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sábado, 22 de agosto de 2015

Ecuador: Indígenas y trabajadores

Los planteamientos de la CONAIE y el FUT han resultado funcionales a élites empresariales, multimillonarios, políticos, partidos y sectores de la derecha, que decidieron apoyarlos en su reciente movilización y hacerse eco del “¡fuera Correa, fuera!”

Juan J. Paz y Miño Cepeda / El Telégrafo (Ecuador)

Las sublevaciones fueron las formas de lucha indígena en el pasado. Gracias al trabajo de los partidos Socialista (1926) y Comunista (PCE, 1931) comenzó la organización indígena. En 1944 nació la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), a la que siguieron ECUARUNARI (1972), CONACNIE (1980) y en 1986 la CONAIE, la más grande organización nacional, que unió a todo el movimiento indígena.

En cambio, solo desde fines del siglo XIX e inicios del XX, con una incipiente clase obrera, despegaron sus organizaciones y luchas. Las centrales nacionales fueron sucesivas: la CEDOC (1938), promovida por católicos y sacerdotes, la CTE (1944), patrocinada por el PCE, y la CEOSL (1961), nacida con apoyo norteamericano. Largamente confrontaron entre sí; pero desde 1971, con el nacimiento del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), se unieron.

Las huelgas nacionales, iniciadas en 1971, colocaron al FUT a la vanguardia de los movimientos sociales. Pero su declive comenzó en los años 90 debido a varios factores: economía neoliberal, represión, precarización y flexibilización laborales, derrumbe del socialismo, etc., al punto de que antes del 2006 el FUT era un membrete desconocido por las nuevas generaciones ecuatorianas.

En cambio, el levantamiento nacional de 1990 encumbró al movimiento indígena y a la CONAIE; de modo que en 1995 incluso nació Pachakutik, prácticamente como un partido político del sector. Como nunca antes en la historia, Ecuador se transformó con la creciente presencia indígena. Su movilización fue clave en el derrocamiento de Jamil Mahuad (2000), para detener la firma del TLC con los EE.UU., o para la conquista de un Estado plurinacional, entre otras acciones que pueden citarse.

Pero los escasos estudios existentes, también de dirigentes e intelectuales indígenas, sostienen que en los años anteriores al 2006 la CONAIE y su movimiento habían entrado en “crisis” por una serie de factores, entre los que cuenta la incursión de sectores indígenas en el mundo urbano y en la economía capitalista, que los diferenció de la vida rural, pues incluso apareció una burguesía indígena. Difícilmente la CONAIE podía expresar los intereses de estos nuevos sectores.

Los movimientos sociales, amplios sectores populares, capas medias y todas las izquierdas se sintieron expresados con el triunfo de Rafael Correa. Es durante su gobierno (2007-2015) cuando renace el FUT y se reactivan la CONAIE y el movimiento indígena. Sin embargo, del apoyo inicial, estas organizaciones pasaron a la oposición radical.

Pero las condiciones del país también han cambiado radicalmente, de manera que la CONAIE y el FUT ya no conservan la fuerza del pasado, porque es innegable que otras organizaciones, sectores indígenas y de trabajadores, así como nuevas izquierdas, apoyan al presidente Correa.

Ante este panorama, los planteamientos de la CONAIE y el FUT han resultado funcionales a élites empresariales, multimillonarios, políticos, partidos y sectores de la derecha, que decidieron apoyarlos en su reciente movilización y hacerse eco del “¡fuera Correa, fuera!” 

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