El problema del mundo no es la falta de espacio, ni
la pugna interreligiosa, ni alguna que otra fantasía encubridora de lo real,
sino la desigual distribución de la riqueza en el marco del capitalismo
depredador, explotador y opresor, que necesita, como el vampiro la sangre,
concitar el odio y la guerra entre los pueblos para seguir engordando su cuerpo
decrépito e inservible.
Jorge
Ubertalli / Especial para Con Nuestra América
Desde Buenos Aires, Argentina
La fragata argentina Libertad, detenida en Ghana por presiones internacionales de los "fondos buitres". |
Distintos conflictos, abiertos y encubiertos, signan
la política internacional de nuestro país. La posesión forzada de Malvinas por
Gran Bretaña, la oposición abierta y encubierta de los EE.UU. y sus aliados a
la relación de Argentina con la Venezuela Bolivariana, las contradicciones de
nuestro país y otros de la región con EE.UU. en cuanto al tema Defensa, que se
plasmaron en la última reunión de ministros de Defensa celebrada en Punta del
Este a principios de mes, son apenas la punta de un iceberg volcánico que,
ocultado por probos y réprobos, bulle en su profundidad, atizado por el
conflicto Israel-Irán y su proyección en el subcontinente.
La pugna entre estos dos países por influir en
Nuestra América, y en nuestro país en particular, se halla contenida en una
agenda real y mediática que incluye a periodistas, dirigentes sociales,
uniformados levantiscos, altos jefes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad,
funcionarios de alto nivel y, fundamentalmente, “fondos buitres”, titulados así por
un empresario norteamericano vinculado al lobbie
sionista ultraconservador, que han logrado influir en un país africano para que
éste interdicte a la fragata
“Libertad”, buque escuela de la Armada, hoy anclada forzosamente en el puerto
de Tema, de Ghana.
Cronológicamente hablando, el momento político
actual tuvo su inició el 19 de septiembre último, cuando Irán, a través de su
presidente, solicitó un diálogo con Argentina a fin de aclarar un hecho
luctuoso ocurrido el 17 de julio de 1996: la voladura de la AMIA, mutual judía
de la Argentina, que dejó un saldo de más de 80 muertos, infinidad de heridos y
multitud de deudos. Y, un poco más atrás en el tiempo, la voladura de la
embajada de Israel, ocurrida en 1992, que también dejó un tendal de muertos y
heridos. Ambos atentados terroristas fueron atribuidos, directa o
indirectamente, a Irán, aunque hasta ahora no hay pruebas concretas de que así
sea.
Otros hechos, cabe destacar, lo antecedieron. Uno de
ellos, el más cercano en el tiempo, se concretó a mediados de agosto,
cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner, acompañada, entre otros,
por su canciller, Héctor Timmerman, visitó el Centro Islámico de la
Argentina para honrar a Envar “Cacho” el Kadri, fundador de la organización
guerrillera Fuerzas Armadas peronistas (FAP) en 1968 y fallecido a mediados de
julio de 1998. Variopintos personajes e instituciones de distintos credos y
pelajes descargaron andanadas de críticas al reconocimiento de Cristina y sus
funcionarios a Cacho, de padre libanés, que siempre que pudo denunció las
masacres perpetradas por los uniformados israelíes y sus servicios en el
Líbano.
Pero el momento clave de la actual situación
política se concretó el 27 de septiembre en las Naciones Unidas cuando, a
contramano de las posiciones de EE.UU., de la Unión Europea e Israel, la
delegación argentina no solo no se movió de sus asientos cuando le tocó hablar al
presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, sino que los cancilleres de ambos países,
Héctor Timmermann y Alí Akbar Salehi, se reunieron a fin de concertar para
fines de octubre una cita formal en Ginebra, Suiza, que relanzaría relaciones
entre nuestro país y la nación persa. En esa cita, se informó a través de la
prensa, habría de buscarse una “solución al problema AMIA” en el marco de
una legislación que “no contradiga las legislaciones de Argentina e Irán”. O
sea, que evite el involucramiento en el tema de terceros países.
Al concretarse la reunión entre los cancilleres de
Argentina e Irán, EE.UU., la Unión Europea y fundamentalmente Israel pusieron
el grito en el cielo. Lo mismo, salvo excepciones, hizo la comunidad
sionista local -no la judía, que es cosa distinta- siempre presta a apoyar cualesquier aventura
diplomática, militar o policial que emprenda el gobierno israelí.
A partir de allí se sucedieron una serie de
episodios dignos de destacarse, que involucran a Venezuela, uno de los socios
más importantes de Argentina en la zona y paralelamente de Irán; al Canciller Héctor Timerman, de
origen judío; a un destacado periodista hoy
volcado hacia el antibolivarianismo y antioficialismo local; a un conocido dirigente político y social; a altos oficiales de la Armada; a los medios de información controlados por la
oposición y el oficialismo. Hasta al titular del fondo buitre NML Elliot,
regenteado por el magnate norteamericano Paul Singer, ligado al poderoso lobbie sionista neoyorkino y sponsor de
la campaña del ultraconservador y guerrerista Mitt Romney, aspirante a la
presidencia de EE.UU. por el Partido Republicano y fiel aliado de Benjamín
Netanyahu y Avigdor Lieberman, primer ministro y canciller, respectivamente,
del actual gobierno ultraderechista israelí, cuyos partidos, Likud e Israel
Beiteinú, se presentarán unidos en las próximas elecciones legislativas del 22
de enero próximo.
Los episodios a tener en cuenta fueron y son:
- El levantamiento de numerarios de Prefectura Naval y Gendarmería
Nacional que, el 4 de octubre, mismo día que se interdictaba a la fragata “Libertad” en Ghana,
neocolonia británica y miembro del Commonwealth, tomaron sus respectivos
edificios base, cortaron calles y lanzaron consignas fascistas debido a una
baja en sus sueldos, producto de un confuso decreto oficial. Este
levantamiento, que terminó con el alejamiento de altos jefes de ambas
fuerzas, se produjo días antes de que se celebrara en Punta del Este la
Cumbre de Ministros de Defensa del Continente, en la cual, debido al veto de
EE.UU. y Canadá, no se incluyó como correspondía en la agenda el tema Malvinas.
El titular de Defensa (Pentágono) de EE.UU. León Panetta, cabe destacarlo,
había recalado el día anterior en Perú, que a la vez que forma parte de la
pronorteamericana Alianza del Pacífico ejerce la presidencia pro témpore del
Consejo Sudamericano de Defensa(CSD) de la Unasur , a fin de llevar a la Cumbre
agua para el molino de colonización militar continental que se viene ejerciendo
desde la creación de la Junta Interamericana de Defensa( JID) y su engendro
formativo, el Colegio Interamericano de Defensa( CID).
- La ya citada interdicción de la fragata “Libertad” por el fondo buitre
NML Elliot, direccionado por Paul Singer, y con la colaboración de altos oficiales de la Armada
local, quienes dispusieron el arribo de la fragata al puerto de Tema a
sabiendas de lo que podría ocurrir. Estos oficiales fueron dados de baja por el
ministerio de Defensa, involucrado en esta maniobra a través, según se informó,
de oficiales de Inteligencia naval que revistaban en sus plantillas. En este
marco, cabe destacar que mientras se interdictaba la fragata en el puerto
ghanés, los levantiscos uniformados de prefectura y gendarmería convocaban a
sumarse a sus protesta a suboficiales de la policía de la Provincia de Buenos
Aires y de la Armada quienes, según la prensa opositora, se hallaban
deliberando en sus unidades a fin de plegarse al motín. Según opiniones, el
triunfo del presidente bolivariano Hugo Chávez Frias en las elecciones
venezolanas del 8 de octubre desactivó parte de los planes de los innombrables
para presionar al gobierno en el tema relacionado con el conflicto de Medio
Oriente y otros. Aunque, por ahora neutralizados, estos planes, que
incluyen, via utilización de cacerolazos y otras acciones, el
alejamiento de algunos funcionarios “molestos”, como la Ministro de Seguridad,
Nilda Garré y, fundamentalmente, el Canciller Adolfo Timmerman, considerado por
el sionismo recalcitrante como un “traidor” a la supuesta causa que debería defender,
siguen en pié. Y la opinión pública es el campo a conquistar por los
planificadores de esta campaña.
-Las provocaciones a la Venezuela bolivariana, aliada estratégica de
Irán, en el contexto del conflicto que involucra a los ya citados Estados del
Medio Oriente, por parte de un periodista local vinculado a la política
israelí, y a dirigentes sociales y políticos oficialistas relacionados con la
política iraní. Provocaciones y debates que se encuadran en el marco de la
guerra existente entre medios de información de la oposición y el oficialismo,
y por ende, entre los que cuestionan o
defienden al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
El ya citado conflicto entre Israel e Irán,
transvasado a nuestro país, se trasluce en las acusaciones y diatribas
intercambiadas entre el periodista opositor pro israelí y el dirigente
oficialista pro iraní, transcriptas a través de medios de información gráficos,
radiales y televisivos; en los intentos de la entente conformada por la cúpula
de la Armada, Gran Bretaña, el lobbie
sionista de EE.UU. e Israel para defenestrar al Canciller Timerman antes de que
se realice la reunión pactada con Irán para fines de octubre en Suiza, y que
incluyó el tratar de involucrarlo en el episodio de Ghana a fin de que
presentara su renuncia al cargo; en las presiones del lobbie sionista local, llevadas a cabo por medio de sus agentes
“periodísticos” y “literarios” locales hacia el gobierno de Fernández de
Kirchner para que no se concrete el acercamiento con Irán, país considerado
miembro del “eje del mal” bushista y al cual Israel quiere agredir con la
anuencia y el apoyo de un EE.UU. que, hasta ahora y en el marco de la
administración Obama, no está dispuesto a otorgar. En perspectiva, las próximas
elecciones en EE.UU. y la pugna entre Obama y Romney por ganarlas también
signan y son signadas por este rompecabezas geopolítico mediooriental
trasladado a nuestro país.
Si algo faltaba para obnubilar cualquier sesera en
el marco de esta oscurana, cabe destacar algo curioso: al periodista opositor
pro israelí lo sostienen medios cuyo orígen se remonta al accionar del nazismo
en Argentina. “Clarinada”, revista antijudía y anticomunista, dirigida por el
nazifascista Carlos M. Silveira, que mensualmente se editó desde 1937 hasta
febrero de 1945 es, según fuentes confiables, antecesora del grupo económico
que edita un matutino de oposición de casi homólogo nombre. Su fundador y
primer director, Roberto Noble, fungió como ministro de Gobierno del
nazifascista gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Fresco, durante
los años 30 del pasado siglo. Por otra parte, los medios oficiales que incluyen
casi a diario en su actual agenda al conductor radial, dirigente social y
político pro iraní y respaldan al Canciller, son propiedad de destacados
sionistas.
Como alguna vez sostuvo el autor de esta
nota: el utilizar al Holocausto de millones de judíos, que fueron
exterminados junto a otros millones de soviéticos, gitanos, etc. por el
nazismo, para justificar la opresión de otros pueblos, como el Palestino, y la
expansión territorial a costa de otros Estados, es tan absurdo y criminal como
negar la existencia del Holocausto y pretender liquidar a un Estado ya constituido y sus habitantes por ser “ajenos” a la región donde
se asientan y a su idiosincrasia.
El problema del mundo no es la falta de espacio, ni
la pugna interreligiosa, ni alguna que otra fantasía encubridora de lo real,
sino la desigual distribución de la riqueza en el marco del capitalismo
depredador, explotador y opresor, que necesita, como el vampiro la sangre,
concitar el odio y la guerra entre los pueblos para seguir engordando su cuerpo
decrépito e inservible.
Una Argentina soberana, sin alineamientos forzados,
sin relaciones carnales con nadie, sin vegetar en medio de la nada, podrá
aportar a la paz regional y del mundo todo.
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