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sábado, 8 de febrero de 2014

Puerto Rico: Rudo golpe a la colonia

La degradación de lo bonos de Puerto Rico, en el mercado de valores, tendrá como consecuencia directa, de acuerdo a los expertos, que los fondos mutuos del gobierno de Puerto Rico registrarán una inmediata caída en sus precios, los planes de ahorro para la jubilación  de los trabajadores de “clase media” en el sector privado registrarán  una considerable caída, capaz de eliminar todos los ahorros de una vida. 

Carlos Pérez Morales* / Especial para Con Nuestra América

La economía de Puerto Rico viene sufriendo una desaceleración desde el año 2009. El pasado 4 de febrero, la firma acreditadota Standard & Poor’s, del mercado de bonos de Wall Street, degradó el precio de los bonos del gobierno de Puerto Rico a lo que en el argot de los corredores del mercado se conoce como “chatarra”.   Esta acción significa el cierre del acceso al mercado especulativo, razón por la cual, el gobierno de Puerto Rico no podrá pedir más dinero prestado para su funcionamiento mientras prevalezca ésta situación.

Lo ocurrido en Puerto Rico, da al traste con su modelo económico anacrónico de promoción industrial utilizado en la colonia a base de incentivos gubernamentales y de la mano de obra barata.  Este modelo trajo como consecuencia  el aniquilamiento del sector agrícola de Puerto Rico y la promoción de la emigración de nuestro campesinado hacia Estados Unidos.

Desde hace unos años, muchos de nuestros profesionales y recién graduados universitarios, se han visto obligados a emigrar hacia Estados Unidos y otras partes del mundo, por los escasos  empleos que se encuentran en la isla y por los bajos salarios que aquí se pagan.  Entre estos profesionales se encuentran médicos generalistas y especializados, enfermera(o)s y otros profesionales de la salud.  También están emigrando muchos ingenieros, arquitectos, contratistas  y otros profesionales de la construcción.  La llamada “fuga de cerebro” arropa al país desde todos los puntos cardinales.  El desempleo ha alcanzado cifras alarmantes, llegando en algunas regiones a ser de un 30% de su clase trabajadora.  Mientras tanto el ejército imperial aprovecha la desesperación de nuestros jóvenes desempleados, para reclutarlos, como carne de cañón o como mercenarios en sus militares aventuras.

En el pasado (desde hace más de treinta años) las distintas administraciones del gobierno colonial de Puerto Rico, recurrieron al mercado de valores para hacer préstamos y cuadrar el presupuesto de la isla. Por mandato constitucional, el presupuesto de la PR tiene que terminar balanceado, al finalizar el año fiscal.  El derroche de los fondos públicos, así como la corrupción y el tribalismo político que impera en Puerto Rico, son algunas de las razones que se mencionan para que ésto haya sucedido.  Lo anterior trajo como resultado la acumulación de una deuda pública de más de $70,000.000 (setenta mil millones) de dólares.

Frente a este crudo panorama económico, como en todo el sistema capitalista, los más perjudicados han sido los trabajadores. 

El gobierno anterior dirigido por el ex-gobernador Luis Fortuño, recurrió al despido de más de 30,000 trabajadores públicos, aduciendo una situación fiscal de emergencia.  El dinero ahorrado con esta medida, fue utilizado para contratar “asesores gubernamentales”  procedentes de la banca, del comercio y de grandes firmas financieras.  Para justificar sus elevadas “compensaciones” se adujo que el gobierno tenía que competir con el sector privado para reclutar el mejor talento.  Este “mejor talento” resultó” estar entre los amigos del gobernador y su familia inmediata.  De esa forma se transfirieron los sueldos de los trabajadores públicos despedidos al sector económico más poderoso.

Por otra parte, el gobierno de este cuatrienio (2012-2016), dirigido por el gobernador Alejandro García Padilla, ha vuelto a trasladar esta pesada carga sobre los trabajadores.

Recurrió a subsanar el déficit actuarial del Sistema de Retiro de los Empleados Públicos, elevando la aportación económica del trabajador, reduciendo el monto de la pensión a otorgarse y aumentando los años que éste tiene que trabajar para poder optar por una reducida pensión.  Estas medidas también se adoptaron para el Sistema de Retiro de Maestros y para el de la Rama Judicial.

Lo que Alejandro García Padilla, no dice es que la quiebra de estos sistemas de retiro es responsabilidad de las acciones políticas (robos),  tomadas durante décadas.  La principal razón de esta quiebra, ha sido la otorgación de los beneficios completos de sus salarios, a los políticos (legisladores y alcaldes) con sólo ocho (8) años de “servicio”, mientras que al trabajador se le exigen más de treinta.  También se añade la irresponsabilidad política de añadir beneficios sin fuente de repago, con el propósito de obtener ventajas políticas.

También se señala como causa de este desbarajuste fiscal, el exceso en los gastos públicos.

Muchos de estos gastos han sido en actividades no productivas, tan siquiera en la creación de empleos.  Para muestra un sólo botón basta: la gigantesca cantidad de dinero invertido anualmente en publicidad de las agencias públicas.  Podemos mencionar además los “infladas” compensaciones de los asesores gubernamentales así como en la otorgación de contratos a precios exorbitantes. Los sobreprecios pagados a los contratistas con el fin de que éste transfiera esa cantidad al  partido político gobernante han sido la regla y no la excepción. No entiendo porque si cada agencia de gobierno tiene una división legal, ésta tiene que contratar bufetes de abogados adicionales (muchos de ellos extranjeros) para asesoramiento o litigio.  Algunos de estos bufetes  son contratados a $500.00 la hora.

La degradación de lo bonos de Puerto Rico, en el mercado de valores, tendrá como consecuencia directa, de acuerdo a los expertos, que los fondos mutuos del gobierno de Puerto Rico registrarán una inmediata caída en sus precios, los planes de ahorro para la jubilación  de los trabajadores de “clase media” en el sector privado registrarán  una considerable caída, capaz de eliminar todos los ahorros de una vida.  Esto significa  que perderán los fondos para cubrir sus gastos después de su jubilación. Todos los individuos o corporaciones que tengan bonos de Puerto Rico, experimentaran una grave reducción de los mismos.  También la banca local podría verse afectada por el bajo valor de los bonos del gobierno.  Obviamente se afectaran todos los servicios gubernamentales, por la falta de fondos.  Todo esto resultará en un efecto de domino, que afectará la ya maltrecha economía de Puerto Rico. 

¡Como dice el dicho, cuando a Estados Unidos le da un catarro a Puerto Rico le da una pulmonía!

*Historiador

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