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sábado, 28 de junio de 2014

La otra mirada al mundial nuestroamericano

Con un discurso efectivo, y pleno de emotividad oral y audiovisual, que tiene a la Patria Grande como una de sus categorías centrales, el programa "De zurda", de la cadena TeleSur, es un punto alto como cobertura alternativa de la otra cara detrás del gran espectáculo comercial que organiza la FIFA cada cuatro años.

“Cuando el mundo está al revés / es mejor pegarle de zurda…”
Gustavo Santaolalla

Andrés Mora Ramírez / AUNA-Costa Rica

El campeonato mundial de fútbol que se celebra en Brasil, como es propio de este megaevento global, acapara  -bien que mal- la atención de millones de aficionados de todo el planeta, de gobiernos que capitalizan políticamente el desempeño de los equipos nacionales, y de los medios de comunicación y las empresas que, del más pequeño negocio de barrio a las más poderosa transnacional –en particular, la FIFA-, hacen de todo aquello que se relacione con este deporte y sus protagonistas una mercancía de la que se extrae, literalmente, hasta el último centavo y hasta la última gota de sangre.

El mundo de los explotadores y lo explotados, forjado bajo esa perversa lógica de la división internacional del trabajo, tiene en el fútbol global su propio modelo a escala. Bien lo escribió el periodista y novelista argentino Martín Caparrós: “en el fútbol hay países centrales y países periféricos. Países compradores de talento, países vendedores de materia prima: Europa, por un lado, Latinoamérica y África por otro. El sistema lleva dos o tres décadas a full, pero estos últimos años la globalización de la tevé hizo que se extremara: el viejo truco de la desigualdad”.

Explotado hasta la médula por el capital, y expropiado de todo placer por el imperio de la obligación de ganar, pareciera que en el fútbol ya no queda lugar para aquello que Eduardo Galeano describió como “esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana”. Y, sin embargo, de vez en cuando salta la liebre de la sorpresa: el pequeño vence al gigante, los pronósticos se derrumban y la solidaridad brilla en el escenario de la competencia y el éxito a cualquier precio.

Algo de eso ha estado ocurriendo en los campos de juego Brasil, donde la geopolítica eurocéntrica y el orden comercial del fútbol son desafiados simbólicamente, jornada tras jornada, por las selecciones latinoamericanas. En el escenario del Mundial, donde junto a lo deportivo y mercantil se deslizan, además, posiciones y mensajes políticos y culturales, la cadena multiestatal TeleSur está realizando un valioso esfuerzo de producción audiovisual con su programa De zurda.

Envuelto en la pasión, la polémica y las contradicciones que, inevitablemente, provocan sus dos conductores, el periodista Víctor Hugo Morales, y el exjugador argentino Diego Armando Maradona, De zurda muestra algo más que análisis sobre los encuentros de fútbol.  Y esto no ha pasado desapercibido: se calcula que más de 49 millones de usuarios de la red social Twitter, en su mayoría provenientes de Venezuela, Argentina, España, Perú, Brasil y Cuba, se han enlazado a los mensajes generados desde el programa.

La cadena británica BBC habla de “un mundial visto por la izquierda latinoamericana”, refiriéndose a este espacio televisivo. Patricia Mantilla, productora de TeleSur, explica que, en efecto, De zurda ve más allá de lo deportivo y se propone presentar “la realidad social, política y cultural de los países participantes”, y al mismo tiempo, “promover la integración latinoamericana”. En este mismo sentido, el músico argentino Gustavo Santaolalla, compositor del tema musical del programa, sostiene que “el concepto de 'De zurda' tiene que ver con una alternativa, con algo distinto a lo establecido. Creo que una mejor distribución de la riqueza es pegarle de zurda”.

De ahí que no sorprenda escuchar, entre los comentarios que realizan Maradona, Morales o el invitado de turno (músicos latinoamericanos, futbolistas y hasta el presidente ecuatoriano Rafael Correa han pasado por los estudios de De zurda), constantes referencias al acontecer político de la región, acompañado esto de hermosos cortos audiovisuales que muestran a trabajadores, artistas, niños, jóvenes y adultos de las ciudades brasileñas; las historias de turistas y viajantes de todo el continente; los imponentes paisajes naturales del Brasil.

Incluso, en uno de sus programas, las cámaras de TeleSur cubrieron un acontecimiento singular que fue totalmente invisibilizado por las poderosas televisoras comerciales: un equipo del barrio Zavaleta, de Buenos Aires, y otro de la favela Ciudad de Dios, de Río de Janeiro, se reunieron para disputar un encuentro amistoso bajo el lema: Ningún niño nace delincuente, que sirvió para manifestarse en contra de los prejuicios, la violencia y la estigmatización social de los jóvenes,  y a favor de la unión latinoamericana.

Con un discurso efectivo, y pleno de emotividad oral y audiovisual, que tiene a la Patria Grande como una de sus categorías centrales, De zurda es un punto alto como cobertura alternativa de la otra cara detrás del gran espectáculo comercial que organiza la FIFA cada cuatro años. No en vano, en días pasados el líder cubano Fidel Castro dirigió una carta, leída durante la transmisión en directo del programa, en la que se confesaba seguidor diario del programa y felicitaba a Morales, Maradona y a “los excelentes y prestigiosos futbolistas de Nuestra América”.

Nada mal para un deporte acostumbrado ya a sobrellevar las miradas de sospecha y desprecio que recibe tanto de la derecha y como de la izquierda.

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