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sábado, 23 de abril de 2022

Colombia: La artimaña y el miedo como estrategia

 En la medida en que las encuestas reafirman a Petro y Francia como grandes ganadores, el temor de la extrema derecha se vuelve terror entre escándalos y ardides.

Consuelo Ahumada / Para Con Nuestra América
Desde Colombia

Estamos en la recta final de unas elecciones definitorias para romper con cuatro años de desastre económico, social y humanitario, marcado por masacres, asesinatos, desplazamientos forzados, falsos positivos, corrupción y cinismo sin límites.

 

Por primera vez en décadas se perfila como ganador un proyecto progresista, liderado por Petro y Francia. Un proyecto amplio e incluyente, que inicie la transformación social y dignifique las condiciones de las mayorías, históricamente excluidas y expropiadas de sus derechos. “Colombia, potencia mundial de la vida” encarna ese proyecto.

 

En la medida en que las encuestas siguen reafirmando la tendencia arrolladora del Pacto Histórico, el temor de la extrema derecha a perder sus privilegios se convierte en terror. Su decisión es recurrir a cualquier medio para impedir un resultado que parece inatajable. Basta escuchar a Uribe, a Duque o a Fernando Londoño.

 

Ello explica el intento de fraude en las elecciones de marzo, el derroche de recursos públicos para comprar votos y la manipulación para sembrar el miedo entre la población.

 

La Picota es de nuevo el escenario propicio para que este sector despliegue todo su potencial. La noticia de Semana Santa fue la reunión del coordinador de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y el hermano de Petro con algunos reclusos, incluidos parapolíticos y corruptos. La masacre del Putumayo quedó en segundo plano.

 

Un informe de Noticias Caracol, basado en declaraciones anónimas de algunos de los reclusos asistentes a dicha reunión, se refirió a unos beneficios judiciales, que supuestamente los visitantes les habrían ofrecido. En medio del desconcierto generalizado, se difundió la idea de que estos beneficios se estarían pactando a cambio de votos.

 

La declaración de la Comisión Intereclesial hace varias precisiones y termina por develar lo sucedido. La reunión de la Picota se dio por iniciativa del abogado Pedro Niño, como parte de un trabajo amplio de diálogo, reconciliación y paz que promueve la reconocida ONG. En la cárcel nunca se habló de beneficios judiciales ni de votos a favor de una campaña.

 

La Comisión reconoció “la imprudencia cometida al ingresar con el hermano de un candidato, en una contienda electoral tan polarizada” reunió https://www.justiciaypazcolombia.com/seguimos-convencidos-que-la-verdad-abre-el-camino-hacia-la-justicia-y-la-paz/

 

Pero este episodio no fue aislado. Noticias Uno recibió un documento que empezó a circular en la Picota desde el 23 de marzo. Se trataba de una propuesta de perdón total y olvido, para todos los delincuentes y por todos los delitos. Un texto sin firmas ni logo, que se atribuyó a Gustavo Petro. Fue promovido y difundido por los tenebrosos criminales y parapolíticos de la Costa, Marquitos Figueroa y Kiko Gómez y por Pedro Niño, abogado de este último.

 

Se conoció también un audio en el que Figueroa llamaba a votar por Petro. Apareció una carta anterior, firmada desde la Cárcel de Alta Seguridad de Cómbita, Boyacá, mediante la cual adhieren a su campaña Figueroa y otros reconocidos paramilitares, entre ellos Alberto Guerrero, Pipintá, excomandante de las AUC.

 

Todos estos personajes han sido fichas claves de Vargas Lleras y de los Char y, por tanto, del uribismo y, por supuesto respaldan a su actual candidato. De hecho, Figueroa era aliado del Ñeñe Hernández, enredado en la financiación de la campaña de Duque, aunque el fiscal de bolsillo nunca lo investigó.

 

Los hechos son contundentes en cuanto al entrampamiento de la extrema derecha a la campaña del Pacto, para favorecer a Federico Gutiérrez. Es el estilo sicarial que ha caracterizado a este gobierno. Un intento desesperado por vincular a Petro con las elites corruptas y mafiosas, que él mismo enfrentó con decisión, tanto en el senado como en la alcaldía de Bogotá.

 

Sin embargo, no puede desconocerse que se cometió un error grave por parte del entorno de la campaña. En estos momentos decisivos, resulta inexplicable que su hermano haya asumido dicha tarea. Máxime si se sabía de un plan para enlodar al candidato desde las cárceles por parte de los narcos. Las primeras declaraciones de Petro cuando estalló el escándalo tampoco ayudaron mucho.

 

El escándalo les dio tribuna a los demás candidatos. Carentes de argumentos, todos al unísono encontraron la oportunidad de reforzar dicha estrategia para tratar de recortar distancia en la carrera presidencial.

 

A todo ello sumémosle la intensificación de la campaña de terror entre la población. Se insiste en que Petro va a expropiar cuando la mayoría de la gente ha sido expropiada de sus derechos fundamentales.

 

Por último, oigamos al Cardenal Salazar el Viernes Santo: “La mentira se ha apoderado de todos los medios y se usa sobretodo en el campo electoral (…) El miedo como arma para manipular las elecciones. El miedo es el peor consejero, es destructor, crea angustia, fragmentación, violencia. No nos dejemos vencer por el miedo”.

 

El Pacto Histórico debe redoblar el cuidado y activar las alarmas. Prepararse para nuevos escándalos, videos y ardides. Superar el temporal y aprovechar la marea alta. Es mucho lo que está en juego en estos comicios.

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