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sábado, 4 de junio de 2016

Pueblo venezolano, alerta

Un evento intervencionista en Venezuela podría atraer a nuestra nación las mismas desgracias y dolores que tristemente viven hoy países como Irak, Siria, Libia y otros.

Elida Quevedo* / Para Con Nuestra América
Desde Venezuela

 “Aprendamos a hacer el bien. Reprendamos al opresor y sigamos defendiendo a los menos favorecidos” (Isaías 1:17).

Este es un llamado pastoral dirigido a todas las personas que aman a su gente y a su nación para que ya no sigan oyendo la voz de quienes invocan la guerra y el saqueo contra nuestro país.

La actual movida del señor Almagro en la OEA no es un hecho aislado ni mucho menos una simple jugada errónea y adelantada del funcionario, como que si éste actuara solo y por su cuenta. No es así. Se trata de una estrategia planificada y concertada internacionalmente para el derrocamiento del gobierno venezolano.

En la gran estrategia está la guerra económica contra el pueblo, la mediática nacional e internacional, la invasión de bandas criminales paramilitares, el saqueo de nuestros recursos y el asedio total contra nuestro país.

¿Qué no hay guerra económica contra el pueblo?     

¿Por qué sí hay azúcar y leche en cafeterías, pastelerías, heladerías, etc.? ¿Por qué si hay harina en las pizzerías? ¿Por qué si están llenos de alimentos los supermercados de las clases ricas?

Son los sectores populares y la clase trabajadora de nuestro país quienes están sufriendo las consecuencias de esta nefasta guerra económica, caracterizada por el acaparamiento, contrabando y bachaqueo de productos y medicamentos, la paralización de la producción por parte de los grandes empresarios, la especulación y guerra de precios.

¿Qué no hay bandas criminales paramilitares azotando nuestro país?

¿Por qué entonces estamos viendo esos nuevos modus operandis en la criminalidad? Descuartizar a la víctima, apuñalar hasta 100 veces, asesinatos por encargo, el desprecio hacia las mujeres, el sometimiento al poder de las armas en residencias populares. Son procedimientos típicos del paramilitarismo y están dirigidas a sembrar el terror en la población.

¿Qué no hay una mediática internacional actuando como factor político contra el gobierno venezolano?

¿Por qué entonces en España las noticias de primeras planas en la prensa escrita y en los medios de comunicación son sobre Venezuela? ¿Y por qué tan mala prensa contra Venezuela?

En ese país se preparan para una nueva jornada electoral ¿Por qué la campaña y las informaciones actuales no se centran en los gravísimos problemas sociales y económicos que ese país está atravesando?

Y esto es sólo un ejemplo, porque hay muchísimos y graves problemas en México, en Argentina, en Brasil con el golpe de Estado que se acaba de perpetrar, y aún en los Estados Unidos, pero esto no es noticia para la mediática internacional dominante, ni preocupa a Almagro en lo más mínimo.

¿El gobierno venezolano demandará a la directiva de la Asamblea Nacional venezolana?

Debe hacerlo, porque efectivamente, al presentarse ante Almagro para solicitar que active el mecanismo para invocar la carta democrática contra nuestro país está claramente usurpando funciones del Ejecutivo Nacional.

Pero también se merecerían un acto de censura por parte del pueblo venezolano porque están solicitando a un organismo internacional que actúe contra su propio país, traicionando la propia patria e ignorando de manera irresponsable las consecuencias graves que un evento así acarrearía para la gran mayoría de la gente, ya que son siempre los sectores más pobres los más afectados.

¡Pueblo venezolano, alerta!

Un evento intervencionista de esta naturaleza podría atraer a nuestra nación las mismas desgracias y dolores que tristemente viven hoy países como Irak, Siria, Libia y otros.
Destrozos por todas partes, millones de muertes, millones de víctimas, la tragedia de los refugiados, hambrunas, desesperación. 

¡Pueblo venezolano, NO QUEREMOS ESO! ¡QUEREMOS VIVIR EN PAZ!

Queremos seguir construyendo la esperanza y la vida digna para nuestro pueblo, y hacerlo en paz.  ¡Es nuestro derecho!

Cuánta razón tuvo el profeta Isaías al proclamar “Que hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia salvación” (52:7)

Por eso, invocamos las buenas acciones de toda la gente de paz, dentro y fuera del país, a nuestros amigos, amigas y colegas del ministerio evangélico y de Misión, a nuestros compañeros y compañeras globales, a alzar su voz en este desierto, para proclamar la buena noticia de la paz para Venezuela.

Vamos hermanas y hermanos, entre todas las voces y todas las acciones conjuntas detengamos este nuevo designio de muerte para el pueblo venezolano.

Pueblo venezolano, sigamos con la consigna de que la paz sí es posible. Pero de acuerdo con lo que señaló Jesús (Juan 14:27), no es la paz que ofrece “el mundo” dominado por los imperios, que implica sometimiento, subordinación a los intereses más mezquinos, dependencia de los pueblos.

De acuerdo con el profeta Isaías (32:17), queremos la paz y la seguridad que viene de la justicia, el fruto de la equidad.

Vamos por esa paz, en nombre del Dios de esa paz. No nos angustiemos, ni nos acobardemos, dice Jesús (Juan 14:27).

Con gran amor de mi tierra y de mi gente,

En la construcción de un futuro de paz, seguro, brillante y multicolor

Obispa Elida Quevedo

* Reverenda ordenada de la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana. Directora del Centro Venezolano de Estudios Teológicos CEVET.

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