La degradación de lo bonos de Puerto Rico, en el mercado de valores,
tendrá como consecuencia directa, de acuerdo a los expertos, que los fondos
mutuos del gobierno de Puerto Rico registrarán una inmediata caída en sus
precios, los planes de ahorro para la jubilación de los trabajadores de “clase media” en el
sector privado registrarán una
considerable caída, capaz de eliminar todos los ahorros de una vida.
Carlos Pérez Morales*
/ Especial para Con Nuestra América
La economía de Puerto Rico viene sufriendo una desaceleración desde el
año 2009. El pasado 4 de febrero, la firma acreditadota Standard & Poor’s,
del mercado de bonos de Wall Street, degradó el precio de los bonos del
gobierno de Puerto Rico a lo que en el argot de los corredores del mercado se
conoce como “chatarra”. Esta acción
significa el cierre del acceso al mercado especulativo, razón por la cual, el
gobierno de Puerto Rico no podrá pedir más dinero prestado para su
funcionamiento mientras prevalezca ésta situación.
Lo
ocurrido en Puerto Rico, da al traste con su modelo económico anacrónico de
promoción industrial utilizado en la colonia a base de incentivos
gubernamentales y de la mano de obra barata.
Este modelo trajo como consecuencia
el aniquilamiento del sector agrícola de Puerto Rico y la promoción de
la emigración de nuestro campesinado hacia Estados Unidos.
Desde
hace unos años, muchos de nuestros profesionales y recién graduados
universitarios, se han visto obligados a emigrar hacia Estados Unidos y otras
partes del mundo, por los escasos
empleos que se encuentran en la isla y por los bajos salarios que aquí
se pagan. Entre estos profesionales se
encuentran médicos generalistas y especializados, enfermera(o)s y otros
profesionales de la salud. También están
emigrando muchos ingenieros, arquitectos, contratistas y otros profesionales de la
construcción. La llamada “fuga de
cerebro” arropa al país desde todos los puntos cardinales. El desempleo ha alcanzado cifras alarmantes,
llegando en algunas regiones a ser de un 30% de su clase trabajadora. Mientras tanto el ejército imperial aprovecha
la desesperación de nuestros jóvenes desempleados, para reclutarlos, como carne
de cañón o como mercenarios en sus militares aventuras.
En
el pasado (desde hace más de treinta años) las distintas administraciones del
gobierno colonial de Puerto Rico, recurrieron al mercado de valores para hacer
préstamos y cuadrar el presupuesto de la isla. Por mandato constitucional,
el presupuesto de la PR tiene que terminar balanceado, al finalizar el año
fiscal. El derroche de los fondos
públicos, así como la corrupción y el tribalismo político que impera en Puerto
Rico, son algunas de las razones que se mencionan para que ésto haya sucedido. Lo anterior trajo como resultado la
acumulación de una deuda pública de más de $70,000.000 (setenta mil millones)
de dólares.
Frente
a este crudo panorama económico, como en todo el sistema capitalista, los más
perjudicados han sido los trabajadores.
El
gobierno anterior dirigido por el ex-gobernador Luis Fortuño, recurrió al
despido de más de 30,000 trabajadores públicos, aduciendo una situación fiscal
de emergencia. El dinero ahorrado con
esta medida, fue utilizado para contratar “asesores gubernamentales” procedentes de la banca, del comercio y de
grandes firmas financieras. Para
justificar sus elevadas “compensaciones” se adujo que el gobierno tenía que
competir con el sector privado para reclutar el mejor talento. Este “mejor talento” resultó” estar entre los
amigos del gobernador y su familia inmediata.
De esa forma se transfirieron los sueldos de los trabajadores públicos
despedidos al sector económico más poderoso.
Por
otra parte, el gobierno de este cuatrienio (2012-2016), dirigido por el
gobernador Alejandro García Padilla, ha vuelto a trasladar esta pesada carga
sobre los trabajadores.
Recurrió
a subsanar el déficit actuarial del Sistema de Retiro de los Empleados
Públicos, elevando la aportación económica del trabajador, reduciendo el monto
de la pensión a otorgarse y aumentando los años que éste tiene que trabajar
para poder optar por una reducida pensión.
Estas medidas también se adoptaron para el Sistema de Retiro de Maestros
y para el de la Rama Judicial.
Lo
que Alejandro García Padilla, no dice es que la quiebra de estos sistemas de
retiro es responsabilidad de las acciones políticas (robos), tomadas durante décadas. La principal razón de esta quiebra, ha sido
la otorgación de los beneficios completos de sus salarios, a los políticos
(legisladores y alcaldes) con sólo ocho (8) años de “servicio”, mientras que al
trabajador se le exigen más de treinta.
También se añade la irresponsabilidad política de añadir beneficios sin
fuente de repago, con el propósito de obtener ventajas políticas.
También
se señala como causa de este desbarajuste fiscal, el exceso en los gastos
públicos.
Muchos
de estos gastos han sido en actividades no productivas, tan siquiera en la
creación de empleos. Para muestra un
sólo botón basta: la gigantesca cantidad de dinero invertido anualmente en
publicidad de las agencias públicas.
Podemos mencionar además los “infladas” compensaciones de los asesores
gubernamentales así como en la otorgación de contratos a precios exorbitantes. Los
sobreprecios pagados a los contratistas con el fin de que éste transfiera esa
cantidad al partido político gobernante
han sido la regla y no la excepción. No entiendo porque si cada agencia de
gobierno tiene una división legal, ésta tiene que contratar bufetes de abogados
adicionales (muchos de ellos extranjeros) para asesoramiento o litigio. Algunos de estos bufetes son contratados a $500.00 la hora.
La
degradación de lo bonos de Puerto Rico, en el mercado de valores, tendrá como
consecuencia directa, de acuerdo a los expertos, que los fondos mutuos del gobierno
de Puerto Rico registrarán una inmediata caída en sus precios, los planes de
ahorro para la jubilación de los
trabajadores de “clase media” en el sector privado registrarán una considerable caída, capaz de eliminar
todos los ahorros de una vida. Esto
significa que perderán los fondos para
cubrir sus gastos después de su jubilación. Todos los individuos o
corporaciones que tengan bonos de Puerto Rico, experimentaran una grave
reducción de los mismos. También la
banca local podría verse afectada por el bajo valor de los bonos del
gobierno. Obviamente se afectaran todos
los servicios gubernamentales, por la falta de fondos. Todo esto resultará en un efecto de domino,
que afectará la ya maltrecha economía de Puerto Rico.
¡Como
dice el dicho, cuando a Estados Unidos le da un catarro a Puerto Rico le da una
pulmonía!
*Historiador
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