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sábado, 16 de marzo de 2024

Argentina: Navegar sin sentido

 El Estado está para dirimir conflictos y proteger a los eslabones más débiles de la sociedad, no para articular los negocios de los poderosos como viene haciéndolo el actual mandatario. 

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

Desde este prestigioso espacio, diferentes académicos vienen advirtiendo sobre el cambio cultural que abraza al mundo, donde nuestra región sigue siendo un lugar privilegiado por las derechas. Rancias oligarquías que vienen desde el fondo de nuestra historia colonial reverdecen vástagos y métodos de sometimiento de modo que las grandes mayorías posterguen sus reivindicaciones, luchas y derechos adquiridos. 
 
Hundidos en fragrantes injusticias, carentes de liderazgos, desalentados y perdidos, los pueblos padecen navegar por el ancho mar sin sentido. Nadie, pero nadie los ampara y protege.
 
Ahondamos en los cambios ocurridos el siglo pasado al término de la segunda guerra mundial, la guerra fría, el auge del Estado de Bienestar y la irrupción furiosa del neoliberalismo con todos sus ropajes y camuflajes, como también la expansión de Internet, las redes y la generalización en el uso de los celulares. Elementos cuasi imprescindibles que dominan nuestra existencia cotidianamente. 
 
Esclavos digitales, somos las víctimas propiciatorias de los poderes económicos que ahora avanzan licuando la historia y disolviendo derechos y conquistas. La democracia se viene debilitando y consagra a los representantes más insólitos y menos representativos. Del mismo modo ha irrumpido la crueldad y la mofa gubernamental, que necesita del aplauso popular. 
 
Así como en los noventa la farándula abarcaba los espacios de la política, en estas épocas del gran hermano, la burla ante el dolor y el aplauso y justificación de la demencia, invaden los mentimedios hegemónicos.
 
Navegamos sin sentido, fingimos demencia ante un demente impuesto por los votos, pero puesto por la oligarquía nativa como ha sucedido tantas veces en nuestra historia que, bien podría recordar la Década Infame de los años treinta del siglo pasado, noventa años atrás, cuando Enrique Santos Discepolo escribía Cambalache, Yira yira y tantos otros tangos que conforman lo más celebrado de nuestra música nacional. Discepolín murió de tristeza en la Navidad de 1951, cuando sus viejos amigos le dieron la espalda por su personaje radial Mordisquito en favor de la campaña electoral del peronismo. Perón fue reelegido en 1952, pero antes los militares rebeldes habían intentando derrocarlo. Pasaron tres años para que sectores allegados a la Iglesia y la oligarquía en pleno, se parapetaran en nombre de la libertad ¿no les parece llamativo el término? Armaron una revolución y descargaron toneladas de bombas sobre la Plaza de Mayo que la historia oficial quiso borrarlas de la memoria. 
 
El pueblo puertas adentro lloró la derrota y lentamente se armó la resistencia, mientras puertas afuera los militares reinstalaron la Constitución liberal y llamaron una Constituyente en la apretujaron los derechos adquiridos en el Artículo 14 Bis, sintiendo que con ello y la proscripción del peronismo retomaban orgullosos la conducción económica del país, mientras los medios hegemónicos se desentendían de la mishiadura popular.
 
Para entonces, de la mano de don Álvaro Alsogaray, ya habíamos entrado al Fondo Monetario Internacional y nos acostumbramos a pasar el invierno y luego a la austeridad; austeridad e invierno que sólo padecían los obreros y las clases bajas castigadas por peronistas y por peronistas proscriptas. Don Álvaro Alsogaray, capitán ingeniero, era el consultor económico de las dictaduras mesiánicas de los sesenta y luego, fundaría su espacio político la Unión de Centro Democrático UCEDE – curiosamente se identificaba con el centro y la democracia – aunque siempre habían apoyado y fogoneado a los golpistas. 
 
Con la UCEDE llegó la recuperación de la democracia y, luego del fracaso del gobierno de Alfonsín, salió al encuentro de Carlos Saúl Menem en 1989, saludando al Consenso de Washington y las relaciones carnales con EEUU, muy parecido a lo de ahora, hasta la admiración del actual presidente al menemato. Decálogo de Washington y decálogo del Pacto de mayo son un burdo calco, un copia y pegue del “rincón del vago”.
 
Claro, en esta oportunidad el modelo es más bizarro y grotesco y, tal como anunció en campaña, iba a ir por todo. Bizarro, término entendido como el segundo adjetivo: raro, extravagante o fuera de lo común. 
 
Javier Milei no confesó como lo hizo Menem después de haber ganado el gobierno, “si decía lo que iba a hacer, no me hubiera votado nadie”. Por el contrario, JM dijo lo que iba a hacer y mucho más rápido. En tres meses arrasó con todo.
 
Pero… cómo vemos a través de la historia reciente, nada es nuevo, salvo la ilusión de modernidad de las mayorías que siente que, con un teléfono y redes sociales a disposición, domina el mundo y nadie le dice qué hacer y a quién votar.   
 
Años de navegar sin sentido, pero no tan bizarros como los presentes, en los que el presidente da directamente la espalda a sus representados y sale al exterior a negociar los recursos nacionales a Roma en las reuniones del G7.  
 
¿Qué puede importarle que los jubilados tengan que elegir entre comer o comprar remedios? ¿Qué puede importarle la educación pública si él fue a un colegio privado, donde eligió dar el discurso de iniciación de clases? Lo hizo mofándose, ridiculizando alumnos y criticando docentes, imponiendo la burla y la meritocracia, poniéndose como ejemplo de haber llegado a la presidencia.
 
Marcelo Ciamarella, un cura de la Opción por los pobres, en un artículo publicado en El cohete a la luna, el 10 de marzo de 2024, hablaba de fingir demencia, preguntándose si ¿reaccionaremos a tiempo antes de que todo sea irreversible? Lo hace de la simple observación del lenguaje de cada época, dentro de un contexto determinado, donde hay frases que cobran un sentido y luego dan lugar a otras. Él centra su observación en fingir demencia y apunta, viene a ser una forma de designar la indiferencia frente a algo que se ve, pero no se quiere ver: hacerse el distraído, mirar para otro lado o directamente, hacerse el boludo. Esto en relación a que estamos viviendo en Argentina una situación política, social y económica que nos está poniendo como nunca antes, al borde de una catástrofe humanitaria, una masacre social, al borde también de una virtual disolución política territorial y una ruptura del contrato social que fue construyéndose a lo largo de 200 años de historia, poniendo en riesgo la democracia además de vender a los amigos el patrimonio común y los recursos de todos los argentinos. 
 
Ciamarella critica también al Papa Francisco por su liviana entrevista en el Vaticano con Javier Milei, dado que miembros de la Iglesia están sufriendo mucho por su gobierno; Ciamarella vive en sus barrios y atiende los comedores en los que ya no se pueden distribuir alimentos. Por último recordó que este año se cumplen 50 años de la desaparición del sacerdote Carlos Mugica, víctima de la última dictadura militar, reivindicada por la vicepresidente Victoria Villarruel. Todo es grave, gravísimo.
 
Diagnóstico demasiado extendido y generalizado como para hacernos los desentendidos y mirar para el costado. 
 
El viernes pasado, conmemoración del Día de la mujer, cientos de miles de mujeres salieron a las calles de las ciudades de todo el país a manifestarse y, según testimonios, fue más numerosa que la convocatoria obrera de la CGT el 24 de enero.
 
Los partidos, los legisladores, los gobernadores, empantanados en la discusión del extorsivo DNU en el Congreso, previo al Pacto de mayo que JM quiere firmar en Córdoba el Día de la Patria. ¿Son o se hacen? ¿Son conscientes que la inflación interanual llegó al 260% la más alta en décadas y que una familia para no ser pobre necesita de 700 mil pesos? ¿Son conscientes que el ajuste del 5% del PBI lo paga el pueblo y que para eso sacaron sus ahorros y ahora, luego de los dólares, caen las tasas de interés de los plazos fijos de los ahorristas hasta un piso del 70% por orden del Banco Central de la República Argentina, antes de dinamitarlo? ¿Qué sentido tiene que JM hable de pobreza si él no la ha padecido jamás y ha colaborado más que nadie a empobrecer la población?
 
Un personaje tan dañino bien podría ser sometido a juicio político porque no está en su sano juicio, como han denunciado varios legisladores. Pero… sigamos tensando la cuerda para ver hasta cuándo resiste. Un tire y afloje que está en las conciencias, no en la cruda realidad. Porque muchos de los que sufren y padecen la miseria siguen pensando en darle tiempo, que ya va a mejorar, que si no ponemos una gota de sacrificio no saldremos o, peor aún, roguemos que le vaya bien a él así le va bien al país. Es de locos, no tiene sentido, pero bueno… sigamos navegando al garete.
 
No tiene sentido que los propios pobres que votaron al libertario sigan aguantando el dolor y no opongan resistencia. Los nazis ya experimentaron con el dolor para ver hasta dónde podía resistir un ser humano; acá la decisión la tienen todos y cada uno de los ciudadanos para luchar por los derechos adquiridos al cabo de décadas de luchas, luchas que no fueron de los “zurditos” que nombra el engendro pandémico, sino conquistas obreras que vienen desde el siglo XIX y que, su pésima y retorcida versión de la historia mileica quiere imponer.
Tampoco ha hecho caso al pedido formulado por 68 premios nobeles en defensa del Conicet, una de las instituciones más prestigiosas del mundo en materia de investigación y desarrollo científico, que este año ha superado en logros a la NASA.
 
El Estado está para dirimir conflictos y proteger a los eslabones más débiles de la sociedad, no para articular los negocios de los poderosos como viene haciéndolo el actual mandatario. JM lo sabe, no nos engañemos, lo usa justamente para privilegiar a las grandes multinacionales.   
 
Sin embargo, en su clase inaugural del Cardenal Copello, el presidente JM, desintegró al Estado y situó en un pozo profundo el momento en que vivimos, con tal liviandad como muchas veces manifestó que éste es un país de mierda, pavoneándose ante las cámaras de televisión.
 
Toda su putrefacta verborrea invade mentes y circula por las redes contaminando con su prédica nociva; de allí su obsesión de pasar horas frente a la pantalla sin importarle un pito su función que, en la cabeza de un funcionario medianamente normal, significaría horas de escritorio recibiendo información y funcionarios de todo nivel y de toda la amplia geografía de un país tan extenso como Argentina. 
 
Custodiado férrea y perrunamente por su hermana Karina, despliega su demencial tarea destructiva sin importarle en lo más mínimo las consecuencias de sus diabólicas decisiones. Es más, goza, disfruta y explota de alegría con el llanto de millones de desclasados hambrientos.
 
Indigna que el indigno diga lo que le plazca sin sanción alguna. Indigna que el indigno se digne a firmar un acuerdo con el embajador estadunidense en el país, Marc Stanley entregando la hidrovía del Plata al control imperial, sin que ninguno de los otros dos poderes intervenga.
 
La cuenca del Plata es la mayor reserva planetaria de agua dulce concentrada en el acuífero Guaraní, además de conformar el sistema hidrovial de los ríos Uruguay y Paraná con cientos de puertos que cargan cereales y soja a miles de barcos que no erogan al estado nacional.   
 
Imposible negar la presencia yanqui en el país en todas las áreas, mucho más con el brote de narcotráfico que invade ciudades como Rosario, justamente, puerto principal de la hidrovía mencionada precedentemente, donde además, por expresas órdenes presidenciales expuestas por el vocero Manuel Adorni, la policía puede disparar su arma a los delincuentes sin autorización previa. Adorni, fiel a su mentor, se alegraba del hecho en la cotidiana conferencia de prensa que concede en Casa de Gobierno.
 
Imposible no advertir la calidad de rehén que adquiere la población de estos lugares conmocionados. Nadie está a salvo de nada ni de nadie, mucho más cuando la mayoría sabe que los actuales funcionarios pactaron años atrás con las bandas narcotraficantes y les posibilitaron el blanqueo de los capitales mal habidos a través de la construcción de complejos edilicios en la actualidad vacíos a la vera del río. ¿Vale rasgarse las vestiduras ante la ofensiva violenta lanzada por las bandas contra las autoridades provinciales y nacionales, como sucede en otros países de la región?
 
Pocos recuerdan que Rosario fue conocida como la Chicago del sur, cuando emergieron las mafias posteriores a la crisis de 1929 y la ley seca estadunidense, que por estos pagos entronizó al Chicho Chico y Chicho Grande, capos contemporáneos de la Década Infame de los años treinta del siglo pasado. 
 
La justicia navega sin sentido en las aguas del río, contaminado con tanta delincuencia de guante blanco.
 
 
Ahora mismo se proyecta una pelea entre la vice y el presi por la aprobación del DNU en el Senado. Ambos se sacan chispas, en esto, ella cuenta con el respaldo de las FFAA y la reinstalación de lo peor de los años negros de la dictadura. Muchos la aplauden. Don Corleone la sigue de cerca, incluso ya se reunieron a espaldas del presi en diciembre. Éstos también no se fían uno del otro y, mucho menos, son de fiar para el resto de los argentinos. 
Finalmente, el Senado rechazó el DNU y debe ahora pasar a Diputados, mientras tanto, el día a día sigue siendo invivible para las grandes mayorías. Con las empresas industriales y comerciales destruidas, ya se comienza a hablar de abrir las importaciones de alimentos. Algo tan viejo como hemos descrito precedentemente, pero que las nuevas generaciones siguen esperanzadas en darle tiempo al libertario. 
 
Pero bueno… habrá que darles tiempo para que encuentren sentido al profundo sin sentido en que estamos inmersos.

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