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sábado, 5 de marzo de 2016

Perú: Métodos propagandísticos

A poco más de 40 días de celebrarse los comicios electorales  las artimañas de fraude institucional han salido con furia a la luz. En uno de los espectáculos electorales – quizá – más obscenos de la historia republicana del Perú la estructura institucional se resquebraja sin piedad.

Colectivo “Vero Dignidad” / Para Con Nuestra América
Desde Lima, Perú.

Candidatos denunciados de plagio académico y comprar  votos con limosnas siguen en carrera electoral (Acuña); candidatos quienes ostentan grados académicos inexistentes siguen en carrera electoral  (García); candidatos de dudosa reputación gubernativa siguen en carrera  electoral (Toledo); candidatos quienes no cumplieron con las exigencias de ley del Jurado Nacional de Elecciones siguen en carrera (Guzmán) ; candidatas asociadas con el gobierno de facto de 1992 siguen en carrera (Fujimori) y así la lista sigue en carrera.

Las facultades de nuestro seudo sistema democrático que hace de la libertad el paraíso dorado de la impunidad del “todo vale” convierten al proceso electoral en una verdadera mezcla entre mercado y circo medioeval. En este grotesco proceso han sido tres “operadores propagandísticos” los que vienen haciendo de las suyas: Medios de comunicación (radio, tv y diarios); encuestadoras y Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

La manipuladora conducta de los medios de comunicación y las encuestadoras no son novedad en el panorama electoral; es  la aparición del JNE  la que engalana de forma excepcional la impune conducta institucional. La entidad encargada de garantizar la integridad del proceso electoral ha servido de “agencia publicitaria” a candidatos “globos de ensayo” como Acuña y Guzmán. El método publicitario desarrollado por el JNE tienes dos aristas promocionales claramente definidas: la persona (estereotipar la imagen) y el símbolo partidario (color representativo, en la línea de la revolución de colores inspirado en la "polítical jiu-jitsu" de Gene Sharp).

El caso de Guzmán pinta de cuerpo entero el descaro institucional. El enmarañado show mediático que le montaron al candidato lo catapultó de las redes sociales al grueso de los medios  de comunicación (Grupo El Comercio, Radio Exitosa, Radio Programa del Perú, etc.).  Más de un centenar de primeras planas sin costo alguno fue una rentable manera de ahorrarle esfuerzo publicitario y hacerle capitalizar simbólicos puntos en las encuestadoras justificándose desde el paradigma de la victima que fue construido en torno al improvisado candidato, como se hizo en su momento con  Acuña. Candidato que  - dicho sea de paso –  fue descartado gracias a sus torpezas mediáticas (revelar su estrategia de captación de votos regalando dinero);  irregularidades éticas (violencia familiar, abuso sexual de menor de edad, etc.) y ausencia extrema de capacidad intelectual.

Frente a la evidente ventaja de Verónica Mendoza – en relación a todos los postulantes al sillón presidencial – ella representa el rostro decente, juvenil, moderno, profesional, patriota  y políticamente capacitado, los medios crearon -  lo que han bautizado como -  “El fenómeno Guzmán”,  ex Vice Ministro de MYPES (Micro y Pequeña Empresa) y ex Secretario General de la Presidencia de Consejo de Ministros del actual régimen de Ollanta Humala. El cual pareciera ser la única carta que les queda por jugar. Seguramente empeñaran una vez más el alma al diablo para meterlo como sea a  Palacio de Gobierno y continuar con la política entreguista y el saqueo indiscriminado de nuestros recursos naturales como se esta cocinando con la compañía petrolera Shell.

El esfuerzo del  JNE por impulsar a nivel nacional al llamado “candidato de Nadine Heredia” - quien promete no mantener la Ley de Consulta Previa -  no solo se contentó con posicionar la  plástica sonrisa – del candidato - sino apuesta a la promoción del símbolo y así completar el combo publicitario. Es así como ahora quieren insertar - en el imaginario colectivo - el color morado amenazando con hacerlo regresar a su originario color rojo. Lo cual nunca sucederá.

Como vemos, el  alineamiento de la política del Estado y las sometidas instituciones giran en torno a la archiconocida perpetuación del sistema neoliberal y su indiscutible y fiel adhesión al decadente Consenso de Washington. Todas las propuestas políticas en carrera - a excepción de Verónika Méndoza -  defienden contra viento y marea las recetas neoliberales causante del dramático atraso y la aberrante enajenación socio-político-cultural al cual han sometido al pueblo peruano. Lamentablemente, una vez más asistimos a la sofisticación antidemocrática de los métodos de coacción de los grupos de poder a través de las instituciones del Estado y medios de comunicación.

No subestimen al pueblo peruano, hace mucho tiempo ha despertado del  prolongado letargo al cual fue sometido. Desde el Cusco de Túpac Amaru y Micaela Bastidas y desde la revolucionaria Bastilla francesa nos vienen los aires frescos que amenazan con poner en orden la casa desbaratada por manos intrusas.

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