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sábado, 15 de diciembre de 2012

Venezuela: un anuncio terrible

Hugo Chávez ha jugado un papel relevante haciendo cristalizar tendencias progresistas que se encontraban larvadas en las masas venezolanas, que  no encontraban salida ante la situación opresiva a la que las habían llevado las reformas neoliberales impulsadas por una clase política corrupta y desfasada. Pero su papel ha ido más allá de Venezuela, pues supo establecer alianzas que han llevado al subcontinente a un nuevo estadio.

Rafael Cuevas Molina / Presidente AUNA-Costa Rica

Chávez dejó abierta la posibilidad de no asumir el
nuevo mandato presidencial por su situación de salud.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, anunció a la nación el sábado 8 de diciembre que no ha podido vencer a la enfermedad de cáncer que lo aqueja. A diferencia de otras oportunidades, se mostró cauteloso sobre su futuro, y avizoró la posibilidad de que no pueda tomar posesión del cargo de presidente el próximo 10 de enero.

Es una noticia terrible. El papel que Hugo Chávez ha jugado en la reconformación de América Latina en los últimos diez años ha sido crucial, y las circunstancias en las que anuncia la gravedad de su estado de salud no es el mejor para los gobiernos nacional progresistas de esta parte del mundo, a tal punto que algunos analistas, como Raúl Zibechi por ejemplo, especulan sobre la posibilidad que se esté llegando al final del ciclo que tuvo como protagonistas al mismo Chávez, a Evo en Bolivia, a Correa en Ecuador, a los Kirchner en Argentina y al Frente Amplio en Uruguay.

En este sentido, se argumenta que, probablemente, el golpe de Estado en Honduras haya marcado la frontera después de la cual se inicia el freno al proyecto bolivariano encarnado en el ALBA, lo cual habría sido refrendado por el golpe en Paraguay. De ser estos análisis acertados, la falta de Chávez en el panorama político de la región acentuaría esta tendencia.
Mucho se ha discutido sobre el papel de las personalidades en la historia. Estas discusiones han tenido lugar después que el marxismo hiciera valer en las ciencias sociales la preminencia de los procesos socio-políticos sobre los actores individuales. Estas posiciones fueron vehementemente defendidas en la medida en que las ciencias sociales tradicionales, pero sobre todo la historia, centraban su atención en las grandes personalidades, y les asignaban un rol determinante. A esa concepción se opuso el marxismo, y durante todo el siglo XX se convirtió en herramienta de análisis privilegiada.

El marxismo no desdeña, sin embargo, a las personalidades individuales en el devenir histórico, sino que les asigna un lugar determinado. En primer lugar, como resultado ellas mismas de su respectivo tiempo, es decir, como producto de las tendencias prevalecientes en un determinado momento histórico. En segundo lugar, como catalizadores privilegiados de esas mismas tendencias.

Todo lo anterior no descarta, tampoco, el papel determinante que en algunas oportunidades esas personalidades puedan jugar en una coyuntura específica. Sus cualidades personales pueden tener un gran peso a la hora de que ciertas tendencias se decanten por una u otra vía o por el ritmo que tomen los cambios.

Quiere decir todo lo anterior que la relación entre las personalidades individuales y las tendencias de una específica época histórica conocen una relación de mutua determinación que se perfila en función de las diferentes coyunturas históricas concretas.

En el caso que nos ocupa, Hugo Chávez ha jugado un papel relevante haciendo cristalizar tendencias progresistas que se encontraban larvadas en las masas venezolanas, que  no encontraban salida ante la situación opresiva a la que las habían llevado las reformas neoliberales impulsadas por una clase política corrupta y desfasada.

Pero su papel ha ido más allá de Venezuela, pues supo establecer alianzas que han llevado al subcontinente a un nuevo estadio. Esta situación se ha repetido en otros países de la región, lo que ha posibilitado que hayamos vivido, durante los últimos años, una situación inédita en nuestra historia.

La desaparición de Néstor Kirchner fue un duro golpe para estos procesos de los que hacemos mención, y la falta de Hugo Chávez se haría sentir, igualmente, con gran fuerza en ellos.

No son buenas noticias, pues, las que llegan desde Venezuela.

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