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sábado, 1 de junio de 2013

Un chino en el patio trasero

Para China, invertir en Centroamérica significa tener bases cercanas al mayor mercado de bienes del mundo. La idea que se baraja de construir un canal interoceánico en Nicaragua o una refinaría de petróleo en Costa Rica se enmarca dentro de esa lógica.

Rafael Cuevas Molina/Presidente AUNA-Costa Rica

En su visita a Costa Rica, el presidente chino Xi Jinping
firmará un acuerdo de crédito por $900 millones para
la construcción de una refinería de combustibles.
El crecimiento de las relaciones comerciales entre China y América Latina ha sido espectacular en los últimos diez años. Este crecimiento ha estado azuzado, por un lado, por las crecientes necesidades chinas de alimentos y materias primas y, por otro, por la disponibilidad de éstas por parte de América Latina.

El comercio se encuentra, pues, en la base de las relaciones chino-latinoamericanas. Este comercio tiene distinto impacto en los diferentes países latinoamericanos. Venezuela, por ejemplo, está interesada en diversificar sus exportaciones de petróleo para dejar de ser tan dependiente del mercado norteamericano, al cual exporta el 60% de su producción. Argentina, Brasil, Chile y Perú son grandes exportadores de alimentos, y hacia ahí se dirige el grueso del interés chino en esos países.

Buena parte de ellos han sido visitados en meses pasados por altos funcionarios chinos, incluido el vicepresidente de la nación. El viernes 31 de mayo llegó al Caribe el presidente Xi Jinping, en donde visitará Trinidad y Tobago, Costa Rica y México.

En el Caribe y Centroamérica, las relaciones con China tienen connotaciones distintas a las que tienen con los países antes mencionados, en donde las balanzas comerciales están relativamente equilibradas.

Aquí, en el patio trasero de los Estados Unidos, se está librando una cruenta batalla por el mercado norteamericano que, a pesar de los tratados de libre comercio, están perdiendo los centroamericanos.

En efecto, en el proceso de industrialización subsidiaria que sufrieron estos países, en el marco del proceso que denominaron “de incorporación a la globalización”, o de “apertura al mercado mundial”, el modelo dominante fue la llamada industria maquiladora.

La maquila en Centroamérica fue predominantemente ensambladora en México y textil en Centroamérica, aunque en los últimos años han aparecido nuevas formas de maquila de servicios y de alta tecnología.

Pero esta industria maquilera está de capa caída ante la competencia que ha representado China. Ésta entra a competir con precios tan bajos que ni países con legislación laboral tan laxa y salarios tan bajos como Honduras o Guatemala, por ejemplo, pueden mantener el paso. Lo mismo pasa con México que además, como sus países vecinos del sur, se ve inundado por manufacturas chinas.

El gato chino, pues, ha cazado al ratón centroamericano.

Centroamérica tiene, sin embargo, importancia para China por otra razón más que la estrictamente comercial entre ambas: su ubicación geográfica, que la sitúa a un paso de los Estados Unidos. Invertir en Centroamérica significa tener bases cercanas al mayor mercado de bienes del mundo, y eso le interesa a los chinos. La idea que se baraja de construir un canal interoceánico en Nicaragua o una refinaría de petróleo en Costa Rica se enmarca dentro de esa lógica.

Aunque la dimensión ideológica tiene un peso menor en el caso del pragmático gato chino, al que no le interesa si el gato es blanco o negro, sino que cace ratones, esta no está totalmente ausente de sus intereses.

Es en las relaciones con Cuba en donde ésta dimensión aparece con mayor claridad. Se trata de la vocación tercermundista de China, rasgo histórico de la política exterior del gigante asiático que proviene de los tiempos del Gran Timonel Mao Zedong.

Tal política, inspirada en su momento en la teoría de los tres mundos y del internacionalismo proletario, se encuentra complementada en nuestros días con la de “no poner todos los huevos en la misma canasta”, lo que implica la necesidad de diversificar lo más posible las relaciones de todo tipo con el mayor número de países en el mundo, especialmente con aquellos que pueden generar nuevos balances en las relaciones internacionales. De ahí la activa participación de China en la profundización de relaciones y proyectos con los llamados BRICS.

La visita del presidente chino a Trinidad y Tobago, Costa Rica y México debe enmarcarse en este contexto. Los pasos de animal grande se dejan sentir en nuestras tierras y hay que estar alertas. China es un importante actor del panorama internacional contemporáneo y debe ponérsele atención y guardársele respeto, pero se debe tener cuidado en no reproducir con él el mismo tipo de relaciones subordinadas y deformantes que hemos mantenido en el pasado con las grandes potencias.

Recuérdese: con sus grandes necesidades expandidas por su acelerado crecimiento, China no da puntada sin hilo.

1 comentario:

  1. María Elena Rodríguez5 de junio de 2013, 23:00

    China en el escenario mundial y en nuestro patio trasero

    Ciertamente, China, en este proceso histórico es una potencia, no solamente como exportadora de manufacturas e importadora de alimentos y materias primas, sino que es también el mayor acreedor del mundo. Estamos ante un reacomodo de las relaciones internacionales y geopoliticas, especificamente, a nivel económico, financiero, comercial y político gubernamental.

    Las crisis latino y centroamericana incluyendo la de El Caribe y asimismo, las de Estados Unidos y la Eurozona, son en gran medida los detonantes de las transformaciones e inserciones que estan sucediendo. Por supuesto, no podemos obviar los intereses chinos en el mundo. China es sagaz porque no descuida su territorio asiatico ni desdeña el Comunismo ni excluye a Cuba. ! Que mezcla más apropiada para sus tentáculos nacionales y regionales que integran el Capitalismo dentro de Su logica Comunista, en todos los ámbitos.

    Sí que somos de su incumbencia y conveniencia. Sí que los políticos y grandes empresarios capitalistas se están beneficiando. Me pregunto habrá forma de parar esta nueva versión mundial de Imperialismo? Yo diría que es difícil construir un muro de contención ante esta realidad.

    Veremos a China en el contexto de un canal interoceánico; en los negocios de petróleo, en los prestamos, como recientemente se establecieron y estamos experimentando el bombardeo de productos chinos por doquier y no sólo de bajo costo (en nuestro pais en las boutiques se vende la mercadería Made in China, -vestidos, blusas y enaguas, etc., a un precio alto no tan accesible para todos los sectores sociales.

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