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sábado, 6 de abril de 2013

¿Terminó la Guerra Fría?

No se puede afirmar que la Guerra Fría ha terminado, mientras subsista una sola bomba atómica en el arsenal de un país, amenazando ser lanzada sobre otro. La erradicación total del armamento nuclear, para terminar con esa espada de Damocles que pende sobre la humanidad, debe convertirse en consigna planetaria.

Juan Félix Montero / Especial para Con Nuestra América

1945: en Hiroshima, EE.UU realiza el primer ataque
con armas nucleares de la historia. Una prueba de la
capacidad de autodestrucción de la especie humana.
Definiciones de “Guerra Fría” se encuentran en muchos  diccionarios, enciclopedias  y en Wikipedia, sin embargo tienen todas algo en común: soslayan referirse al acontecimiento que le dio origen y prefieren tomar para su definición hechos que en realidad fueron concomitantes e inclusive subsidiarios. En consecuencia, llegan a conclusiones equivocadas sobre su significación real.

La década de los ochentas quedó en mi memoria, con motivo del derrumbe del campo socialista, como la época de las dos grandes mentiras del siglo XX, a saber, el fin de las ideologías y el fin de la Guerra Fría.

Estas prédicas obedecieron a la necesidad que tenían los propagandistas e ideólogos del capitalismo de  aprovechar  esa coyuntura asestándole un duro golpe- que ellos creyeron definitivo- a las aspiraciones de la humanidad por construir sociedades  alternativas al sistema capitalista. Dicha campaña ha permeado inclusive a  la izquierda mundial y he podido enterarme que el mismo general Raúl Castro, presidente cubano, se ha referido al término de la Guerra Fría.

La Guerra Fría ha tenido  componentes  ideológicos, económicos, propagandísticos y en especial militares, pero la bomba atómica siempre estuvo en el centro de todo. Se denominó “fría” esta guerra porque se libró siempre al borde del precipicio de la guerra atómica, es decir, de la guerra caliente. Hubo un tiempo en que los EE.UU., único poseedor de la bomba atómica, se paseaban por el mundo amenazando a distintos países con hacer uso de ella como vulgar chantaje. No fue sino cuando la extinta Unión Soviética y luego China se propusieron lograr la paridad atómica que el mundo entró en una época de equilibrio nuclear, la llamada coexistencia pacífica.

Después de lograda la paridad nuclear por la URSS, vinieron  los  tratados Start y el compromiso de la URSS en no ser jamás el primero en lanzar la bomba contra otro país. Esta guerra nunca llegó a ser caliente porque ninguno tuvo la osadía de hacer uso de este fatídico armamento contra el otro, quizá por miedo a las consecuencias.

Decir que la Guerra Fría terminó es tan errado como decir que nunca existió. Como dice el Mariscal soviético Vasilevski, “la detonación de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki no fue el final de la guerra mundial, sino el inicio de la Guerra Fría”.

Muy someramente puedo afirmar que la Unión Soviética cayó en la trampa de emular con el capitalismo en un terreno que, desde ningún punto de vista, se corresponde con el modelo de sociedad que se había propuesto construir. Competir en la construcción de armamentos no es la misión del socialismo. Competir sobreexplotando los recursos naturales para el consumismo no es su naturaleza. Al caer obligadamente en esa trampa, el costo a pagar fue muy grande: esa sociedad socialista capaz de satisfacer las necesidades crecientes de la humanidad en hermandad quedó postergada por otras prioridades en la defensa.

El lanzamiento de bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, que inició la Guerra Fría, ha sido justificado alegando que fue la forma de dar fin a la ll Guerra Mundial; la verdad es que cuando fueron arrojadas las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, ya había caído Berlín y el único que seguía activo de los países del eje era Japón. Inclusive la URSS había virado varios de sus ejércitos y había contribuido a la liberación de la Manchuria. Japón estaba aislado y asediado por todos lados. Esta es una de las razones por cuanto aquellos que analizan la historia desde otra perspectiva, diferente a la versión hollywoodense de la historia, consideran este bombardeo atómico como desproporcionado e innecesario por decir lo menos. ¿Por qué apresurar el bombardeo atómico? ¿Porque ya venían los ejércitos soviéticos?

Efectivamente la invasión soviética a la Manchuria fue  realizada dos días después del bombardeo atómico a Hiroshima y un día antes del de Nagasaki, pero había sido pactada desde la conferencia de Yalta (4 al 11 de febrero de 1945).

Esto confirma  el apresuramiento de EE.UU. en lanzar las bombas y su propósito estratégico de afirmar su hegemonía mediante la superioridad militar, una vez acabada la ll Guerra Mundial y evitar que Japón se viera obligado a capitular ante la Unión Soviética.

Estados Unidos siempre llevó la iniciativa en el armamentismo nuclear de la Guerra Fría, a las bombas detonadas sobre territorio japonés, le siguieron nuevos modelos de bombas, cada vez más destructivos, así como los misiles y medios para transportarlos: bombas de hidrógeno de varias ojivas, bombas de neutrones transportadas por submarinos, portaviones, etc., etc. Esta bomba de neutrones tenía una concepción escalofriantemente perversa, terminar con las vidas humanas sin hacer daño a la infraestructura.

A todos estos destructivos inventos le encontró respuesta la URSS, lo cual fue creando la conciencia de que utilizar ese poder destructivo significaba ni más ni menos que la destrucción mutua y una amenaza para la humanidad y el planeta.

Los arsenales atómicos en poder de varias naciones son actualmente una amenaza para toda la humanidad. Son ya por lo menos nueve los países que reconocen tener armamento nuclear. Otros países se sienten amenazados  y por ello se esfuerzan por hacerse con el armamento atómico. Un conflicto se ha solucionado cuando se han resuelto las causas que le dieron origen. La causa principal de la Guerra Fría fue la creación de la bomba atómica por parte de los Estados Unidos y la carrera armamentista que este hecho desató. Esas causas siguen ahí y en lugar de terminarse, cada vez hay más países que se convierten en potencia atómica.

Las campanas lanzadas al vuelo por la caída de muros, muerte de ideologías, fin de la Guerra Fría  y hegemonía mundial de una sola potencia ha sido un sueño pasajero. El mundo se encamina por obligación y por necesidad a un mundo multipolar, y a un nuevo orden económico internacional justo y necesario. La generación actual y las venideras sabrán sacar las lecciones de las experiencias para un sistema alternativo al capitalismo e ingresemos a una Guerra Fría de nuevo tipo, donde el gran reto será emular en sacar adelante a la humanidad explotando racionalmente los recursos, en paz entre los hombres y con la naturaleza, en beneficio de todos… para salvar el planeta.

Nos han hecho creer que la Guerra Fría terminó pues se originaba en los conflictos alrededor del muro de Berlín. Esta es una  manera de falsear la historia.

No se puede afirmar que la Guerra Fría ha terminado, mientras subsista una sola bomba atómica en el arsenal de un país, amenazando ser lanzada sobre otro. La erradicación total del armamento nuclear, para terminar con esa espada de Damocles que pende sobre la humanidad, debe convertirse en consigna planetaria.

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