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sábado, 9 de diciembre de 2023

El pueblo panameño se apuntó una gran victoria, pero la lucha no ha terminado

 Este fallo no significa que la Corte haya dejado de ser un instrumento de los sectores del poder político y económico, que nombran a los magistrados, para sostener la impunidad y la corrupción imperantes en el país. No. La Corte no ha cambiado. Fue el pueblo el que con su lucha en las calles los obligó a declarar la inconstitucionalidad. 

Olmedo Beluche / Para Con Nuestra América
Desde Ciudad de Panamá

El fallo de inconstitucionalidad emitido por la Corte Suprema de Justicia de Panamá, del 28 de noviembre de 2023, constituyó la consumación de una gran victoria popular contra el abusivo contrato minero con
 First Quantum Minerals (FQM). Esta decisión es la legitimación judicial de lo que ya el pueblo panameño había expresado en las calles: ese contrato era ilegítimo por cuanto constituía un atraco a la nación, consumado en una conspiración entre la trasnacional canadiense y un gobierno corrupto, con la complicidad de los grandes medios de comunicación, los gremios empresariales y partidos políticos tradicionales. 
 
Es una victoria del pueblo organizado y resistiendo en la calle, no de la “Corte” 
 
Tanto el sentido del fallo, declarando la inconstitucionalidad del contrato, como la celeridad completamente inusual como actuaron los magistrados y magistradas, fue producto de la presión popular que no dejó las calles, ni levantó los cierres y mantuvo los bastiones de lucha. El pueblo organizado, dirigido por las dos alianzas (Pueblo Unido por la Vida Digna y ANADEPO), que se mantuvo firme y movilizado es el que produjo el milagro de una resolución positiva y expedita del máximo tribunal de justicia. No se olvide que el fallo anterior tardó 20 años y 5 años más en ser publicado. 
 
Esta es una victoria de los compañeros y compañeras indígenas de todas las comarcas, pero especialmente de los Ngäbe-Buglés, que mantuvieron firmes los cierres en Tierras Altas, Horconcitos, San Félix, Tolé, Viguí, en Changuinola y diversos sitios de Bocas del Toro. Es un triunfo de los gremios docentes que sostuvieron los bastiones del río David, Santiago, Aguadulce y Penonomé. Es una conquista lograda gracias los bastiones de Pacora, de Colón, de Arraiján, de Chorrera, de la Iglesia del Carmen y tantos lugares, sostenidos por educadores, obreros de la construcción, jóvenes y pobladores.  
 
Tienen buena parte del mérito de este triunfo los estudiantes universitarios organizados y los vecinos de Viejo Veranillo que, junto a los trabajadores universitarios, sostuvieron el bastión de la Transístmica cerrado por un mes. Por supuesto, les tocan honores también a las decenas de miles de jóvenes y a las familias que acudieron disciplinadamente a la Cinta Costera y a la Corte a exigir la derogación de la Ley 406. 
 
Esta victoria tiene una deuda particular con la firmeza de los moradores y pescadores de Donoso, vecinos de la mina, que impusieron el cierre marítimo al puerto minero. La derrota judicial de FQM se la debemos a la entereza de los docentes y sus gremios, que se sostuvieron en lucha pese a las amenazas del MEDUCA. Este triunfo le debe mucho a los dirigentes y afiliados al SUNTRACS cuya firmeza ayudó a sostener la lucha, pese a las campañas difamatorias de los medios de comunicación, gremios y funcionarios del gobierno. 
 
Esta victoria tiene una deuda perenne con las familias de los compañeros caídos defendiendo sus bastiones: Agustín Morales, atropellado en Buena Vista Colón el 26 de octubre; Tomás Milton Cedeño García, atropellado en San Lorenzo, el 1 de noviembre; Abdiel Díaz e Iván Rodríguez, baleados en Chame el 7 de noviembre, por un abogado vinculado a intereses mineros. 
 
En fin, este fallo no significa que la Corte haya dejado de ser un instrumento de los sectores del poder político y económico, que nombran a los magistrados, para sostener la impunidad y la corrupción imperantes en el país. No. La Corte no ha cambiado. Fue el pueblo el que con su lucha en las calles los obligó a declarar la inconstitucionalidad. 
 
Necesitamos un gobierno honesto que defienda al país frente a las amenazas de la empresa 
 
Tal y como habíamos advertido anteriormente, daba lo mismo la derogación de la Ley 406  que la declaratoria de inconstitucionalidad, porque la empresa iba a demandar de todos modos, lo cual ya hizo, para que un tribunal foráneo defienda sus intereses. También ha tramitado ante el Ministerio de Trabajo el despido de 7,000 obreros. Está claro que ni a los gerentes canadienses, ni los accionistas internacionales, ni a los abogados, políticos y comunicadores panameños al servicio de FQM, les importa en absoluto con lo que opine el pueblo de Panamá ni sus tribunales.  
 
A los dueños de FQM sólo les interesa seguir saqueando los recursos minerales del país a cambio de casi nada. Ellos quieren seguir robándose el cobre y otros minerales panameños de manera impune porque las autoridades corruptas y vendepatrias de 5 gobiernos, sus Asambleas y jueces se lo han permitido. Los dueños de FQM están convencidos de que en Panamá seguirán gobernando políticos venales y títeres cuyos hilos mueven desde Morgan y Morgan.  
 
Esa esperanza de los saqueadores de FQM se funda en que casi todas las propuestas electorales de mayo de 2024 son tributarias de intereses mineros: José Gabriel Carrizo (abogado de Petaquilla Gold), Rómulo Roux (socio de Morgan y Morgan); Ricardo Martinelli (en 2011 intentó reformar Código Minero a costa de muertos y heridos); Martín Torrijos (uno de los expresidentes que no hizo nada frente al contrato); Ricardo Lombana (cuyo vicepresidente Michael Chen avaló el contrato en nombre de la Cámara de Comercio de Colón) y Melitón Arrocha (ocupó cargos ministeriales en tres gobiernos pro minera).  
 
Sólo dos candidatas a la Presidencia de la República se opusieron a la Ley 406, Zulay Rodríguez y Maribel Gordón, pero solo esta última ha estado en las calles acompañando la lucha contra el contrato minero. 
 
Quienes lucharon denodadamente contra la destrucción ambiental y el robo de FQM deben pensar muy bien por quién van a votar en las elecciones de 2024, porque todo lo alcanzado con la lucha se puede perder si se elige un gobierno compuesto por funcionarios penetrados por los intereses mineros y el poderoso bufete de Morgan y Morgan. Funcionarios corruptos no defenderán consecuentemente el interés nacional frente a FQM. 
 
La lucha contra el extractivismo es una lucha contra la globalización capitalista 
 
No basta elegir un gobierno honesto, hay que elegir uno que también tenga una comprensión de que enfrentar a FQM es una lucha contra un modelo económico extractivista, por el cual las empresas transnacionales de los países capitalistas (G-7), saquean los recursos naturales de los países dependientes o semicoloniales.  
 
Enfrentar a FQM es enfrentar un sistema internacional injusto, hecho para legitimar el saqueo económico y la donación política de nuestros países. Las leyes internacionales, los tribunales que deben dirimir estos litigios, los acuerdos de “libre” comercio, las instituciones como la Organización Mundial de Comercio (OMC), los organismos de crédito (Banco Mundial, FMI, BID), las calificadoras de riesgo, etc., trabajan para sostener ese modelo económico expoliador. 
 
No podemos ser inocentes y creer que se respetará el derecho de una pequeña nación como Panamá. Hay que ser conscientes de los problemas que han tenido naciones hermanas cuando han querido controlar sus recursos nacionales y protegerlos de los depredadores capitalistas internacionales: sanciones, golpes de estado, sabotajes, etc. 
 
Por eso se requiere que la vanguardia del movimiento popular panameña, generadora de esta victoria que celebramos, asuma como siguiente paso la consolidación de una alternativa que lleve a un cambio político institucional profundo, con una Asamblea Constituyente originaria. Se requiere trabajar por un gobierno que tenga la actitud, los argumentos y la estrategia para llevar la lucha contra FQM y el extractivismo a un terreno que rebasa las fronteras nacionales y que obliga a alianzas con países hermanos que enfrentan los mismos retos que Panamá. 
 
Para derrotar definitivamente los antinacionales intereses mineros se requiere que la vanguardia que capitaneó esta victoria asuma conscientemente la construcción de proyecto de transformaciones que sea parte de la lucha por “otro mundo posible”, distinto a la globalización capitalista. 

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