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sábado, 13 de abril de 2013

¿Se afirma la nueva izquierda?

El desafío que enfrentan los gobiernos de la nueva izquierda en América Latina es el de garantizar, con un eficaz ejercicio gubernamental, a esta tendencia política en el largo plazo, de modo que incluso se vuelva irreversible.

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)

En las elecciones ecuatorianas (17/febrero/2013) triunfaron, en forma contundente e inédita, tanto Rafael Correa como los asambleístas de Alianza PAIS. En Venezuela las elecciones presidenciales se realizarán el 14 de abril; seguirán las presidenciales y legislativas en Paraguay, primarias y legislativas en Argentina, presidenciales y legislativas en Honduras y en Chile; y en 2014 elecciones presidenciales en El Salvador, Costa Rica, Panamá, Colombia, Brasil, Uruguay y Bolivia.

En América Latina el cuadro gubernamental todavía está configurándose. Ecuador garantiza la tendencia de nueva izquierda, que se verá reforzada si triunfa Nicolás Maduro en Venezuela.

Aún no está claro lo que sucederá en Argentina, Brasil o Bolivia; pero Michelle Bachelet anuncia su postulación presidencial en Chile con un programa renovado.

Además, el panorama electoral latinoamericano alinea fuerzas internas y externas: los países que se identifican con la nueva izquierda (Ecuador, Bolivia y Venezuela, a la cabeza) han soportado las resistencias de las capas que otrora controlaron el poder económico y político; pero también despiertan inquietudes continentales entre las derechas de toda la región, incluyendo a las potencias mundiales acostumbradas a operar con su hegemonía y sus condicionamientos, ya que les interesa revertir la consolidación de esa nueva izquierda, que resulta perjudicial para sus intereses.

Pero los gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana han demostrado que es posible conducir la economía sin los condicionamientos ni tutelas neoliberales; que, además, es necesario inclinar la institucionalidad estatal a favor de amplios sectores populares, de trabajadores y ciudadanos; que son ellos los que afirmaron el sistema democrático; y que históricamente se pueden dar pasos importantes para superar el capitalismo con miras a una sociedad distinta.

El desafío que enfrentan los gobiernos de la nueva izquierda en América Latina es el de garantizar, con un eficaz ejercicio gubernamental, a esta tendencia política en el largo plazo, de modo que incluso se vuelva irreversible; pero, además, se requiere la creación de una base social y popular no solo de respaldo electoral, sino también organizada, movilizada y participante. Venezuela es el país que mejor ha avanzado en esa construcción; el Gobierno ecuatoriano demostró contar con evidente respaldo ciudadano, pero falta consolidar la base social organizada hacia futuro.

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