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sábado, 1 de octubre de 2016

México: A dos años de la infamia de Ayotzinapa

El crimen de Ayotzinapa revela la existencia de una compleja red de complicidades entre el crimen organizado y los más distintos niveles del Estado Mexicano. Ayotzinapa pasará a la historia de la infamia oficial en el mismo nivel que la matanza del 2 de octubre de 1968 y la del 10 de junio de 1971.

Secretaría de Defensa de Derechos Humanos
Comité Ejecutivo Nacional Morena

A lo largo del presente sexenio, el gobierno de Peña Nieto  ha cometido actos infames que retratan plenamente la catadura del grupo gobernante. Además, el presidente ha dañado su investidura con hechos que no solamente son deplorables sino también vergonzosos. La matanza de Nochixtlán el 19 de junio de 2016, que dejó un saldo de 10 muertos y más de 40 heridos, es un ejemplo de la infamia del gobierno federal. El escándalo de la casa valuada en  siete millones de dólares otorgada con las mayores facilidades a la esposa del titular del ejecutivo y el hallazgo de que éste último plagió aproximadamente el 30% de su tesis de licenciatura, corresponden a los actos vergonzosos. Las deficiencias en la gestión gubernamental que han conducido a un endeudamiento galopante, un estancamiento económico y a una violencia rampante de todo tipo, han tenido como resultado el que Enrique Peña Nieto haya bajado  en estos cuatro años su aceptación del 62 al 22%.

Pero la infamia más grande, el evento histórico que marcará por siempre al gobierno de Peña Nieto, se llama Ayotzinapa. Hoy conmemoramos con dolor e indignación el segundo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos ubicada en el poblado de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre de 2014. El artero ataque efectuado por policías   de distintos municipios, policías federales y con una alegada complicidad del ejército, dejó además tres normalistas más asesinados. La violencia alcanzó incluso a un autobús en el que viajaban los integrantes de un equipo local de futbol y dejó un saldo adicional de otros tres muertos.

La infamia gubernamental siguió con la manipulación de los escenarios del crimen, el alegado incendio del basurero de Cocula en el cual habrían sido incineradas las víctimas y la pretensión de imponer una “verdad histórica”. Expertos internacionales han declarado el incendio de Cocula como inexistente y la llamada verdad histórica, así como la manipulación de los escenarios,  fue desvirtuada por las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La pretensión gubernamental de reducir el ignominioso acontecimiento a un contubernio de las autoridades municipales con un cartel del narcotráfico, resulta increíble para la mayoría del pueblo mexicano. El crimen de Ayotzinapa revela la existencia de una compleja red de complicidades entre el crimen organizado y los más distintos niveles del Estado Mexicano. Ayotzinapa pasará a la historia de la infamia oficial en el mismo nivel que la matanza del 2 de octubre de 1968 y la del 10 de junio de 1971.

¡Ayotzinapa no se olvidará!

¡No a la impunidad del terrorismo de estado!

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