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sábado, 10 de mayo de 2014

La independencia: hito histórico

Las Juntas, por sobre el fidelismo, encabezaron la lucha latinoamericana anticolonial, pionera en la historia mundial. Y desde esa matriz histórica surgieron los conceptos como soberanía, dignidad, libertad y democracia, que siguen inspirando en el presente latinoamericano la idea de su segunda independencia.

Juan  J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)

Después de la independencia de Haití (1804), los primeros movimientos revolucionarios independentistas en la Hispanoamérica de la época ocurrieron en 1809 en Chuquisaca, La Paz y Quito. Estas revoluciones fueron aisladas y precarias. La Junta Tuitiva de La Paz, así como la Junta Soberana de Quito fueron pioneras en crear gobiernos autónomos, aunque al mismo tiempo proclamaron fidelidad a Fernando VII (1808).

En 1810 los pronunciamientos autonomistas se generalizaron y se constituyeron Juntas ‘fidelistas’ al rey en Caracas, Bogotá, Santiago de Chile y Buenos Aires. Ese mismo año estalló la revolución independentista en México, que contrastó con todas las otras, pues fue auténticamente popular, ya que sus protagonistas fueron indígenas y campesinos, mientras las Juntas estuvieron encabezadas por élites criollas.

Desde 1811 la lucha independentista solo fue creciendo. Ese año Caracas proclamó abiertamente su independencia. En 1812 se dictaba en Quito una Constitución que establecía un régimen republicano con Ejecutivo, Legislativo, Función Judicial y Falange (milicia) propios. Para 1819 se fundaba la República de Colombia, soñada por Simón Bolívar.

Al iniciarse la década de 1820 la lucha emancipadora era generalizada. Simón Bolívar desde el norte de Sudamérica y José de San Martín desde el sur, progresivamente liberaban amplias regiones. En esas circunstancias, la revolución de Guayaquil el 9 de octubre de 1820 inició la segunda y definitiva fase de la independencia de la Audiencia de Quito; y con el concurso de las tropas grancolombianas, encabezadas por Antonio José de Sucre, fue posible la liberación total del país, lograda en la batalla del Pichincha el 24 de mayo de 1822, a la que seguirían las batallas de Junín y Ayacucho (1824) que liberaron al Perú, sellándose así la independencia definitiva de la Sudamérica antes española.

Las Juntas fueron, pues, los movimientos de inicio del largo proceso independentista hispanoamericano que duró cinco lustros. Por ello, las fechas de sus pronunciamientos, como el de Quito del 10 de agosto de 1809, son hoy las fechas cívicas nacionales en casi todos los países latinoamericanos. Las Juntas, por sobre el fidelismo, encabezaron la lucha latinoamericana anticolonial, pionera en la historia mundial. Y desde esa matriz histórica surgieron los conceptos como soberanía, dignidad, libertad y democracia, que siguen inspirando en el presente latinoamericano la idea de su segunda independencia.

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