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sábado, 12 de diciembre de 2015

Francia ante el terrorismo

El viejo refrán popular dice “el que escupe para arriba le cae saliva en la cara”, y pareciera ser lo que le ocurre a Francia en este instante ante el Terrorismo, y donde la variable clave no es ni la violencia ni el fundamentalismo sino una vez más el petróleo y la influencia militar sobre zonas estratégicas.

Albis Eduardo Mayora Pernía / Especial para Con Nuestra América
Desde Caracas, Venezuela

I. To Be or Not To Be

“Ser o no ser” es el gran dilema de la vida y al mismo tiempo, la frase más recordada y citada de Shakespeare, y parece además ser la gran incógnita actual de Francia ante el Terrorismo.

Resulta difícil rastrear y hacer una suerte de genealogía de la violencia humana que pueda relacionar el terrorismo actual con el relato bíblico de Caín y Abel y así justificar el uso de violencia cada vez más tecnificada para combatir las violencias más “bárbaras”, sin embargo, sí podemos hacer una pequeña pesquisa de las conexiones modernas entre Francia y el terrorismo.

Francia ahora afronta el escandaloso caso de los ataques del 13 de Noviembre acusando de terrorismo a todo el parezca distinto y huela raro en una suerte de paranoia que pareciera justificar su andanada de violencia que incluye desde quemas de mezquitas en las principales ciudades francesas hasta oleadas de bombardeos sobre territorios bajo sospecha.

II. Libertad, Igualdad, Fraternidad… Propiedad

La Francia Revolucionaria, muchas veces puesta como ejemplo de democracia y arquetipo de la división de poderes públicos así como pionera en materia de derechos humanos tiene al menos en su historiografía oficial dos episodios conocidos genéricamente con el nombre de: “Terror”.

En efecto, el Terror fue un período muy convulso y es mejor recordado por uno de los íconos revolucionarios por excelencia: la guillotina. La burguesía liberal francesa, en su afán de control del poder político comienza a acusar indiscriminadamente a la población de “contrarrevolucionaria”, cualquiera estaba bajo sospecha, y en una verdadera profiláctica social los expeditos procedimientos judiciales que seguían a las detenciones arbitrarias desembocaban casi siempre en ejecuciones sumarias con la herramienta inventada por el doctor Guillotine.

Este período duró cerca de un año entre 1793-94, la tortura y la muerte se habían impuesto por decisión Estatal a todos los enemigos de los ideales revolucionarios, y así asistimos al primer episodio comprobable de “terrorismo de Estado”. La democracia liberal burguesa y representativa nacía sobre la gran mancha de sangre de aquellos que quedaban sin representación, pues la Libertad, la igualdad y la Fraternidad era privilegio reservado a los propietarios.

Las estimaciones van en un rango de entre 11.000 hasta 40.000 muertes, sin contar torturados, desaparecidos y exilados. El Terror, tras la muerte de Robespierre no acabaría así como así, en 1815 tras la derrota de Napoleón y el restablecimiento de la monarquía sería reeditado por la aristocracia, esta venganza monárquica emprendida ahora contra los enemigos de “Tradición y Fe” utilizaría métodos idénticos y también sería llamada “Terror”. Historiográficamente se diferencian: el primero es llamado “Terror Rojo” y el segundo “Terror Blanco”.

Francia se convertiría sin importar su tendencia política general en el primer Estado Terrorista, capaz de aplicar toda la brutalidad de la violencia humana a través de mecanismos y racionalidades institucionales a su propia población.

III. Tu es Partout

La canción popularizada por el “Gorrión de París”, Edith Piaff, hacía referencia a un amante traicionero y se convirtió en una suerte de himno de la resistencia francesa a la ocupación nazi durante la llamada “Segunda Guerra Mundial”.

Durante los primeros movimientos de ocupación en Europa, Francia y su ejército prácticamente no tomaron ninguna previsión y se limitaron a pequeños ejercicios: el resultado es el armisticio de París del 22 de Junio de 1940 que establece la ocupación alemana del 60% del territorio Galo en las Provincias del Norte y concede el 40% restante del sur a una administración civil francesa liderada por Petián y Laval.

Se abandona la constitución de la Tercera República Francesa y se adopta la denominación de “Estado Francés”, se establece una “milicia” encargada de hostigar bajo asesoramiento de los servicios de inteligencia nazi en principio a todos los comunistas y socialistas y luego la persecución se extendería a homosexuales, gitanos y finalmente judíos.

Los capitalistas que no habían huido al exilio pusieron el parque industrial al servicio de los nazis con todo y trabajadores y ocuparon cargos de cierta importancia en la administración. Como primera medida contra los comunistas franceses se estableció el STO (Servicio de Trabajo Obligatorio) donde todas las regulaciones laborales quedaban derogadas y se aprovechaba el máximo potencial de la fuerza de trabajo calificada que literalmente “trabajaría hasta morir”.

Del seno de las organizaciones sindicales comunistas surgen los primeros movimientos de “resistencia” ante la ocupación nazi, sobretodo en Lyon donde el comunismo francés había tenido siempre su mayor base de aceptación y sus líderes más destacados. Casi todos murieron en Alemania fabricando armas para el ejército nazi otros fueron obligados a combatir en la Unión Soviética como parte de los “Regimientos de Voluntarios Franceses contra el Bolcheviquismo”.

El resto de la élite política y económica de Francia se había autoexilado,   una parte en Argelia y la otra en Gran Bretaña y desde allí establecerían gobiernos paralelos autoproclamados continuadores de la III república francesa, unificados bajo la autoridad del General DeGaulle bajo el nombre genérico e irónico de “Francia Libre”.

Esta “Francia Libre” organiza la “resistencia francesa” que aun cuando contó con amplia red de apoyo popular de civiles no combatientes, tenía fundamentalmente un selecto cuerpo de agentes combatientes repartidos en “células” no interconectadas entre sí para dificultar la neutralización de las mismas por parte de los servicios de inteligencia nazi.

La cara “heroica” de la resistencia nos refiere a grupos de personas que ocultaban a perseguidos judíos o que repartían folletos o que distribuían información obtenida por diversos medios, son los que solemos ver en las películas. Sin embargo la cara menos conocida de la “resistencia” estaba conformada por agentes de inteligencia francesa formados y entrenados por la SAS (Servicio Aéreo Especial Británico)  y la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos, Norteamericano Predecesor de la CIA) en instalaciones de la Legión Extranjera en Argelia.

El cuerpo curricular del entrenamiento incluía: combate urbano, guerra irregular, sabotaje, explosivos, camuflaje, infiltración, interrogatorio (torturas), señales (uso de lenguajes clave por radio y otros medios) y un sinfín de especializaciones en manejo de armas cortas de fuego y armas blancas.

Las principales operaciones eran: en territorio ocupado desmantelar las líneas de abastecimiento (envenenar fuentes de agua, voladura de puentes, descarrilamiento de trenes, bloqueos de carreteras), asesinatos selectivos (atentados casi siempre con explosivos a oficiales nazis en sitios públicos sin importar la muerte de civiles), recolección de información (en la que generalmente se utilizaba a un civil no combatiente comprometido con “la causa” que en caso de ser descubierto era abandonado a su suerte que no era otra que muerte por torturas a manos de la Gestapo), en territorio no ocupado (o Vichy) represalias a los “colaboracionistas”, es decir, amedrentamiento, torturas y atentados contra todos aquellos que no apoyaran a la resistencia abiertamente.

Nuevamente el Estado Francés opta por el terrorismo interno, aunque esta vez con la justificación de un enemigo externo, el modelo de la “resistencia francesa” se exportó exitosamente en toda la cuenca del mediterráneo en la lucha contra los nazis y así hubo células con el mismo modus operandi en Libia, Túnez, Egipto, Palestina, Arabia, Mesopotamia, Turquía, Líbano, Siria, Armenia, y hasta en Italia y Grecia. Pero también se llevó a otros territorios coloniales franceses en el pacífico para combatir la ocupación japonesa.

René Cassin, uno de los grandes ideólogos de la “Francia Libre” y redactor de varios documentos doctrinarios de la “resistencia” que siempre instaba a las células a infundir el mayor “Terror” posible al enemigo sin tregua, tras la victoria “Aliada” será el principal redactor de la declaración de Derechos Humanos de la ONU en 1948 en donde por cierto no perdió la oportunidad de dejar plasmado el derecho de la burguesía francesa (y universal) de luchar por encima de las reglas democráticas contra todo aquello que se considere “tiranía” y así justificar y exculpar a la “resistencia” de los desmanes cometidos contra sus propios compatriotas;  por sus esfuerzos desde el exilio británico, este padre intelectual del Terrorismo de Estado Francés recibió las más altas condecoraciones de la República y de paso es reverenciado como padre del derecho administrativo francés.

IV. La Haine

Esta palabra francesa es el título de una película de los años noventa que narra la vida de tres jóvenes franceses de origen magrebí sometidos a la más cruenta discriminación étnica, religiosa, cultural, social y económica; habitualmente en castellano este título fue traducido como “el odio”.

Sin embargo, entre los significados en francés tenemos: animosidad, enemistad, resentimiento, agresividad, rencilla, antipatía, cólera, vehemencia, aversión, antagonismo, repulsión, oposición, desacuerdo, execración y hostilidad. En todos los casos La Haine, en el contexto de la lengua francesa casi nunca se usa para referirse a un odio personal sino casi siempre  a “odio racial”, asociado al resentimiento de poblaciones procedentes de territorios coloniales.

Al parecer esta asociación del término comienza a partir del 8 de mayo de 1945, es conocido como el día de la victoria, Alemania firma la rendición y la Francia Libre comienza las celebraciones en todo su territorio “desocupado” de nazis y en sus territorios “ultramarinos”. Paradójicamente ese mismo día en Argelia una de las bases fundamentales para la “resistencia” los argelinos comienzan a exigir reivindicaciones por su papel en la victoria y esperan ser recompensados con la libertad, la respuesta de la República Francesa en cuanto se refiere a represión haría palidecer a la tiranía nazi.

Los movimientos nacionalistas y anticolonialistas de las ocupaciones francesas ante la respuesta de represión brutal aplicada en su contra recurren a la reactivación de las células de la “resistencia”. Francia que las entrenó, las aupó, las financió y las justificó en la lucha contra la tiranía nazi, ahora las desconocería y las catalogaría de terrorismo. No en balde los primeros estudios académicos para explicar el terrorismo y su funcionamiento e intencionalidad se centrarían en Francia y no por casualidad sería Francia el primer y más frecuente objetivo de ataques “terroristas” durante la “Guerra Fría”.

Los esfuerzos represivos estarían concentrados en posesiones más cercanas como Argelia y allí donde no les fue posible aplicar el máximo de brutalidad cedieron el paso a los Estados Unidos, por ende Indochina (particularmente Vietnam) se convertirá en el primer teatro de operaciones directas de la CIA, mucho antes de que se enviarán “asesores militares”, por cierto que la CIA utilizaba en principio los mismos manuales de la “resistencia” que luego perfeccionó con métodos tomados de la mafia.

Así Francia inaugura la era del “terrorismo fundamentalista” para acusar de violento a quienes aplicando sus mismas técnicas no tenían opción democrática ni civilizada alguna frente a la prepotencia colonialista.

V. Crónica de un Ataque Anunciado

El SAMU, es el Servicio de Asistencia Médica de Urgencias de Francia, es uno de los más famosos en todo el mundo por su eficacia. Ese día 13 de Noviembre en la mañana, la mayor parte de las unidades fueron convocadas al desarrollo de un ejercicio que simulaba varios ataques terroristas simultáneos en diversos puntos.

¿Cuál no sería la sorpresa de los socorristas y paramédicos esa noche cuando aquello que habían simulado en la mañana tendrían que vivirlo con víctimas reales?, por cierto que varios departamentos de bomberos de ciudades estadounidenses realizaron simulacros de asistencias ante eventos terroristas el 10 de Septiembre de 2001 en la tarde y el mismo 11 de Septiembre a primeras horas de la mañana.

Parecen estar destapándose cada vez más las conexiones reales entre el Estado Francés desde Miterrand, pasando por Sarkozy y llegando a Hollande, con diversos grupos “terroristas” de la talla de Al- Qaeda y Daesh (Emirato Islámico que intencionalmente ha sido traducido como Estado Islámico), además son obvias las ventajas que ha obtenido Francia de las intervenciones directas e indirectas en Libia y Siria.

El viejo refrán popular dice “el que escupe para arriba le cae saliva en la cara”, y pareciera ser lo que le ocurre a Francia en este instante ante el Terrorismo, y donde la variable clave no es ni la violencia ni el fundamentalismo sino una vez más el petróleo y la influencia militar sobre zonas estratégicas.

Quién sabe si los ataques realizados en este instantes por los “Rafale” lanzados desde el portaviones “De Gaulle” más que borrar del mapa agrupaciones terroristas estén borrando pruebas incriminatorias definitivas de la participación francesa en el fortalecimiento de ese terrorismo que casualmente ataca a Gobiernos inconvenientes a los intereses franceses y a los de sus aliados en la coalición hegemónica del capitalismo trasnacional.

Ser o no ser es secundario ahora, ya sabemos que Francia es terrorista de vieja data y simpatizante reciente de terrorismos inoportunos, pero la cosa es que aplicando una reversión psicológica a través de los medios una vez más se nos presenta como víctima.

El Oriente Medio y la Tierra Santa disfrutó de cien años de paz y de perfecta tolerancia religiosa entre musulmanes, cristianos y judíos, o al menos eso dice cierta tradición musulmana acerca del reinado de Saladino y sus descendientes, todo terminó con la llegada de los primeros caballeros cruzados que venían de occidente, casualmente eran franceses.

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