciados, son aquellos que esos documentos liberados en WikiLeaks señalan como los ejecutores del inadmisible grado de deshumanidad.

 

Ahora, la situación de Assange es muy delicada, ya que además de permanecer preso y torturado en una cárcel de máxima seguridad en Londres, diversas instancias judiciales británicas han manifestado su decisión y voluntad de acceder a la extradición de Julian a los Estados Unidos, donde enfrentaría 18 cargos y podría ser condenado a más de 175 años de cárcel, por un supuesto “delito” de atentar contra la seguridad de dicha nación, pero como se ha mencionado, en realidad lo que acontece es una acrecentada venganza contra el periodista australiano, quien arriesgando su vida ayudó al mundo a conocer un poco más el verdadero rostro del imperialismo. Las declaraciones emitidas por dichas instancias británicas acontecen en el contexto de la próxima decisión de la Corte Suprema del Reino Unido sobre una apelación de la defensa para impedir su extradición, es decir, esas manifestaciones a favor de la extradición no son casuales ni mucho menos aisladas, tienen el propósito de viciar la resolución venidera. 

 

En este contexto, es muy importante que las voces del mundo a favor de la verdadera libertad de expresión y de información de los pueblos se hagan escuchar y exijan la NO extradición de Assange, así como también es trascendental reforzar la posibilidad del asilo ofrecido por gobiernos como el de México, buscando garantizar la vida Julian y proteger el derecho inalienable de los pueblos a conocer la verdad,  desenmascarando las atrocidades del imperialismo estadunidense y sus aliados.

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